Este documento discute los desafíos de la evaluación en la educación de adultos y propone cambios. Examina las actitudes de los estudiantes hacia la educación y sugiere que la evaluación debe ser un proceso continuo que brinde retroalimentación para mejorar el aprendizaje. También enfatiza la importancia de considerar las circunstancias individuales de los estudiantes al evaluarlos.
plan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativa
Módulo 6: Hacia una evaluación efectiva en la educación de jóvenes adultos
1. Módulo 6.-
En el desarrollo de este Módulo se nos plantean las siguientes interrogantes:
1. ¿Qué cambios podemos realizar a nuestras prácticas evaluativas, a
propósito de lo planteado en ambos documentos?
2. ¿Cómo he abordando la evaluación hasta hoy y cómo la proyecto a través
de este plan de Unidad?
Ambas preguntas parten de una base: la evaluación que estamos utilizando,
necesita de cambios; incluso en la pregunta dos se va un poco más a fondo y se nos
solicita que nos auto-flagelemos y digamos en voz alta en esta Asamblea cómo he
abordado la evaluación hasta hoy… que he visto la Luz.
Como diría un maestro que conozco: ¡Caramba, caramba!
Nos van a disculpar, pero parece que hoy, la sensibilidad nuestra esta muy a flor
de piel. Debe ser por los hechos y circunstancias histórico-sociales que estamos
viviendo. Nos referimos al monótono y continuo cuestionamiento, de algunos
medios, hacia la labor del profesorado. Estamos ciertos que en toda profesión hay
gestores muy buenos, satisfactorios e insatisfactorios. Y, con todo respeto, en el
ámbito educacional, también ocurre lo mismo. A quien lo pregone como un gran
hallazgo habría que decirle que hace rato se descubrió el agua tibia.
En nuestro Liceo Francisco Tello González, el 80% de los docentes que laboramos
hoy en el 2009 hemos participado de una serie de perfeccionamientos que han
tenido como objetivo central, mejorar la calidad de los aprendizajes de nuestros
estudiantes, a través de prácticas docentes eficaces, pertinentes y eficientes. Uno de
esos perfeccionamientos apuntó, precisamente, al proceso evaluativo. En él
pudimos empoderarnos de una serie de prácticas evaluativas, que deberíamos
estar aplicando al interior de nuestras aulas.
En el caso específico de nuestro Departamento de Lengua Castellana, en la medida
de lo posible (¡qué sirve esta frasecita!) hemos aplicado lo aprehendido, y además
también estamos, en forma permanente, intentando innovar, para encontrar la
mejor forma de abordar el desafío de re-encantar y entusiasmar a nuestros
estudiantes para que logren tomar en serio su rol de estudiantes.
No sé si lo que he visto en tres Centros Educativos de Adultos, sucederá en otros
que están diseminados por el País. Estos Centros Educacionales tienen atención al
adulto joven, entres jornadas, mañana, tarde y noche. Un gran porcentaje de los/as
2. alumnos/as que llega a estos Centros, en lo que respecta a la jornada diurna y de
tarde, confunden la palabra Liceo con Leseo. Echemos una mirada al siguiente
diagnóstico evaluativo:
• El 30% de los estudiantes, confunden el Liceo con un Club de amistad o de
intercambio. Donde se socializa harto y se asiste a clases poco.
• El 20% de los estudiantes, creen que el mundo está lleno de derechos, pero
sin deberes.
• Un 10% de los estudiantes, creen que los espacios escolares, son eso:
espacios, y ellos en un afán espacial llenan esos espacios por un tiempo
indeterminado y luego desaparecen por el espacio hasta el próximo año o
un poco más (parece que depende de las órbitas)
• Un 14% de los estudiantes, tiene conciencia y responsabilidad estudiantil,
que se traduce en un compromiso serio lleno de expectativas y de
exigencias.
• Un 22% de los estudiantes, esto especialmente en la jornada nocturna,
tiene interés por estudiar y obtener su licencia de enseñanza media para
mantener su trabajo, mejorar sus condiciones contractuales, intentar
continuar con sus estudios en algún C.F.T. o en una Universidad. Por lo
general, muchos de ellos dejan de asistir a clases porque en el trabajo se les
cambia el horario o se les pone en la disyuntiva de trabajar o estudiar.
Dentro de este grupo también están las alumnas que serán madres por
primera vez o bien que ya lo son. Generalmente las responsabilidades
maternas u hogareñas, las hacen abandonar sus estudios.
• Un 4% de los estudiantes, se matriculan, asisten por poco tiempo y luego
desaparecen. Generalmente es para obtener un certificado de matrícula
que le servirá para obtener algunos beneficios económicos-sociales
Sobre este tema de la poca coherencia existente entre la Educación y los jóvenes se
han hecho una variada gama de investigaciones y se han escrito muchos estudios,
pero estamos ciertos que aún deberá correr mucha tinta, para llegar a un
denominador más o menos común que nos acerque y nos permita vislumbrar un
remedio para esta debacle. Debacle que se da preferentemente en los estudiantes
que pertenecen a sectores sociales deprimidos y que son el potencial con el cual
trabajamos los educadores del sistema municipal. Nos arriesgamos a sugerirles la
3. lectura de un buen estudio sobre este tema, realizado por Igor Goicovic Donoso,
quien es Historiador, investigador de CIDPA y docente de la Universidad de
Santiago de Chile (USACH). El estudio se llama: Educación, deserción escolar e
integración laboral juvenil. Está a disposición de quien se interese en INTERNET
en la siguiente página:
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-22362002000100002&script=sci_arttext
Ahora, sentadas las bases de nuestro contexto, podemos responder las dos
preguntas de este módulo.
Si entendemos la evaluación como un acto intencionado que está presente en forma
permanente en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, y que busca ir
recolectando información respecto de la calidad de los aprendizajes, para mejorar
las estrategias metodológicas del docente y así lograr, finalmente, que el 100% de
sus estudiantes logren obtener un aprendizaje significativo. La evaluación
auténtica la vamos a poder utilizar con aquellos estudiantes que tengan una
asistencia regular, que nos permita ir evaluando los procesos, para llegar a un
producto final. Esto lo lograremos acompañando al estudiante en la construcción
del conocimiento, en la indagación, en la vinculación que hagamos (alumno y
docente) entre el aprendizaje y el mundo exterior y el cotidiano del alumno.
Finalmente, el producto será la articulación que hará el alumno entre sus
conocimientos previos y los nuevos, logrando un constructo sólido que se denomina
aprendizaje significativo. Con este mismo grupo podremos realizar la auto-
evaluación, cuidando, uno como maestro/a, formular claramente, para los
estudiantes, los criterios a utilizar para considerar lo que es un buen trabajo. Con
esos criterios, ellos podrán ir evaluando sus logros, pero teniendo siempre a su
profesor/a como guía o acompañante.
Prácticas para una Evaluación Efectiva: dadas las características de nuestros
estudiantes, siempre debemos estar utilizando la retroalimentación constante, de
no ser así muchos/as alumnos/as quedarían fuera de los aprendizajes. La
evaluación diagnóstica es de gran utilidad, porque nos permite saber qué
conocimientos previos tienen nuestros estudiantes, respecto de los contenidos a
tratar, y cuál es la profundidad de esos conocimientos. Desde esa información
podremos crear la base de las metodologías de aprendizaje. También este tipo de
evaluación va muy ligada con la evaluación formativa, porque nos sirve para ir
evaluando, en nuestros/as alumnos/as, la calidad de los aprendizajes a medida que
4. vamos desarrollando la unidad didáctica, y hacer los ajustes pertinentes en
nuestras prácticas pedagógicas.
La evaluación sumativa, al menos en nuestro Sector, la utilizamos después de
haber evaluado los procesos. Esta es la evaluación final, del producto. El producto
debe ser la suma de varios procesos.
Como consideración final diremos que la evaluación es en sí misma un tema
bastante complicado. Y en la Educación de Jóvenes Adultos, lo es un poco más,
porque la evaluación no se da en un medio aséptico, muy por el contrario, tenemos
la obligación moral y profesional (en ese orden) de entender, comprender y
atender las diferencias individuales. Si califico con notas insuficientes a un/a
alumno/a debo estar consciente que estoy arriesgando una deserción y que el
círculo de la pobreza (de todo tipo) se cierre aún más sobre una persona. Más de
alguien puede contra-atacar y decir ¿y qué con el alumno o la alumna? Creemos
que en muchas oportunidades el sólo hecho de que alguien vaya y se matricule
para estudiar, aunque haya sido sólo un acto reflejo, es un gran paso. No olvidemos
que en Francia, hoy en el 2009 está recurriendo a pagar cierta cantidad de euros a
los alumnos y alumnas, para que no deserten del sistema de educación regular.
MARIMARIMAR