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Lenguaje, derecho y realidad
“ABASCAL ZAMORA, José María “Lenguaje, derecho y realidad” [en línea] En JURÍDICA.
Anuario del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana. Numero 14. 1982;
pp 99-119. Disponible en
[http:www.juridicas.unam.mx/publica/rev/indice.htm?r=jurid&n=14].ISSN 1405-0935”
Resumen
Un buen abogado debe utilizar diversos medios para poder expresarse de manera adecuada, es
decir, debe utilizar términos precisos para comunicar exactamente lo que quiere exponer, y
ciertamente para expresar el conocimiento del derecho el medio esencial es el lenguaje.
Puede ser un lenguaje oral, escrito o gestual, las tres son indispensables para el estudio del
derecho, un abogado debe saber cómo actuar, como escribir y sobre todo como hablar, porque la
palabra es la herramienta de los que tienen un buen manejo del lenguaje y muestra de manera
sencilla el amplio conocimiento que tiene un individuo.
Sin embargo la mejor manera de aprender a hablar correctamente, es a través de la lectura, ya que
ésta permite acceder a la cultura y el conocimiento, nos hace reflexionar y cuestionar sobre todo
lo que hay a nuestro alrededor, además es una herramienta poderosa para apoyar la adquisición
del lenguaje y la comunicación, en otras palabras la lectura nos abre la mente a nuevos mundos y
nos permite crecer intelectualmente incluso como personas.
No solo basta con la lectura, también es necesario escribir, porque aunque la lectura nos hace
reflexionar, escribir nos ayuda a organizar y fortalecer las ideas, es a través de la escritura donde
podemos garantizar que hemos aprendido algo nuevo del texto, en esencia se debería escribir para
hacer síntesis, resúmenes, análisis y reflexionar sobre el tema leído.
Evidentemente lo importante está en escribir para uno mismo y no para publicar, esto último
naturalmente esta en las elecciones de cada quien, pero en esencia lo más importante es escribir
para sintetizar los pensamientos, ya sea a través de notas al margen del libro, resumen en una
hoja, pequeños ensayos, traducciones, etc.
Podemos observar que de cierta forma todos los medios que son indispensables al momento de
estudiar derecho están directamente interrelacionados, que para poder hablar bien, es necesario
leer, y para hacer una buena lectura es necesario escribir. En conclusión un buen abogado además
de ser un buen jurista debe ser además un buen escritor.
Sandra Milena Orozco Salazar
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