Los primeros habitantes del actual territorio argentino incluyeron a varios pueblos originarios que se adaptaron a su entorno. Algunos como los tehuelches y querandíes eran cazadores-recolectores nómadas, mientras que otros como los guaraníes, diaguitas y huarpres practicaron la agricultura sedentaria. Cada grupo desarrolló tecnologías y estilos de vida únicos basados en los recursos disponibles localmente.