Las calculadoras de bolsillo han permitido que los estudiantes dediquen su tiempo y energía a otras actividades en lugar de realizar cálculos complejos manualmente. Antes, los estudiantes se enfocaban en rutinas como operaciones complejas, pero ahora esas habilidades se han vuelto superfluas debido a la disponibilidad de calculadoras que automatizan los cálculos. Los procedimientos de cálculo dependen de los instrumentos utilizados, como el cálculo mental, escrito o con ábaco.