El humanismo tiene apariencia de bondad, pero en su interior lleva el germen diabólico de pudrición, porque es una rebelión enmascarada contra los principios bíblicos del único y sabio Dios (Judas 1:25). El humanismo pretende ser más justo y bueno que Dios. ¿Será eso posible? Por ejemplo, el humanismo se jacta de salvar focas y ballenas, ... (lo cual está muy bien, siempre que primero esté Dios y después los humanos), mientras defiende el asesinato de los más débiles en el útero, (¿Puede haber crimen más vil y execrable?) o deja morir de hambre a niños y adultos por hambrunas; porque para el humanismo los animales, ya desde hace mucho tiempo, son más importantes que los seres humanos...