Las primeras civilizaciones aparecieron durante el cuarto milenio a.C. en Mesopotamia, incluyendo los sumerios, hititas y caldeos. Estas civilizaciones tempranas contribuyeron considerablemente al desarrollo de la agricultura, las matemáticas, la ciencia, la ingeniería, el gobierno y el derecho. Más tarde, los asirios construyeron un poderoso estado militar centralizado con una burocracia administrativa eficiente dirigida por el rey.