El esqueleto de un caballo está compuesto principalmente de calcio y forma una estructura fuerte que soporta el cuerpo y protege los órganos internos. Existen diferentes razas de caballos que varían en tamaño, apariencia y temperamento, y se dividen en grupos como sangre fría, templada y caliente. Los caballos se aparean cuando la hembra entra en celo, y luego da a luz a un potro recién nacido al que limpia y anima.