Las ondas de choque son ondas acústicas que se transmiten a través de la piel para tratar calcificaciones y dolor. Se usan para desintegrar depósitos cálcicos sin dañar los tejidos. Pueden ser radiales, enfocadas en un punto, y causan cambios metabólicos que inducen analgesia y fragmentan las calcificaciones. Se usan comúnmente para tendinitis y otras condiciones musculoesqueléticas.