2. VIDA Y OBRA DE PLATÓN
Nació en Atenas (428 – 427 a. C). Fue discípulo de
Cratilo, Heráclito y Sócrates.
Su verdadero nombre era Aristocles.
Utilizó la tradición oral y la escritura.
Los métodos partidistas y violentos del gobierno
oligarca, llegaron a su culmen en el 399 a.C.
Platón recupera el valor cognoscitivo del mito como
complemento del logos.
La doctrina no escrita, eran unos cursos en los que
él trataba las realidades últimas y supremas; o sea,
de los primeros principios.
Platón no quiso escribir sobre los principios últimos
y buscó reproducir el espíritu de los diálogos
Socráticos, los diálogos de Sócrates llegaron a ser
exactamente un nuevo género literario adoptado
por numerosos discípulos de Sócrates y de filósofos
posteriores.
3. LA FUNDACIÓN DE LA METAFÍSICA
La filosofía Platónica consiste en el descubrimiento de
una realidad superior al mundo sensible, es decir, de una
dimensión suprafísica (o metafísica) del ser.
La primera navegación es confiada a las fuerzas físicas
(aire, agua, tierra y fuego).
La segunda navegación es confiada a las fuerzas humanas
que es la razón.
El plano suprasensible es el mundo de las ideas.
La Díada son las doctrinas no escritas.
Las ideas Platónicas no son simples conceptos mentales,
sino que son entidades o esencias representadas por el
Hiperuranio que constituye al verdadero ser.
4. EL MUNDO DE LAS IDEAS
El mundo ideal se encuentra en
la idea del bien que coincide
con el Uno; el Uno es principio
del ser, de la verdad y el valor.
La Díada es entendida como
indeterminada e ilimitada.
Toda realidad es una mezcla
del Uno y de la Díada.
5. EL MUNDO INTELIGIBLE
Resulta de la cooperación bipolar
entre el Uno y la Díada, de un
Dios-artífice al que Platón llama
“Demiurgo”. Éste crea el mundo
animado por la bondad y toma las
ideas y las plasma.
El mundo Inteligible es eterno,
mientras que el sensible está en el
tiempo.
6. “LA SEGUNDA NAVEGACIÓN” O SEA,
EL DESCUBRIMIENTO DE LA
METAFÍSICA
Este punto consiste en el hallazgo de la existencia
de una realidad suprasensible, es decir, de una
dimensión suprasensible del ser (de una especie
del ser no físico).
La segunda navegación era aquella que se
emprendía cuando, caído el viento y las velas
quedaban sin funcionar, se echaba mano a los
remos (lengua de la navegación).
Al contrario, representa el aporte personal de
Platón, la navegación hecha con las propias
fuerzas, es decir, sin metáfora, su contribución
personal.
7. EL HIPERURANIO, OSEA EL MUNDO
DE LAS IDEAS
Las ideas de las que hablaba Platón no son,
pues, simples conceptos, es decir,
representaciones puramente mentales; sino
que son “entidades”, “sustancias”.
Las ideas en síntesis, no son simples
pensamientos sino que son aquello que
piensa el pensamiento, cuando se libera de lo
sensible, son “el verdadero ser”, “el ser por
excelencia”.
El Hiperuranio, pues, es imagen de la no-
espacialidad, del mundo Inteligible “del
género del ser suprafísico.
8. LA ESTRUCTURA DEL MUNDO IDEAL
La idea del bien no sólo es el fundamento
que hace cognoscibles las ideas y la mente
capaz de conocer, sino precisamente lo que
“produce el ser y las sustancias” y que “el
bien no es sustancia o esencia, sino que
está por encima de la sustancia siendo
superior que está en dignidad jerárquica y
de poder”.
Díada o dualidad de grande y pequeño, en
cuanto a principio tendiente a un tiempo a
la infinita grandeza y a la infinita pequeñez
y por lo tanto llamado también dualidad
indefinida (o indeterminada o ilimitada).
9. LOS COSMOS SENSIBLES
La materia o receptáculo sensible, que Platón
llamó chora es solamente “partícipe de algún
modo oscuro, de lo inteligible” y está a merced
de un movimiento informe y caótico.
Existe un Demiurgo, es decir, un Dios-artífice, un
Dios pensante y volante, que tomando como
“modelo” el mundo de las ideas, plasmó la chora
o sea, el receptáculo sensible, de acuerdo con
este modelo generó el mundo físico.
Platón concibe el mundo como vivo en
inteligente porque juzga lo vivo e inteligente
más perfecto que lo no viviente y lo no
inteligente.
10. El mundo Inteligible es eterno, eterno es también el artífice,
pero el mundo sensible, por el contrario, constituido por el
artífice nació, o sea, fue generado en el sentido verdadero y
propio del término.
Así creó el alma del mundo (valiéndose de tres principios: la
esencia, lo idéntico y lo diverso) y en el alma, el cuerpo del
mundo.
“la imagen móvil de lo eterno” es una especie del desarrollo
del “es” a través del “eras” y del “será”. Por lo tanto implica
generación y movimiento.
Así el mundo sensible resulta “cosmos”, orden perfecto, que
marca el triunfo de lo inteligible sobre la ciega necesidad de la
materia por obra del Demiurgo.