Las malformaciones cardíacas son las anomalías congénitas más frecuentes, con una incidencia de casi uno por cada cien nacidos vivos. Algunos agentes teratógenos como la talidomida, el virus de la rubeola, la vitamina A y el alcohol, así como enfermedades maternas como la diabetes y la hipertensión arterial, se asocian con la producción de anomalías cardíacas. Las malformaciones cardíacas suelen clasificarse en defectos cianóticos y no cianóticos dependiendo de si se asocian