El documento trata sobre el neoestructuralismo, un enfoque económico surgido en los años 1980 que busca lograr el crecimiento económico con equidad social a través de la industrialización y mayor autonomía nacional. El neoestructuralismo se centra en los desequilibrios externos y la heterogeneidad estructural y propone estrategias como transformar los patrones de producción y consumo y garantizar una mejor distribución de la productividad para alcanzar un desarrollo sostenible.