El documento enfatiza la importancia de que los padres conozcan cómo funciona Internet y las nuevas tecnologías para guiar a sus hijos, establecer una relación de confianza, y estar presentes cuando usen dispositivos digitales. También recomienda limitar el uso de pantallas a dos horas máximas, supervisar el contenido visto, y ser conscientes de los posibles riesgos de salud y desarrollo si el uso es excesivo.