1. LENGUAJE, DERECHO Y REALIDAD
El lenguaje es el medio de expresión más importante, y es primordial en
el derecho, por esta razón un abogado debe ser bueno tanto en su
profesión, en su dialecto y también a la hora de escribir, ya que la riqueza
intelectual o del saber se ve en el buen manejo del lenguaje; no en la
abundancia de términos, si no en la manera mas adecuada de
comunicarse.
En el lenguaje existen infinidad de términos que dificultan a la hora de
expresarlos, ya que poseen muchos significados tanto en derecho como
en otras ramas, por esta razón tanto el emisor como el receptor deben
hacer uso correcto de los términos empleados y llevarlos al contexto en
el cual se lleva a cabo el escrito o el discurso para que facilite la
comprensión de este.
El lenguaje en el derecho es muy importante, pues efectivamente es una
herramienta fundamental del mismo ya que se usa para establecer las
leyes, interpretarlas y exponerlas. Podemos tomar como ejemplo en el
campo de acción jurídico el juez que toma una decisión sobre algo que
no presenció realmente gracias a la descripción que dan las partes
acerca de lo sucedido o también lo contratos que son celebrados entre
dos.
en el lenguaje encontramos un problema que es la abstracción, cosa que
adoptamos desde la infancia y es que se ha tomado como costumbre,
utilizar el lenguaje que es solo representativo de la realidad o lo que se
cree que es realidad, ósea el punto de vista propio; advierte la necesidad
de determinar el sentido con que se usan los términos importantes y
atribuye a la carencia de esta aptitud el hecho de que existan tantas
opiniones diferentes donde cada autor cree que su solución es única y
absoluta y por ello existen tantas corrientes diferentes en el derecho.
Pero la abstracción puede ser también una necesidad, en cuanto a la
descripción de la norma. Pues es necesario identificar las características
particulares de los fenómenos jurídicos y agruparlos con los que más se
asimilen ya que sería imposible describirlos todos y cada uno de ellos.
2. Otro problema es la infinidad de significados diferentes existentes para la
misma palabra lo que complica el proceso de entendimiento y
aprendizaje; por esto, tanto quien habla o escribe como quien escucha o
lee deben poner especial atención para facilitar un acuerdo entre ellos
teniendo en cuenta ciertos aspectos como: La materia, clase de obra, si
el termino es técnico o común y el contexto.
En el lenguaje existe también el problema del vicio absurdo de algunas
personas, que crean constantemente nuevos tipos de contratos que no
están conservados como tal, en nuestro ordenamiento jurídico, por tanto
negando y desconociendo la evolución del derecho a través de la
historia. Ya que el contrato innominado carece de regulación jurídica, el
juez deberá proponer una solución supletoria lo que es un “cultivo de
discusiones y adivinanzas”.
Una herramienta bastante útil son las analogías, en la resolución de
vacíos jurídicos y la enseñanza, pero también puede ser una gran
trampa, pues hacer comparaciones a menudo no es viable porque
incluso si se trata de casos similares, porque el tiempo pasa y lo que se
consideraba bien antes, puede ser considerado malo ahora y viceversa.
Los abogados intentan estar al nivel de las personas intelectuales,
puesto que se expresan de forma clara y precisa, y son capaces de
ordenar sus ideas y asimilarlas, por ello no tienen problema a la hora de
transmitir sus conocimientos a las demás personas y pese a esto, nunca
cesan en la infinita búsqueda del saber.