La Constitución de 1812 estableció que la educación debía ser organizada, financiada y controlada por el Estado. En el siglo XIX se aprobaron varios planes educativos como el Plan Calamarde de 1824, el Plan y Reglamento de escuelas de primeras letras de 1825, y el Reglamento General de las escuelas de latinidad y colegios de humanidades de 1826. Además, se produjeron varios cambios políticos como la Regencia de María Cristina y la "Década Liberal" que afectaron a la educación en España.