El documento describe varios métodos para la catequesis, incluyendo el método deductivo, inductivo, activo y experiencial. Explica que el método debe adaptarse a la edad y capacidad de los destinatarios y estar al servicio de transmitir el contenido de la fe de manera adecuada. También enfatiza que el mensaje es lo más importante y que el método es solo un medio para transmitirlo.
Tema desarrollado por Luís Reyes, conceptos básicos de Kerigma, a quién va dirigido el Kerigma, Hablar del Kerigma de los Apóstoles, Motivar al Kerigma, Kerigma Vs. Catequesis, El Kerigma de Jesús, Interiorización del Kerigma, El Kerigma actual...
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Los elementos fundamentales de la catequesis, parte dos. Otros elementos a tomar en cuenta, tareas fundamentales de la catequesis, instrumentos didácticos, circunstancias de lugar y tiempo, los canales para catequizar, el agente y su función.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
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ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
1. METODOLOGÍA PARA LA CATEQUESIS
Si a nosotros nos interesa dar a conocer la Palabra de Dios, hemos de preocuparnos por
escoger la forma más conveniente.
Por: Pa´ que te salves | Fuente: Pa´ que te salves
"A propósito de la evangelización, un medio que no se puede descuidar es la enseñanza
catequética. La inteligencia, sobre todo tratándose de niños y adolescentes, necesita
aprender mediante una enseñanza religiosa sistemática los datos fundamentales, el
contenido vivo de la verdad que Dios ha querido transmitirnos y que la Iglesia ha
procurado expresar de manera cada vez más perfecta a lo largo de la historia. Los
métodos deberán ser adaptados a la edad, a la cultura, a la capacidad de las personas,
tratando de fijar siempre en la memoria, la inteligencia y el corazón las verdades
esenciales que deberán impregnar la vida entera". ( Evangelii Nuntiandi # 44, Pablo
VI)
Nuestro mundo se está desarrollando de una manera muy rápida. Pensemos sólo que
hace cien años empezaban a existir los coches, la televisión hace menos de cincuenta. A
esto se le llama cambio tecnológico. En el campo de la educación también ha habido
muchos cambios. El hombre se ha dado cuenta que una misma cosa se puede enseñar de
diversas maneras. A esto se le conoce como método educativo.
Si a nosotros nos interesa dar a conocer la Palabra de Dios, hemos de preocuparnos por
escoger la forma más conveniente.
"La edad y el desarrollo intelectual de los cristianos, su grado de madurez eclesial y
espiritual y muchas otras circunstancias personales postulan que la catequesis adopte
métodos muy diversos para alcanzar su finalidad específica: la educación en la fe".
Catechesi Tradendae # 51
Juan Pablo II
2. La diversidad de métodos en la catequesis
En la transmisión de la fe, la Iglesia no tiene de por sí un método propio ni único, sino
que, a la luz de la enseñanza de Dios, analiza los métodos de cada época, asume con
libertad de espíritu "todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de
amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio" (Flp 4,8). En
síntesis, todos los elementos que no son contrarios al Evangelio, y los pone a su
servicio.
De este modo, "la variedad en los métodos es un signo de vida y una riqueza", y a la vez
una muestra de respeto a los destinatarios. Tal variedad viene pedida por "la edad y el
desarrollo intelectual de los cristianos, su grado de madurez eclesial y espiritual y
muchas otras circunstancias personales".
Cuando queremos decir algo, por ejemplo, que no voy a estar por la tarde, puedo poner
un letrero en la puerta, o bien ir a buscar a la persona que me podría visitar para
avisarle, o dejar recado con un vecino o llamar por teléfono.
¿Qué forma utilizaré para dejar mi mensaje?
Pues empezaré por saber si la otra persona lee o no, si tiene teléfono, si me queda de
paso. El método será útil y eficaz en la medida que se ajuste a la persona a quien se lo
quiero hacer llegar.
Todos tenemos un método propio, un método con el que nos resulta más fácil trabajar.
Porque todos tenemos unas ideas directrices que orientan nuestras preferencias.
¿Qué es un método?
Recordemos que método es el conjunto de principios que orientan la selección de
objetivos, medios y contenido. Y como tenemos principios diferentes, hay métodos
diferentes. Sin embargo, debemos cuidar que el método elegido no tenga falsos
cimientos.
El método es el conjunto de mecanismos que ayudan a obtener un fin. Lo presentamos
como un conjunto porque es la suma de varios elementos. Es decir, un buen método no
depende sólo de un principio. Y decimos que ayuda a obtener un fin porque el método
es, al fin y al cabo, un instrumento para lograr una meta.
El método no es lo importante. Lo importante es la meta. Un método que no lleva a la
meta o nos lleva a una meta distinta de la deseada, no es un buen método.
Puede haber muchos métodos buenos y útiles. Es posible que algún método sea más
llamativo que otro, más atractivo o más espectacular. Pero no se puede decir que sea el
único método.
Un buen método tiene que responder a las exigencias del objetivo de la catequesis, del
contenido a transmitir y del destinatario a quien se dirige. Si sólo se fija en uno de estos
elementos, será un método inadecuado.
3. Hay métodos más útiles para motivar y otros más útiles para enseñar; hay métodos
útiles para niños que no sirven para jóvenes o adultos; hay métodos oportunos para
tratar un tema que no sirven para tratar otro tema. Un buen método en catequesis no
sólo transmite bien la doctrina, sino que además fomenta la aceptación de la fe en el
corazón de quien recibe el mensaje de Cristo.
El catequista es el factor principal para el éxito de un método. Es decir, los métodos y
técnicas no funcionan por sí solos. La catequesis es, ante todo, un testimonio. Y los
aparatos o los mecanismos no pueden dar testimonio. Sólo las personas son testigos.
Un buen método en catequesis debe envolver a toda la persona. Es decir, debe lograr
que cada destinatario se introduzca en la sesión con mucho interés y dispuesto a
esforzarse lo que sea necesario para aprovechar el tiempo de la clase.
Los mejores métodos son los que activan todas las facultades del ser humano: la
imaginación, la voluntad, los sentimientos, la inteligencia, la memoria.
Hay muchos métodos. Y hay varios criterios que permiten descubrir cuál método es
aconsejable para cada situación y cuál no lo es. Por esto, el catequista debe descubrir no
sólo el método que va de acuerdo con su forma de ser, sino también cuál método debe
elegir según los cambios de destinatarios, de los temas o de los objetivos a lograr.
Recuerda antes de escoger un método de enseñanza, que el método es sólo un medio, un
medio que te ayudará a transmitir de una manera más sencilla el mensaje que Dios ha
puesto en tus manos. Lo importante es el mensaje, la Palabra de Dios.
No olvides que es básico encomendarte al Espíritu Santo para que te ilumine, fíjate bien
en las personas a que te diriges y piensa que tú eres el instrumento que Dios quiere
necesitar para hacer llegar su mensaje.
Es de todos sabido la influencia que las sectas y nuevos movimientos religiosos están
teniendo en algunos círculos de nuestro país. Nuestra labor como catequistas es buscar
el método adecuado para contrarrestar la influencia de estos grupos radicales y
fundamentalistas en nuestras comunidades.
Debemos encontrar la forma más oportuna de llevarles el mensaje católico-cristiano,
decompartirles la verdad evangélica, de predicarles como Iglesia, como madre. De
predicar con autoridad, con la autoridad que da el hecho de saber que Jesús funda la
Iglesia Católica y Él es el guía hasta que vuelva nuevamente a juzgar a vivos y muertos,
no nos confundamos, busquemos participar de esa "Nueva Evangelización" a la que el
Papa Juan Pablo II nos llama a todos los bautizados.
Metodología para la Catequesis 2a. parte
La diversidad de métodos y la relación método-contendio en la catequesis
Por: Pa´ que te salves | Fuente: Pa´ que te salves
4. No hay que oponer una catequesis que arranque de la vida a una catequesis
tradicional, doctrinal y sistemática. La auténtica catequesis es siempre una iniciación
ordenada y sistemática a la Revelación que Dios mismo ha hecho al hombre, en
Jesucristo, Revelación conservada en la memoria profunda de la Iglesia y en las
Sagradas Escrituras y comunicada constantemente, mediante una Tradición viva y
activa, de generación en generación".
(Catechesi Tradendae # 22, Juan Pablo II).
Sabemos que cualquier curso que demos ha de tener un método adecuado asi que en
esta segunda parte veremos la diversidad de métodos y la relación método-contenido en
la catequesis.
La realidad religiosa de nuestra sociedad: su alejamiento, su actitud frente a la Iglesia,
su jerarquía de valores, sus preguntas y dudas, su búsqueda del Señor todopoderoso
requiere de catequistas que usen una metodología que responda a las necesidades
específicas de nuestro país.
Hoy más que nunca es fundamental transmitir el Evangelio, la Buena Nueva de Dios, a
todos los hombres y mujeres, niños y jóvenes que suscite en ellos, un deseo de
conversión y de adhesión plena a Dios y a su Iglesia.
Ya aprendimos que un método sin contenido es algo que no sirve de nada. Por ello,
ahora vamos a aprender la relación contenido -método en la catequesis.
Cuando decidimos escoger un método para dar nuestro catecismo, podemos enfrentar el
riesgo de poner demasiada atención en el método y olvidar lo que realmente es
importante: el mensaje.
Si queremos ser muy fieles a nuestra misión, no debemos olvidar que hacemos todo por
amor a Dios y con la ayuda de Dios. El principio de la "fidelidad a Dios y fidelidad al
hombre" lleva a evitar toda contradicción, o separación entre método y contenido,
afirma más bien su necesaria dependencia y ayuda. El catequista reconoce que el
método está al servicio de la revelación y de la conversión, y por eso ha de servirse de
él. Por otra parte, el catequista sabe que el contenido de la catequesis no es indiferente a
cualquier método, sino que exige un proceso de transmisión adecuado a la naturaleza
del mensaje, a sus fuentes y lenguajes, a las circunstancias concretas de la Comunidad, a
la condición de cada uno de los fieles a los que se dirige la catequesis.
Un buen método de catequesis es garantía de fidelidad al contenido.
La comunicación de la fe en la catequesis es un acontecimiento de gracia, realizado por
el encuentro de la Palabra de Dios con la experiencia de la persona, que se expresa a
través de signos sensibles y finalmente abre al misterio. Puede acontecer por diversas
vías que no siempre conocemos del todo.
Ejemplos de métodos
5. 1)Método deductivo, inicia de las verdades y principios más generales para aterrizar en
las aplicaciones más inmediatas. Este método es más expositivo. Por lo tanto, utiliza
principalmente la palabra, sea hablada o escrita. Las aplicaciones más comunes son:
-El catequista debe decir al inicio, sobre qué tema va a hacer su exposición, para que
todos los asistentes concentren su atención en el punto a tratar; las conferencias o
pláticas deben iniciarse explicando una verdad muy fundamental, sobre la que se
construirá toda la exposición; las exposiciones deben estar muy cargadas de emotividad,
etc.
2)Método inductivo, parte de las cosas concretas e inmediatas para llegar a las más
generales o elevadas. Este método aplica el principio catequético de que la mejor
catequesis es la que relaciona el contenido de la fe con la experiencia del destinatario. El
método inductivo consiste en la presentación de hechos (acontecimientos bíblicos, actos
litúrgicos, hechos de la vida de la Iglesia y de la vida cotidiana...) a fin de descubrir en
ellos el significado que pueden tener en la Revelación divina.
El método inductivo no excluye, más bien exige el método deductivo, que explica y
describe los hechos procediendo desde sus causas. Pero la síntesis deductiva tendrá
pleno valor sólo cuando se ha hecho el proceso inductivo. Nuestras sugerencias son:
-Como el método inductivo es una búsqueda, no conviene decir qué tema va a tratarse
en la sesión de catequesis; es muy útil narrar varios hechos de la actualidad que hacen
resaltar el tema y los objetivos que desean tratarse; es útil narrar una anécdota, tanto
para iniciar como para avanzar en el tema, etc.
3)Método activo, es un proceso de descubrimiento en donde el destinatario busca la
solución con la ayuda del catequista. En este método, el catequista dedica su mayor
esfuerzo en hacer trabajar a los destinatarios. Se sugiere lo siguiente:
- Un recurso de gran utilidad es el uso de preguntas y respuestas; con un esquema claro
y básico (no más de tres o cuatro ideas), el catequista busca una o varias preguntas para
cada punto del esquema; una vez que ha sido definido el esquema, se hace que el
alumno dude, no se pretende introducir dudas en el corazón del alumno, sino de
provocar que busque el fundamento de lo que expresa; se debe tener también presente
que este sistema alcanza su máxima eficacia cuando la pregunta es muy rica en aspectos
y puntos del tema de la sesión.
4)Método audiovisual, es la combinación de sonido y de imagen en variados modos.
Ejemplos de audiovisuales son una película, un sonorama, la explicación dada ante una
estatua, la discusión sobre un anuncio de periódico, etc.
Sugerimos para su mejor uso, lo siguiente:
-Un audiovisual en diapositivas no puede durar más de veinte minutos, salvo cuando es
de una categoría excepcional; una diapositiva proyectada en televisión pierde toda su
eficacia; debe preferirse la audición más fuerte que débil, para que atraiga toda la
atención de los destinatarios; el final de una proyección o audición es muy importante,
debe ser en silencio y muy a tiempo; es muy importante que todos los elementos
6. técnicos se hayan probado antes de la entrada de los alumnos en el local de la
presentación. Sobre todo el volumen de audición.
5)Método experiencial. La experiencia ejerce diversas funciones en la catequesis, a la
luz de las cuales la existencia misma debe ser siempre debidamente valorada. El método
experiencial busca educar la fe apoyándose en las experiencias del destinatario, sea las
pasadas o provocando una presente.
Variaciones de este método son:
a.- La entrevista, que consiste en invitar a una persona con mucha preparación, de gran
testimonio de vida, para preguntarle ante los alumnos sobre el tema en cuestión.
b.- El recurso a la experiencia, que ayuda a reforzar el impacto de un tema o para hacer
entrar a los destinatarios muy personalmente en una sesión.
c.- La vivencia, que consiste en unir la explicación con la vivencia, al experimentar
directamente algunas cosas, reforzamos la memorización y el impacto emocional.
El uso adecuado de la experiencia personal del catecúmeno traerá los siguientes
beneficios:
a) Hacer que nazcan en el hombre intereses, interrogantes, esperanzas e inquietudes,
reflexiones y juicios, que se unen en un cierto deseo de transformar la existencia. Es
tarea de la catequesis procurar que las personas estén atentas a sus experiencias más
importantes, ayudarlas a juzgar a la luz del Evangelio las preguntas y necesidades que
de estas experiencias brotan, educar al hombre a vivir la vida de un modo nuevo. De
esta forma la persona será capaz de comportarse de modo activo y responsable ante el
don de Dios.
b) La experiencia ayuda a hacer inteligible el mensaje cristiano. Esto se ajusta al modo
de obrar de Jesús, que se sirvió de experiencias y situaciones humanas para anunciar
realidades sobrenaturales y divinas e indicar a la vez la actitud ante ellas. En este
aspecto, la experiencia es mediación necesaria para explorar y asimilar las verdades que
constituyen el contenido objetivo de la Revelación.
c) Estas funciones indican que la experiencia asumida por la fe viene a ser en cierto
modo ámbito en el que se manifiesta y realiza la salvación, en la que Dios, de acuerdo
con la pedagogía de la encarnación, se acerca al hombre con su gracia y lo salva. El
catequista debe ayudar a la persona a leer de este modo lo que está viviendo, para
descubrir la invitación del Espíritu Santo a la conversión, al compromiso, a la
esperanza, y así descubrir cada vez más el proyecto de Dios en su propia vida.
La iluminación y la interpretación de la experiencia a la luz de la fe se convierte en una
tarea permanente de la enseñanza catequética, no exenta de dificultades, pero que no
puede descuidarse, sin el riesgo de caer en contradicciones o en comprensiones
reduccionistas de la verdad.
Esta tarea hace posible una correcta aplicación del mutuo enriquecimiento entre las
experiencias humanas profundas y el mensaje revelado. Lo testifican ampliamente el
anuncio de los profetas, la predicación de Cristo y las enseñanzas de los apóstoles, que
por eso constituyen el criterio y la norma para todo encuentro entre fe y experiencia
7. humana en el tiempo de la Iglesia.
Lo más importante en nuestra misión es lograr que la gente acepta y viva en la Voluntad
de Dios. Debemos recordar siempre que el primer interesado en nuestra labor es Dios,
porque Suya es siempre toda iniciativa. Vamos a estar muy atentos, como catequistas, a
nuestra vida de oración, a nuestro testimonio y a encomendar desde el fondo de nuestro
corazón cada trabajo que hagamos a Dios.
Si somos buenos catequistas, no nos vamos a dar a nosotros mismos, vamos a dar a
Dios.