Las nuevas tecnologías han transformado las comunicaciones haciéndolas más rápidas, efectivas y sin intermediarios. Esto ha generado herramientas como blogs, redes sociales y mensajería instantánea que facilitan el intercambio de información. Sin embargo, también puede sobrecargarnos, por lo que debemos aprender a clasificar y organizar la información de manera adecuada. Las organizaciones ahora pueden comunicarse más dinámicamente con sus públicos a través de estos nuevos canales.