Este documento explora la posibilidad de que la legendaria tierra del Paititi buscada en la Amazonía suroccidental tuviera un prototipo histórico en una de las sociedades indígenas del norte de los Llanos de Mojos en la época prehispánica tardía. Analiza fuentes históricas que mencionan al Paititi desde el siglo XVI y la evidencia arqueológica, concluyendo que el Paititi podría estar vinculado a los cayubabas, un pueblo que los jesuitas contactaron en
Curacas y Sucesiones Costa Norte - Maria RostworowskiMario Burga
En este libro se ocupa de las sucesiones de los cacicazgos de Reque / Callanca/ Monsefú, Nariguala de Catacaos, Punta de La Aguja, Nonura y Pisura, Lambayeque y Ferreñafe, Regulos de Chimor.
Este documento presenta información sobre la historia y fundación de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Resume que la ciudad fue fundada el 26 de febrero de 1561 por el capitán Ñuflo de Chávez a orillas del arroyo Sutó. Después de varios traslados debido a conflictos con pueblos indígenas, la ciudad se estableció definitivamente en su ubicación actual en 1595. También describe los planes del Concejo Municipal para celebrar los 454 años de la fundación de Santa Cruz de la Sierra con un acto protocolar y
Historia de la Ciudad de San Nicolás de los Arroyos por Damián MenéndezRicardo Primo
El documento presenta un resumen de la historia de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos. Explica que la ciudad fue fundada el 14 de abril de 1748 por Rafael de Aguiar y su esposa en tierras de su propiedad. También describe el combate naval que tuvo lugar frente a la ciudad el 2 de marzo de 1811 entre la escuadra patriota al mando de Juan Bautista Arzopardo y la escuadra realista española, el cual terminó con la derrota de los patriotas.
El documento presenta una historia de la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones, Argentina. Explica que la región ha estado habitada por pueblos indígenas durante miles de años y fue evangelizada por los jesuitas en el siglo XVI. Relata los acontecimientos políticos que llevaron al establecimiento actual de Posadas como capital provincial en 1879, incluyendo la expulsión de los jesuitas y el dominio paraguayo y correntino sobre partes de Misiones. También presenta leyendas locales como la del
Este documento resume la historia de Pedro Bohórquez, un aventurero español que logró hacerse coronar como Inca de los calchaquíes en 1656 engañando a los indígenas y españoles. Bohórquez ganó la confianza de los calchaquíes haciéndose pasar por el último descendiente de los incas. Convenció a los españoles de que podía someter a los indígenas y revelar la ubicación de yacimientos de metales preciosos. El gobernador del Tucumán lo reconoció
Este documento describe a las capullanas, mujeres que gobernaban en la costa norte de Ecuador y sur de Perú en la época prehispánica. Según varios cronistas españoles, las capullanas dirigían pueblos enteros y desempeñaban roles de liderazgo político y económico. Sin embargo, es posible que su poder haya sido limitado y que principalmente se encargaran de tareas domésticas al frente de los curacazgos, mientras los hombres se dedicaban a la agricultura y la guerra. Algunas capullanas
Resea historica de_santa_cruz_en_la_epoca_de_la_fundacinMaribel Ojeda
La ciudad de Santa Cruz de la Sierra fue fundada en 1561 por Ñuflo de Chaves. Originalmente formó parte de la Gobernación de Santa Cruz de la Sierra dentro del Virreinato del Perú. En 1782 se transformó en la Intendencia de Santa Cruz de la Sierra dentro del nuevo Virreinato del Río de la Plata. La ciudad fue trasladada dos veces, en 1604 y 1622, debido a problemas con los ataques indígenas. Las Misiones Jesuitas en Chiquitos florecieron pero decayeron después de la expulsión de los jesuitas en 1767
Este documento resume información sobre el turismo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Detalla la historia y fundación de la ciudad, sus primeros habitantes, personalidades importantes, lugares turísticos, comidas típicas, el carnaval y otras fiestas, universidades y más. El turismo es una parte importante de la economía y cultura de Santa Cruz de la Sierra.
Curacas y Sucesiones Costa Norte - Maria RostworowskiMario Burga
En este libro se ocupa de las sucesiones de los cacicazgos de Reque / Callanca/ Monsefú, Nariguala de Catacaos, Punta de La Aguja, Nonura y Pisura, Lambayeque y Ferreñafe, Regulos de Chimor.
Este documento presenta información sobre la historia y fundación de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Resume que la ciudad fue fundada el 26 de febrero de 1561 por el capitán Ñuflo de Chávez a orillas del arroyo Sutó. Después de varios traslados debido a conflictos con pueblos indígenas, la ciudad se estableció definitivamente en su ubicación actual en 1595. También describe los planes del Concejo Municipal para celebrar los 454 años de la fundación de Santa Cruz de la Sierra con un acto protocolar y
Historia de la Ciudad de San Nicolás de los Arroyos por Damián MenéndezRicardo Primo
El documento presenta un resumen de la historia de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos. Explica que la ciudad fue fundada el 14 de abril de 1748 por Rafael de Aguiar y su esposa en tierras de su propiedad. También describe el combate naval que tuvo lugar frente a la ciudad el 2 de marzo de 1811 entre la escuadra patriota al mando de Juan Bautista Arzopardo y la escuadra realista española, el cual terminó con la derrota de los patriotas.
El documento presenta una historia de la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones, Argentina. Explica que la región ha estado habitada por pueblos indígenas durante miles de años y fue evangelizada por los jesuitas en el siglo XVI. Relata los acontecimientos políticos que llevaron al establecimiento actual de Posadas como capital provincial en 1879, incluyendo la expulsión de los jesuitas y el dominio paraguayo y correntino sobre partes de Misiones. También presenta leyendas locales como la del
Este documento resume la historia de Pedro Bohórquez, un aventurero español que logró hacerse coronar como Inca de los calchaquíes en 1656 engañando a los indígenas y españoles. Bohórquez ganó la confianza de los calchaquíes haciéndose pasar por el último descendiente de los incas. Convenció a los españoles de que podía someter a los indígenas y revelar la ubicación de yacimientos de metales preciosos. El gobernador del Tucumán lo reconoció
Este documento describe a las capullanas, mujeres que gobernaban en la costa norte de Ecuador y sur de Perú en la época prehispánica. Según varios cronistas españoles, las capullanas dirigían pueblos enteros y desempeñaban roles de liderazgo político y económico. Sin embargo, es posible que su poder haya sido limitado y que principalmente se encargaran de tareas domésticas al frente de los curacazgos, mientras los hombres se dedicaban a la agricultura y la guerra. Algunas capullanas
Resea historica de_santa_cruz_en_la_epoca_de_la_fundacinMaribel Ojeda
La ciudad de Santa Cruz de la Sierra fue fundada en 1561 por Ñuflo de Chaves. Originalmente formó parte de la Gobernación de Santa Cruz de la Sierra dentro del Virreinato del Perú. En 1782 se transformó en la Intendencia de Santa Cruz de la Sierra dentro del nuevo Virreinato del Río de la Plata. La ciudad fue trasladada dos veces, en 1604 y 1622, debido a problemas con los ataques indígenas. Las Misiones Jesuitas en Chiquitos florecieron pero decayeron después de la expulsión de los jesuitas en 1767
Este documento resume información sobre el turismo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Detalla la historia y fundación de la ciudad, sus primeros habitantes, personalidades importantes, lugares turísticos, comidas típicas, el carnaval y otras fiestas, universidades y más. El turismo es una parte importante de la economía y cultura de Santa Cruz de la Sierra.
Santa Cruz de la Sierra fue fundada el 26 de febrero de 1561 por el Capitán General Ñuflo de Chaves con autorización del virrey. La ciudad se estableció a orillas del arroyo Sutó con 90 españoles y más de 1000 nativos de guaraníes, chiquitos y chanés. Ñuflo de Chaves fue un explorador incansable que cruzó América del Sur de lado a lado en múltiples expediciones y jugó un papel clave en la fundación y desarrollo inicial de Santa Cruz de la Sierra.
1) El documento describe la historia del pueblo de San Pedro de Challacollo en Bolivia desde su fundación en el siglo XVI. 2) Fue fundado por los agustinos para congregar a los indígenas Urus y evangelizarlos, estableciendo el convento y hospital de Challacollo. 3) La plaza mayor del pueblo sigue siendo el centro de las tradiciones culturales y las representaciones anuales de la fundación de Challacollo.
El documento describe el origen y primeros asentamientos de humanos en la región de Monterrey, México. Se menciona que expediciones españolas llegaron a la zona en el siglo XVI y fundaron algunos de los primeros pueblos, incluyendo la ciudad de León en 1569. Más tarde, en 1596, Diego de Montemayor fundó formalmente la ciudad de Monterrey con la autorización del virrey de México.
Tumaco es el segundo puerto más importante de Colombia en el Pacífico después de Buenaventura. Tiene una población de 187,084 habitantes, la mayoría de los cuales son afrodescendientes. Fue fundado en 1640 por el sacerdote jesuita Francisco Ruggi, quien trasladó la ciudad de Santa Bárbara a su ubicación actual. La principal actividad económica es el comercio marítimo y fluvial debido a que solo dos municipios tienen acceso por carretera.
El Imperio Inca se originó en la zona del valle del Cuzco en Perú alrededor del año 1100 d.C. Se expandió bajo líderes como Pachacuti Inca Yupanqui para controlar un vasto territorio en los Andes centrales hacia 1438. El imperio alcanzó su máximo tamaño bajo el mando de Topa Inca Yupanqui, abarcando parte de los actuales Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina. La civilización inca dejó pocos registros escritos, por lo que gran parte
El documento describe la historia de Matagalpa, Nicaragua desde los pueblos indígenas originales hasta la formación de la ciudad y la ciudadanía en el siglo XX. Explica cómo los Matagalpas fundaron el área y cómo los españoles establecieron el corregimiento. También destaca la importancia del patrimonio cultural e histórico de Matagalpa y la necesidad de que los ciudadanos participen en su conservación.
El documento resume la historia del departamento de Tolima y la ciudad de Venadillo. Explica que Venadillo fue fundado en 1543 por españoles que encontraron minas de oro en la región. Los primeros pobladores eran de las tribus indígenas Citírques y Guambaimas. Aunque los españoles se asentaron allí, tuvieron que lidiar con la resistencia de las tribus Pijaos y Panches. El documento también describe otros asentamientos españoles tempranos en Tolima y los conflictos con los Pijaos a lo largo de
1. El documento habla sobre la historia y ubicación geográfica de la ciudad de Huaraz en Perú. 2. Se menciona que Huaraz data de hace aproximadamente 2,000 años y fue habitada por las culturas Chavín y Wari preinca. 3. La ciudad de Huaraz fue fundada formalmente en 1574 durante la época virreinal española.
Este documento describe la cultura turística de la ciudad de Huaraz, Perú. Detalla la ubicación geográfica de Huaraz, su origen prehispánico, historia colonial y actual desarrollo turístico. Huaraz se encuentra en la sierra norcentral del Perú y es conocida por sus paisajes de montañas y actividades de aventura.
Este documento describe la cultura turística de la ciudad de Huaraz en Perú. Explica la etimología del nombre Huaraz y su origen prehispánico, ubicación geográfica, historia desde la época prehispánica hasta la colonia, y propone mejorar el turismo en la región para que Huaraz sea un destino más popular.
Este documento presenta una breve historia de la Escuela Morelos en Apatzingán, Michoacán. Comenzó como una escuela solo para varones en 1895 en una finca propiedad del gobierno estatal, pero fue quemada en 1913. En 1914 se trasladó a la antigua cárcel y luego a varias otras ubicaciones temporales hasta que en 1955 se inauguró el edificio actual en donde aún se encuentra. También incluye una descripción del pueblo de Apatzingán en los años 1920-1940, destacando sus calles estrechas,
Este documento describe la cultura turística de la provincia de Huaraz en Perú. Detalla la historia de Huaraz desde la época prehispánica hasta la actualidad, incluyendo su ubicación geográfica, divisiones políticas, personajes históricos, atractivos turísticos como museos, lagunas y baños termales, gastronomía local, danzas tradicionales y festividades. El objetivo es promover el turismo en esta región andina rica en cultura e historia.
Este documento presenta un resumen del diario de viaje de María Graham durante su estadía en Chile en 1822 y su viaje posterior al Brasil en 1823. Describe su llegada a Santiago y sus impresiones iniciales de la ciudad, incluyendo detalles sobre la arquitectura colonial y las costumbres sociales de la época. También relata algunas de sus visitas a sitios como la Casa de Moneda y la Biblioteca Nacional, así como su participación en bailes y otros eventos sociales de la elite santiaguina.
1. El documento describe brevemente la historia y características de Villa Montes, un municipio del departamento de Tarija en el suroeste de Bolivia.
2. Villa Montes fue fundada en 1860 como una misión jesuita y actualmente tiene una población de aproximadamente 14,900 personas de diversos orígenes étnicos como aimaras, quechuas y chaqueños.
3. La economía local se basa principalmente en la agricultura, la ganadería y el comercio.
La ciudad de Yapeyú fue fundada el 4 de febrero de 1627 por los jesuitas Nicolás Mastrilli Durán, Roque Gonzáles de Santa Cruz y Pedro Romero. Se estableció en la desembocadura del arroyo Guavirabí, un punto estratégico para comunicarse con la región hasta Brasil y controlar el paso hacia Buenos Aires. Los jesuitas eligieron este lugar también por la presencia de los guaraníes, a quienes ya conocían y cuya lengua dominaban, lo que facilitaba la conversión al catolicismo.
Este documento presenta información sobre el turismo en la provincia de Huaraz en Perú. Explica que Huaraz se originó como un asentamiento humano pre-Chavín hace unos 2,000 años y actualmente es la capital del departamento de Áncash. También describe algunos de los principales atractivos turísticos de Huaraz como el Santuario del Señor de la Soledad, los restos arqueológicos de Waullac y Wilcahain, los baños de Monterrey y el Parque Nacional Huascarán. El documento concluye que
La ciudad de Puno se encuentra en el lago Titicaca a 3,825 metros sobre el nivel del mar, con una población de aproximadamente 210,000 habitantes. La ciudad no es muy interesante, con la mayoría de los edificios hechos de adobe y techos de metal. Sin embargo, Puno es conocida por sus sitios turísticos como el lago Titicaca y Sillustani, así como por su rica cultura de danza, con más de 300 danzas tradicionales todavía practicadas en y alrededor de la ciudad.
Los pobladores en su mayoría son agricultores u obreros agrícolas, pequeños ganaderos. Practican la agricultura de subsistencia con la que apenas logran satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo en los sistemas de producción generalmente no emplean insumos artificiales que contaminen el ambiente. Por otra parte, la agricultura practicada por los Penachís es tradicional, al igual que las actividades ganaderas. Las técnicas de producción se transmiten de generación en generación, estos están llenos de mitos y creencias.
Este documento resume la historia de Quinistacas y Omate en el sur de Perú desde los orígenes prehispánicos hasta la actualidad. Explica que la región estuvo influenciada por varias culturas antiguas como Juli-Lupaq'c y Tiahuanaco. Los españoles fundaron Quinistacas y Omate en 1537 y establecieron la encomienda de Omate en 1540. La erupción del volcán Huaynaputina en 1600 destruyó los pueblos, que fueron reconstruidos después. El
Santa Cruz de la Sierra fue fundada el 26 de febrero de 1561 por el Capitán General Ñuflo de Chaves con autorización del virrey. La ciudad se estableció a orillas del arroyo Sutó con 90 españoles y más de 1000 nativos de guaraníes, chiquitos y chanés. Ñuflo de Chaves fue un explorador incansable que cruzó América del Sur de lado a lado en múltiples expediciones y jugó un papel clave en la fundación y desarrollo inicial de Santa Cruz de la Sierra.
1) El documento describe la historia del pueblo de San Pedro de Challacollo en Bolivia desde su fundación en el siglo XVI. 2) Fue fundado por los agustinos para congregar a los indígenas Urus y evangelizarlos, estableciendo el convento y hospital de Challacollo. 3) La plaza mayor del pueblo sigue siendo el centro de las tradiciones culturales y las representaciones anuales de la fundación de Challacollo.
El documento describe el origen y primeros asentamientos de humanos en la región de Monterrey, México. Se menciona que expediciones españolas llegaron a la zona en el siglo XVI y fundaron algunos de los primeros pueblos, incluyendo la ciudad de León en 1569. Más tarde, en 1596, Diego de Montemayor fundó formalmente la ciudad de Monterrey con la autorización del virrey de México.
Tumaco es el segundo puerto más importante de Colombia en el Pacífico después de Buenaventura. Tiene una población de 187,084 habitantes, la mayoría de los cuales son afrodescendientes. Fue fundado en 1640 por el sacerdote jesuita Francisco Ruggi, quien trasladó la ciudad de Santa Bárbara a su ubicación actual. La principal actividad económica es el comercio marítimo y fluvial debido a que solo dos municipios tienen acceso por carretera.
El Imperio Inca se originó en la zona del valle del Cuzco en Perú alrededor del año 1100 d.C. Se expandió bajo líderes como Pachacuti Inca Yupanqui para controlar un vasto territorio en los Andes centrales hacia 1438. El imperio alcanzó su máximo tamaño bajo el mando de Topa Inca Yupanqui, abarcando parte de los actuales Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina. La civilización inca dejó pocos registros escritos, por lo que gran parte
El documento describe la historia de Matagalpa, Nicaragua desde los pueblos indígenas originales hasta la formación de la ciudad y la ciudadanía en el siglo XX. Explica cómo los Matagalpas fundaron el área y cómo los españoles establecieron el corregimiento. También destaca la importancia del patrimonio cultural e histórico de Matagalpa y la necesidad de que los ciudadanos participen en su conservación.
El documento resume la historia del departamento de Tolima y la ciudad de Venadillo. Explica que Venadillo fue fundado en 1543 por españoles que encontraron minas de oro en la región. Los primeros pobladores eran de las tribus indígenas Citírques y Guambaimas. Aunque los españoles se asentaron allí, tuvieron que lidiar con la resistencia de las tribus Pijaos y Panches. El documento también describe otros asentamientos españoles tempranos en Tolima y los conflictos con los Pijaos a lo largo de
1. El documento habla sobre la historia y ubicación geográfica de la ciudad de Huaraz en Perú. 2. Se menciona que Huaraz data de hace aproximadamente 2,000 años y fue habitada por las culturas Chavín y Wari preinca. 3. La ciudad de Huaraz fue fundada formalmente en 1574 durante la época virreinal española.
Este documento describe la cultura turística de la ciudad de Huaraz, Perú. Detalla la ubicación geográfica de Huaraz, su origen prehispánico, historia colonial y actual desarrollo turístico. Huaraz se encuentra en la sierra norcentral del Perú y es conocida por sus paisajes de montañas y actividades de aventura.
Este documento describe la cultura turística de la ciudad de Huaraz en Perú. Explica la etimología del nombre Huaraz y su origen prehispánico, ubicación geográfica, historia desde la época prehispánica hasta la colonia, y propone mejorar el turismo en la región para que Huaraz sea un destino más popular.
Este documento presenta una breve historia de la Escuela Morelos en Apatzingán, Michoacán. Comenzó como una escuela solo para varones en 1895 en una finca propiedad del gobierno estatal, pero fue quemada en 1913. En 1914 se trasladó a la antigua cárcel y luego a varias otras ubicaciones temporales hasta que en 1955 se inauguró el edificio actual en donde aún se encuentra. También incluye una descripción del pueblo de Apatzingán en los años 1920-1940, destacando sus calles estrechas,
Este documento describe la cultura turística de la provincia de Huaraz en Perú. Detalla la historia de Huaraz desde la época prehispánica hasta la actualidad, incluyendo su ubicación geográfica, divisiones políticas, personajes históricos, atractivos turísticos como museos, lagunas y baños termales, gastronomía local, danzas tradicionales y festividades. El objetivo es promover el turismo en esta región andina rica en cultura e historia.
Este documento presenta un resumen del diario de viaje de María Graham durante su estadía en Chile en 1822 y su viaje posterior al Brasil en 1823. Describe su llegada a Santiago y sus impresiones iniciales de la ciudad, incluyendo detalles sobre la arquitectura colonial y las costumbres sociales de la época. También relata algunas de sus visitas a sitios como la Casa de Moneda y la Biblioteca Nacional, así como su participación en bailes y otros eventos sociales de la elite santiaguina.
1. El documento describe brevemente la historia y características de Villa Montes, un municipio del departamento de Tarija en el suroeste de Bolivia.
2. Villa Montes fue fundada en 1860 como una misión jesuita y actualmente tiene una población de aproximadamente 14,900 personas de diversos orígenes étnicos como aimaras, quechuas y chaqueños.
3. La economía local se basa principalmente en la agricultura, la ganadería y el comercio.
La ciudad de Yapeyú fue fundada el 4 de febrero de 1627 por los jesuitas Nicolás Mastrilli Durán, Roque Gonzáles de Santa Cruz y Pedro Romero. Se estableció en la desembocadura del arroyo Guavirabí, un punto estratégico para comunicarse con la región hasta Brasil y controlar el paso hacia Buenos Aires. Los jesuitas eligieron este lugar también por la presencia de los guaraníes, a quienes ya conocían y cuya lengua dominaban, lo que facilitaba la conversión al catolicismo.
Este documento presenta información sobre el turismo en la provincia de Huaraz en Perú. Explica que Huaraz se originó como un asentamiento humano pre-Chavín hace unos 2,000 años y actualmente es la capital del departamento de Áncash. También describe algunos de los principales atractivos turísticos de Huaraz como el Santuario del Señor de la Soledad, los restos arqueológicos de Waullac y Wilcahain, los baños de Monterrey y el Parque Nacional Huascarán. El documento concluye que
La ciudad de Puno se encuentra en el lago Titicaca a 3,825 metros sobre el nivel del mar, con una población de aproximadamente 210,000 habitantes. La ciudad no es muy interesante, con la mayoría de los edificios hechos de adobe y techos de metal. Sin embargo, Puno es conocida por sus sitios turísticos como el lago Titicaca y Sillustani, así como por su rica cultura de danza, con más de 300 danzas tradicionales todavía practicadas en y alrededor de la ciudad.
Los pobladores en su mayoría son agricultores u obreros agrícolas, pequeños ganaderos. Practican la agricultura de subsistencia con la que apenas logran satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo en los sistemas de producción generalmente no emplean insumos artificiales que contaminen el ambiente. Por otra parte, la agricultura practicada por los Penachís es tradicional, al igual que las actividades ganaderas. Las técnicas de producción se transmiten de generación en generación, estos están llenos de mitos y creencias.
Este documento resume la historia de Quinistacas y Omate en el sur de Perú desde los orígenes prehispánicos hasta la actualidad. Explica que la región estuvo influenciada por varias culturas antiguas como Juli-Lupaq'c y Tiahuanaco. Los españoles fundaron Quinistacas y Omate en 1537 y establecieron la encomienda de Omate en 1540. La erupción del volcán Huaynaputina en 1600 destruyó los pueblos, que fueron reconstruidos después. El
Este artículo examina las visiones de los jesuitas españoles y portugueses sobre el río Amazonas durante los siglos XVII y XVIII. Inicialmente, los jesuitas de las misiones de Maynas entendieron sus misiones como la mejor forma de garantizar el dominio español en la región. Sin embargo, el fracaso de este modelo los acercó a la visión portuguesa de explorar las riquezas del río como una fuente de prosperidad basada en el poblamiento y la agricultura.
Los Yurimaguas eran una etnia indígena que habitaba las orillas del río Amazonas, entre las desembocaduras de los ríos Yutaí y Yurúa. Hablaban un idioma diferente de las lenguas tupíes de la región. El jesuita Samuel Fritz estableció una estrecha relación con los Yurimaguas y fundó una misión entre ellos en 1689. Fritz sintió un gran afecto por esta etnia y defendió sus intereses frente a los portugueses. Los Yurimaguas desarrollaron una gran
F A S C I C U L O Nº 33 D I C I E M B R E 09vicentico
El documento presenta información sobre los Saltos del Moconá, una impresionante caída de agua ubicada en Misiones, Argentina. Los saltos tienen una extensión de 2500 metros y hasta 30 metros de altura. Se encuentran en un parque provincial sin infraestructura. También se brinda información sobre la leyenda histórica de la separación de las tribus Tupí y Guaraní y sobre figuras históricas como Roque González de Santa Cruz, fundador de la ciudad de Posadas. Finalmente, se incluyen recetas típicas y detal
El documento resume la historia de las culturas precolombinas en América y Chile. Explica las teorías sobre el poblamiento de América y la presencia humana en Chile hace unos 9,000 años. Detalla las diferentes etnias que habitaron la zona central de Chile, incluyendo a los Picunches, y la influencia inca en la región. También describe la llegada de los conquistadores españoles y sus interacciones con los pueblos originarios.
Este trabajo llegó a mis manos en forma directa por la misma autora, la Señorita Jeannette López, una santotomeña. Que ocupó el cargo de Presidente del Consejo General de Educación de la Nación. El libro original que fué escaneado y luego transformado por mi al formato de texto word, lleva una dedicatoria a mi persona y a mi esposa Angélica. Profesor Jorge Acuña.
Este documento resume la etnografía y la historia de los Campa, un pueblo indígena de la Amazonía peruana. Detalla su localización, lengua, demografía, economía y creencias espirituales. También describe las primeras exploraciones de los españoles en el siglo XVI, incluyendo las entradas de los jesuitas y franciscanos en los siglos posteriores, así como algunos de los míticos y personajes históricos asociados con los Campa.
Este documento resume la historia de Guaitarilla desde la época prehispánica hasta el período colonial. Originalmente habitada por los indígenas Guaitaros, la región fue conquistada por los españoles en el siglo XVI y entregada como encomienda a Hernando de Ahumada. En 1616 fue fundado oficialmente el pueblo de Guaitarilla por los padres mercedarios. En 1800, Francisca Aucuc y Manuela Cumbal lideraron una sublevación en Guaitarilla en protesta por los abusos y altos impuestos,
Este documento resume la historia y el desarrollo de Chala desde sus orígenes prehispánicos hasta la actualidad. Explica que Chala fue originalmente poblado por las culturas Paracas, Nazca y Wari, y que los incas usaron su puerto para comerciar productos. También describe cómo los españoles evangelizaron a los pobladores indígenas y cómo Chala prosperó como puerto importante durante el siglo XIX antes de ser devastado por un maremoto en 1948. Finalmente, resume las tradiciones y festividades actuales de Chala
Los cholones fueron los primeros habitantes del valle del Alto Huallaga. Fundaron el pueblo de Uchiza en 1790 cerca del río que lleva el mismo nombre. Sin embargo, constantes inundaciones forzaron a los pobladores a mudarse a otra ubicación. La danza cholona honraba a la "Uchina", un instrumento utilizado para alejar espíritus malignos y zancudos. Los cholones eran guerreros que se pintaban el cuerpo con jagua para camuflarse y resistieron la expansión incaica hacia la selva.
1) La región de Piura estuvo habitada por diversas etnias preincaicas como los Ayahuacas, Huancapampas, Tallanes y Sechuranes, que dejaron vestigios arqueológicos. 2) Con la llegada de los Incas, algunas etnias como los Tallanes huyeron al norte, mientras que otros como los Ayahuacas y Huancapampas fueron sometidos. 3) Tras la conquista española, San Miguel de Tangarará fue fundada en 1532 como el primer asentamiento español en el Perú,
La Misión Jesuita su arquitectura y urbanismo, en América española, Nueva España, Sonora-Arizona, , I Congreso Internacional Chiquitano Baja California, Perú Suramérica, Amazonas
Literatura Peruana: Desde la etapa prehispanica hasta Bryce EcheniqueLa Akademia
Este documento resume aspectos de la literatura prehispánica de los incas. Explica que la literatura incaica era oral y anónima, transmitida de generación en generación por los Amautas o sabios. Incluía géneros como el mito, la leyenda y la épica, que celebraban la religión inca y las hazañas de los gobernantes. Se detalla sobre algunos mitos fundacionales del imperio inca como el de Manco Cápac y Mama Ocllo, así como el mito de Pacaritampu.
Este documento resume la historia y ubicación actual de la comunidad étnica Poqomchi' en Guatemala. Antes de la llegada de los españoles, los Poqomchi' ocupaban un amplio territorio en las regiones de Alta Verapaz y Baja Verapaz. Los frailes dominicos evangelizaron a los Poqomchi' pacíficamente en el siglo XVI y establecieron varias reducciones en su territorio. Actualmente, la comunidad Poqomchi' está compuesta por siete municipios en Alta Verapaz y Baja Verapaz, con apro
1) El Perú es un país soberano ubicado en América del Sur, con costas en el océano Pacífico y límites con Ecuador, Colombia, Brasil, Bolivia y Chile.
2) Tuvo diversas civilizaciones preincaicas como Caral-Supe y el Imperio Incaico que dominó gran parte de Sudamérica en el siglo XV.
3) Tras la conquista española en 1532, el territorio se configuró como un virreinato colonial dedicado a la explotación minera con trabajo forzado, aunque hubo rebeliones como
Los diaguitas eran un conjunto de pueblos independientes que habitaron el noroeste de Argentina y el norte de Chile entre los siglos V y XVI. Desarrollaron una avanzada cultura agrícola, metalúrgica y alfarera. Resistieron la conquista inca pero finalmente fueron dominados. Tras la llegada de los españoles, su cultura entró en declive aunque algunas comunidades se mantienen en la actualidad.
El documento resume las principales fuentes de información sobre el surgimiento de los Incas, incluyendo fuentes materiales, orales y escritas. Las fuentes materiales incluyen restos arqueológicos como cerámica, tejidos y utensilios. Las fuentes orales son leyendas, mitos y cuentos transmitidos oralmente. Las fuentes escritas incluyen crónicas escritas por soldados, religiosos y autores contemporáneos. El documento también proporciona detalles sobre algunas fuentes específicas como la Leyenda de
El documento describe la leyenda de La Tirana, la fiesta religiosa más grande de Chile. Según la leyenda, en el siglo XVI la princesa inca Huillac Hui se enamoró de un minero portugués y fue bautizada, pero ambos fueron asesinados. Su entierro dio origen a la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana. Con el tiempo, la fiesta se convirtió en una mezcla de rituales cristianos e indígenas que atrae fieles de Chile, Perú y
La Unidad Educativa Voces Vitales es un establecimiento de educación legalmente establecido que cuenta con la autorización otorgada por la Dirección Departamental de Educación de La Paz del Ministerio de Educación – Resolución Administrativa No. 603/2014. Voces Vitales es la primera institución educativa a nivel nacional que cumple a cabalidad lo establecido por la Ley Avelino Siñani en relación a la promoción efectiva de la convivencia pacífica en las aulas escolares. Trabajamos en la erradicación de toda forma de violencia en el ámbito educativo para el desarrollo de una sociedad donde se privilegia una cultura de paz.
La Unidad Educativa Voces Vitales fue creada el año 2014 por la Lic. Karen Flores Palacios, periodista, comunicadora social y pionera en la lucha contra toda de violencia en las aulas escolares. Su trabajo para sensibilizar sobre el acoso escolar se remonta al año 2008 cuando empezó a investigar sobre esta temática.
El año 2009, Karen llevó adelante el primer estudio sobre el bullying en Bolivia denominado “Diagnóstico Nacional: Por el derecho a una vida escolar sin violencia". Gracias a este trabajo pionero se desarrollaron una serie de acciones con autoridades nacionales del Ministerio de Educación, el Defensor del Pueblo y particularmente con el Gobierno Municipal de La Paz para incorporar el acoso escolar en la agenda pública y para que esta temática reciba debida atención en las instancias estatales.
Este documento describe la historia de la lucha de las mujeres y otros grupos por la igualdad de derechos y la participación política. Los movimientos feministas del siglo XIX y XX lucharon por el derecho al voto, la educación y la presencia en espacios públicos dominados por los hombres. Gracias a sus esfuerzos, se lograron avances como convenciones internacionales sobre los derechos de la mujer y la perspectiva de género en planes y políticas estatales. Sin embargo, las mujeres tuvieron que superar muchos obstáculos
Una panorámica al sexismo en los medios de comunicación de Bolivia, gracias al estudio desarrollado con la Coordinadora de la Mujer "Narrativas mediáticas sexistas" 2016, La Paz.
Políticas Públicas, Descolonización y Despatriarcalización en Bolivia, Estado...Patricia Flores Palacios
Artículo de Patricia Flores Palacios "Rastreando los orígenes de la dominación:
cuando la diosa fue sustituida por el mito de dios"
LA PAZ , AGOSTO 2011
Este documento explora la posibilidad de que la tierra mítica del Paititi, buscada por siglos en la Amazonía sudoccidental, tuviera un prototipo histórico en una de las sociedades indígenas del norte de los Llanos de Mojos en la época prehispánica tardía. Se usan fuentes históricas, datos arqueológicos y detalles etnográficos para argumentar esta hipótesis. En particular, se discute el primer avistamiento registrado de los indios cayubabas por el jesuita
1) José Agustín Palacios realizó exploraciones de los ríos Beni, Mamoré y Madera entre 1844 y 1847, describiendo la provincia de Mojos.
2) En 1845, el gobierno boliviano le encargó explorar los ríos y lagos del oriente de Bolivia para establecer comunicaciones fluviales.
3) Exploró el lago Rogo-aguado y determinó que este se conectaba con el río Beni y Mamoré, lo que permitiría la navegación entre estos ríos.
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La Paz urdiembre de magia,
ritmos y tensiones
"De ahí que la magia de la ciudad, si se quiere, no es otra cosa que la magia de la soledad."
Jaime Sáenz
Este documento trata sobre las narrativas transmediáticas y la interconectividad multimedia. Describe cómo las narrativas se expanden a través de múltiples plataformas como películas, televisión, cómics, libros, videojuegos y redes sociales. También discute cómo las nuevas tecnologías permiten que cualquier persona produzca y disemine mensajes a través de varios medios, dando lugar a innovadoras narrativas transmedia.
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El Paititi en los Llanos de Mojos.
Article · January 2012
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Vera Tyuleneva
University of San Martín de Porres
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2. EL PAITITI EN LOS LLANOS DE MOJOS
VERA TYULENEVA
1
Resumen
En el artículo se contempla la posibilidad de que la fantástica tierra del Paititi, buscada durante varios siglos
en la Amazonía suroccidental, tuviera un prototipo histórico en una de las sociedades indígenas del norte de
los llanos de Mojos de la época prehispánica tardía. Para sostener esa hipótesis, se emplean fuentes
históricas, datos arqueológicos y algunos detalles etnográficos. Es una versión resumida de un trabajo
desarrollado durante más de diez años.
Palabras clave: Paititi – cayubaba, cayuvava – Mojos – etnohistoria
La tierra del anhelo
El nombre “Paititi” generalmente evoca la imagen de una tierra rica, o de una ciudad llena de
fabulosos tesoros, ubicada en alguna parte de la Amazonía suroccidental, anhelada y buscada
infructuosamente desde el siglo XVI hasta nuestros días. A menudo el Paititi se toma como un
equivalente de El Dorado.
A pesar de la neblina fantástica que envuelve el nombre “Paititi”, muchas fuentes históricas
de los siglos XVI-XVII inducen a pensar que desde la época prehispánica esta palabra estaba
vinculada con una región amazónica concreta, cuya fama llegó hasta los Andes y fue recogida por
los primeros españoles asentados en el Perú. Todo parece indicar que la idea de la existencia del
lugar llamado “Paititi” no es una creación de la época colonial, ni un mito geográfico importado del
Viejo Mundo, sino que tiene raíces sudamericanas. En las fuentes tempranas casi nunca aparece
bajo esa denominación la figura de la “ciudad de oro”, sino la de una “provincia” o región, de un
río, de una laguna o de un jefe local.
La primera mención del término “Paititi” en la historia escrita surge en una fuente peruana,
la Relación de los Quipucamayos de Vaca de Castro en 1542, como parte de la lista de las
conquistas del Inca Pachacuti:
Inga Yupangue fué a quien llamaron Pachacuti Inga, que su interpretación es “mudamientos de
tiempo”. Fué hijo y subcesor de Viracocha Inga. Conquistó hasta lo último de los Charcas, hasta
los Chichas e Diaguitas y todas las poblaciones de la Cordillera de Andes y Carabaya y por bajo
hasta los términos de Quito y toda la costa de Tarapacá, que no le quedó cosa en la costa que no la
tuviese subjeta y debajo de su señorío; y lo que no podía por armas y guerra, los trajo a sí con
halagos y dádivas, que fueron las provincias de los Chunchos y Mojos y Andes hasta tener sus
fortalezas junto al río Patite y gente de guarnición en ellas. Pobló pueblos en Ayavire, Cane y el
valle de Apolo, provincia de los Chunchos (Quipucamayos 1974 [1542-1544]: 38-39).
Hacia 1570 Juan Álvarez Maldonado nos dejó una versión más desarrollada sobre el Paititi, dotada
de los inconfundibles matices de ‘noticia rica’:
Pasado el rrío llamado Paitite, la qual tierra tiene llanos que enpieçan desde pasado el dicho rrío;
estos llanos ternán de ancho quinze leguas, poco más, según la quenta de los yndios, hasta una
cordillera de sierra alta de nieves, que la semejan los yndios que la an visto como la del Pirú,
pelada; los moradores de los llanos se llaman Corocoros, y los de la sierra se llaman Pamaynos.
1
Antropóloga e historiadora, curadora del museo del convento de Santo Domingo – Qorikancha, Cusco, Perú.
Doctorando del Programa de Estudios Andinos, Pontificia Universidad Católica del Perú. benipando@yahoo.com.
3. Desta sierra dan noticia ser muy rrica de metales; en ella ay grandísimo poder de gente, al modo de
los del Pirú y de las mismas cirimonias y del mismo ganado y traje, y dizen que los Yngas del Pirú
vinieron dellos. Es tanta gente y tan fuerte y diestra en la guerra, que con ser el Inga del Pirú tan
gran conquistador, aunque enbió al Paitite por muchas vezes á muchos Capitanes, no se pudo valer
con ellos, antes los desbarataron muchas vezes; y visto por el Ynga quán poco poderoso era para
contra ellos, determinó de comunicarse con el gran Señor del Paitite y por vía de presentes, y
mandó el Ynga que le hiziesen junto al rrío Paitite dos fortalezas de su nombre por memoria de que
avía llegado allí su gente. (Álvarez Maldonado 1906 [1570-1629]: 64)
A partir de aquellas fechas y a lo largo de más de un siglo, el fabuloso reino del Paititi fue objeto
de incansables búsquedas desde Cusco, Cochabamba, el Alto Beni, Apolobamba y los llanos de
Chiquitos. En 1561 en Chiquitos fue fundada Santa Cruz la Vieja (trasladada a un nuevo sitio en
1603), punto que durante largas décadas funcionaba como una de las principales puertas hacia el
lejano sueño (Levillier 1976; García Recio 1988).
Mapa 1. El oriente de Bolivia
El Paititi y los jesuitas
Desde el siglo XVI la Compañía de Jesús mostraba vivo interés por la “noticia rica” del Paititi. En
los años 1580 se establece una residencia de los jesuitas en Santa Cruz de la Sierra. En una carta de
1585, llena de esperanzas y de euforia, el primer misionero, padre Diego Samaniego, escribe en el
camino a las tierras cruceñas:
Yo estava antes informado que las necesidades de Santa Cruz de la Sierra eran extremas y que
aquella tierra era puerta para los grandes Reinos de Paitití, y así me avía inclinado a ella. [...] Se me
asentó en el coraçón que Dios me quería para Santa Cruz. El Padre Provincial me respondió:
Parece que se han confrontado nuestros coraçones: desde el mesmo puncto también se ha asentado
en mi coraçón que os quiere Dios para Santa Cruz y quiere por vuestro medio descubrir el Paitití.
(Samaniego en Egaña 1954-74, t.3: 727-728).
Desde su residencia en Santa Cruz, la Compañía se mantenía al tanto de las expediciones en busca
del país anhelado. En 1585 el padre Jerónimo de Andión acompañó la infructuosa entrada del
gobernador Lorenzo Suárez de Figueroa por el río Guapay abajo. En 1617 otro jesuita, el padre
Jerónimo de Villarnao, participó en el “descubrimiento de los torococíes” con Gonzalo de Solís
Holguín.
En la obra del padre Pallas “Misión a las Indias” de 1620 nuevamente se manifiestan las
mismas ilusiones:
Ai grandes rastros y esperancas de hallar en esta prouincia mucha riqueza y que por ella se a de
entrar al descubrimiento de otras tierras y prouincias de Gentiles, hacia las cordilleras del piru por
esta parte del rio del paraguai i por la otra asia el Brasil donde dicen está la Gran Laguna de los
Moxos (ARSI Perú 22, 1620).
A los mediados del siglo XVII, cuando los conquistadores militares empezaron a perder el buen
ánimo y la paciencia, desalentados por los “nidos de arañas, çapos y mosquitos”, los jesuitas
perseveraban. Al final, fueron ellos, y no los gobernadores con rimbombantes títulos, los que
llegaron primeros a los llanos de Mojos, se establecieron ahí y desarrollaron una singular cultura
4. misional (Block 1994). De ellos recibimos los primeros informes sólidos y confiables acerca de la
población nativa de la zona.
Agustín Zapata y la evangelización de los cayubabas
En los últimos años del siglo XVII, cuando los numerosos grupos de los llanos ya estaban
cristianizados y reducidos en varias misiones, uno de los padres jesuitas de la misión de San
Francisco Javier en la corriente media del río Mamoré, emprendió viaje hacia el norte para conocer
nuevas naciones de infieles y sembrar entre ellas la fe católica. Fue él quien por primera vez se topó
con los indios cayubabas. El informe más completo y coherente sobre sus incursiones está en el
escrito del padre Provincial de la Provincia Peruana de la Compañía de aquel entonces, Diego de
Eguiluz:
El año pasado de 1693 salió el Padre á hacer mision por la dilatada provincia de los Canisianas, que
está, rio abajo hácia el Norte, veinticuatro leguas distante de su reduccion adonde pocos meses
ántes habian ido de guerra y muerto algunos para su sustento, dejando en señal de triunfo las tripas
de los difuntos enredadas en unas ramas las orillas del rio, donde fuesen vistas de sus enemigos.
[…] Estos Canisianas dieron noticia de mucha gente distante, más abajo del mismo rio, enemigos
mortales suyos, llamados los Cayubabas, á los cuales no pudo ir á visitar entónces el Padre hasta
despues que entraron las aguas, como lo hizo; y habiéndolos hallado rebeldes y puestos en armas
con las flechas ajustadas á sus arcos, se rindieron con las dádivas que el Padre Agustin les hizo de
cuchillos, chaquiras, y á los principales hachas ó machetes, con lo que quedaron muy contentos, y
retornaron alegres con sus pobres comidas de maní, yuca y maiz. La gente es muchísima, y sólo en
uno de los pueblos hay más dé dos mil almas, y los demas tendrán mil ochocientos, poco más ó
ménos. El cacique principal de estos siete pueblos, era un viejo venerable, con una barba cana y
muy larga, llamado Paititi, á quien en particular regaló el Padre Agustin, y en retorno le dió un
lanzon de chonta con una punta de hueso, que tenia en la mano, matizado todo de muy vistosas
plumas, en señal de amistad; pues para entablarla usan estos bárbaros el dar sus armas. Despues de
dos dias que gastó el Padre con estos Cayubabas, se volvió á su reduccion (Eguiluz 1884 [1696]:
33-34).
Continúa:
A fines del año pasado de 1695, mandó el Padre Pedro Marban, Superior de aquella mision, al
Padre Agustin Zapata que saliese, como los años antecedentes á sus misiones ántes que acabasen
las aguas por los buenos efectos que esperaba y tenia experimentados… […] En cuanto pudo,
prosigió su empresa hasta los Cayubabas á quienes había amistado el año antecedente. Habiendo
llegado á ellos le dieron más ciertas noticias que la vez pasada de la infinidad de gente que habitaba
la tierra adentro, y asi prosiguió costeando la misma falda de la serrania de los dichos Cayubabas
hasta llegar á ver y visitar muchos y muy numerosos pueblos de más de quinientas almas cada uno,
en otro temple distinto y mejor; y habiendo entrado en un pueblo muy grande, puesto en forma, con
plaza y calles, halló á toda la gente de él junto á la puerta de un templo dedicado al demonio, á
quien actualmente estaban ofreciendo sacrificios, puestos sus dioses todos en la puerta del templo,
vestidos muy curiosamente de plumas, con unas mantas vistosas, todas labradas, como las que usan
de gala los indios de nuestro Perú, y delante de ellos muchos cuartos de carne de ciervos, venados,
conejos y avestruces puestos en sus palanganas con una hoguera de fuego en el medio, que
continuamente arden de dia y de noche, y todo el pueblo alrededor del sacrificio. Así que vieron
entrar al Padre con los indios que le acompañaban, sin desamparar el holocausto, mandaron los
principales caciques á algunos de sus indios que fuesen á recibir y asistir al huésped hasta que
acabasen con su funcion. Vinieron despues todos, y el Padre procuró agradarlos con variedad de
donecillos y en especial al cacique principal que le dió un machete y un poco de estaño, á que
5. mostró su agradecimiento con la liberalidad de comidas que ellos usan. Y por ser de estraña lengua
no les pudo hablar el Padre, ni hallar intérprete, y asi le pidió por señas el Padre Agustin, un
muchacho que le dieron luego con buena voluntad, y se lo llevó para enseñarle la lengua moxa, con
ánimo de volver á ellos con este intérprete en habiendo bastante número de misioneros, y
persuadirles los medios de su salvacion. La gente es muchísima, dócil y muy obsequiosa tanto que
se pueden hacer muchas reducciones de á más de diez ó doce mil almas, porque no son tierras
anegadizas como las que al presente ocupan los Padres, sino muy hermosas y todas capaces de
sementeras (Eguiluz 1884 [1696]: 35-36).
Escribiendo este texto, Eguiluz evidentemente se basaba en las cartas de Agustín Zapata enviadas
desde las misiones de Mojos. Varias de ellas, junto con muchos otros documentos jesuíticos
referentes a Mojos, hasta hace unas décadas se conservaban en la Biblioteca Nacional de Lima.
Lamentablemente, en 1943 la mayor parte de los manuscritos de la colección de la Biblioteca fue
destruida por un incendio. Por suerte, una de las cartas, de especial relevancia para nuestro tema,
había sido publicada en 1906 en la colección de documentos del Juicio de Límites entre el Perú y
Bolivia. Al parecer, los compiladores de esta colección por alguna razón tenían una afición
particular por los textos vinculados con la búsqueda del Paititi. A continuación va un fragmento de
esta carta:
Acerca de la población grande que V. R. me dice, donde está el indio llamado Paititi, digo que la he
visitado en tres años seguidos; está en parages es p (hay un blanco), diversos de estos nuestros, de
mejor temple, donde se ve (hay un blanco) y el terruño es cascajoso, y por mejor beben agua de
pozo, y la bebí yo muy fresca y delgada; en tres leguas de distancia por tierra están cinco
poblaciones grandes, y la mayor es donde está el dicho Paititi, y me parece habría hasta cuatro ó
cinco mil almas en esos cinco pueblos, con más modo y aseo, sin comparación, que estos todos que
hemos visto; diéronme noticias de muchas poblaciones cercanas, que no pude ver, porque iva en
canoa y ya todo lo demás es muy alto de lomerías. […] Yo, en tiempo de aguas, que anda la canoa
dos veces más, e andado ocho días rrío abajo donde está la población del Paititi, y en todo este
tiempo no hay rrío ninguno que entre en éste, sino rriesitos pequeños. De más á más he estado con
unos indios que viven cuatro días de camino rrío abajo, que me dicen que más abajo de sus pueblos
entra un gran rrío en éste, el cual viene del Oriente (Zapata 1906 [1695]: 25-26).
De todos los documentos conocidos, esta carta presenta la evidencia más sólida del origen de la
palabra “Paititi”. Se trata de una información de primera mano, comunicada por el misionero, quien
personalmente había conocido al jefe de los cayubabas llamado Paititi y visitó algunas de las
poblaciones de esta nación. La descripción geográfica es sobria, sin elementos fantásticos ni
alusiones a fabulosos tesoros. La carta está fechada del 8 de mayo 1695, es decir, fue escrita antes
del último viaje de Zapata a la tierra de los cayubabas, si en los datos de Eguiluz antes citados no
hay confusión.
Si tenemos en cuenta que el nombre “Paititi” fue conocido en el Perú antes de la conquista
española, su origen no podría atribuirse al nombre propio de un personaje determinado, conocido
por Zapata a fines del siglo XVII. Obviamente, se trataría de un nombre hereditario o recurrente o,
quizás, no de un nombre propio, sino de una denominación genérica de los jefes locales. Se sabe,
por ejemplo, que entre los araonas, etnia de la familia tacana, existía un notable cacique Tarano, de
quien habla Álvarez Maldonado (1906 [1570-1629]). El nombre vuelve a surgir en los documentos
del siglo XVII, en algunos de ellos como gentilicio (“taranos”: Recio de León 1906 [1623-1627]).
Nicolás Armentia se topa con el mismo nombre de jefe araona a fines del siglo XIX (Armentia 2007
6. [1887]). En el caso del Paititi, el nombre (o título) de los jefes pudo haberse transformado en
etnónimo, lo cual es un caso típico, y también haberse extendido para señalar un río vecino.
Los cayubabas en la actualidad y en la historia
El grupo étnico cayubaba (o cayuvava) al cual pertenecía el jefe Paititi, existe actualmente y ocupa
los territorios entre el río Mamoré, el lago Rogoaguado y el río Yacuma. Su primera mención en las
fuentes históricas la debemos no a los jesuitas sino al franciscano Gregorio de Bolívar, en 1621.
Bolívar, quien proporciona unos datos sorprendentemente detallados para su tiempo sobre el oriente
boliviano, entre otros grupos étnicos incluye a los “cayabobos”, sin ubicación geográfica precisa,
pero en vaga relación con la corriente baja del río Beni (Bolívar 1906 [1621]: 221).
Hoy en día el principal centro poblado de los cayubabas es Exaltación de la Santa Cruz (fig.
1), sobre el río Mamoré, antiguamente misión jesuítica, fundada por el padre Antonio Garriga en la
primera década del siglo XVIII, poco después de los primeros encuentros con Agustín Zapata.
Además del pueblo de Exaltación, los cayubabas forman varias comunidades de menor tamaño.
Una de ellas es Coquinal donde en 2006 fue llevado a cabo el proyecto arqueológico “Rogoaguado”
(Tyuleneva 2007 y 2010).
Fig. 1. Exaltación, 2005
(Foto: Vera Tyuleneva)
Para el año 2004 el número estimado de ese grupo era 645 personas. Sin embargo, se pueden aplicar
varios criterios de pertenencia al grupo. La población total del municipio de Exaltación,
considerado como territorio cayubaba, es mucho mayor que la cifra arriba indicada, pero todos los
centros poblados son mixtos por su composición étnica. Los cayubabas viven ahí junto con los
movimas, cuyo principal centro administrativo es Santa Ana de Yacuma, y con los numerosos
colonos de diversos orígenes y procedencias. Gabriel René Moreno observó todavía a fines del siglo
XIX que “el indio de Exaltación tiene ahora consanguinidad con europeos, cruceños, collas y, lo
que es sensible, principalmente con negros, zambos y mulatos brasileños (René Moreno 1974
[1888]: 371).
Día a día crece la cantidad de familias mixtas. La mayoría de los pobladores de Exaltación y
de las comunidades circundantes, quienes se declaran explícitamente como cayubabas, tienen sólo
uno de los dos apellidos propio de este grupo, mientras el segundo generalmente es español,
movima, quechua o de otro origen.
El idioma cayubaba es aislado, no pertenece a ninguna de las familias lingüísticas
sudamericanas y no tiene parentesco aparente con ninguna lengua vecina. Hoy este idioma se
encuentra al borde de la extinción. Todavía viven unas cuatro o cinco personas quienes afirman
saberlo, pero su manejo, tanto del vocabulario como de la gramática, es muy reducido. En el
reciente estudio de Adelaar, según los datos proporcionados por Crevels, fueron registrados “dos
semi-hablantes en grupo de 800” (Adelaar 2004: 614) y fue expresada la urgente necesidad de una
mayor documentación y análisis de esta lengua.
Es posible que el vocablo “Paititi” provenga de la lengua cayubaba, aunque no se puede
afirmarlo, pues no figura en el único diccionario existente compuesto por Harold Key en los años
1960 (Key 1975). Los morfemas que podrían haber constituido esta palabra existen y están
registrados (Key 1967, 1975), pero las posibilidades de reconstruir correctamente su semántica por
el momento son mínimas.
Volviendo a los textos de Zapata y Eguiluz, sus descripciones geográficas de la tierra de los
cayubabas resultan bastante realistas. Es cierto que el río Mamoré a aquellas alturas no recibe
7. afluentes grandes sino sólo ríos menores. El terreno efectivamente es cascajoso. El cascajo de color
rojizo es laterita, abundante en óxidos de hierro, tipo de suelo propio de regiones cálidas, que se
forma en base a sedimentos. La pureza y el buen sabor del agua de los pozos, en comparación con
las de aquellos de la zona de Trinidad, son conocidos.
Uno de los detalles enigmáticos en las arriba citadas cartas de Zapata y en los textos de
Eguiluz es la mención de un terreno “alto de lomerías” y de “serranías”. Las tierras de los
cayubabas son llanas, sin considerables elevaciones. Pero hay que tomar en cuenta que no se conoce
con exactitud qué área ocupaba este grupo en los tiempos de su primer contacto con los jesuitas,
antes de su reducción en la misión de Exaltación. En 1715 el jesuita Antonio Garriga apunta como
límite de jurisdicción de la misión de Exaltación por el lado oeste “los pueblos viejos inclusive, así
de Cariobabas [cayubabas] como de Mobinas [movimas]” (Garriga 1906 [1715]: 38). Se comprende
que los “pueblos viejos” en aquel momento ya estaban despoblados.
Se sabe que los cayubabas vivían a las orillas del Rogoaguado y de varios afluentes
occidentales del río Mamoré, pero queda poco clara la cuestión de sus límites hacia el norte y el este
y la de su presencia en la margen oriental del Mamoré. Por lo tanto, no se puede decir con exactitud
qué lugares visitó el Padre Zapata. Está claro que no sólo navegó por el río, sino que en algunas
oportunidades viajó tierra adentro. Se podría suponer que se dirigió hacia el oeste del Mamoré, es
decir hacia Rogoaguado, porque en ese territorio, según indica el mapa de las misiones de Mojos de
1713 (mapa 2) y varios otros documentos, se concentraba la mayor parte de la población cayubaba
de aquella época.
Mapa 2. Misiones de Mojos. 1713
Las descripciones de pueblos grandes de “más de 500 almas” “con más modo y aseo, sin
comparación, que estos todos que hemos visto”, proporcionadas por Zapata y Eguiluz, dan una idea
de una sociedad económicamente próspera y políticamente bien organizada, lo cual podría explicar
los rumores acerca de la “tierra rica” que, transformados y multiplicados, llegaron a los Andes, a
Apolobamba y a Santa Cruz en forma de la fantástica leyenda del reino del Paititi.
Cerca de los inicios del siglo XVIII la información acerca del jefe cayubaba llamado Paititi
es repetida en la “Breve noticia de las misiones de Moxos”, documento atribuido a Diego Francisco
Altamirano, que reproduce el dato sin mayores detalles e innovaciones (Altamirano 1979 [1703-
1715]: 222).
Hacia el final ya del período de las misiones jesuíticas, en un documento anónimo publicado
por Joseph Barnadas, surge una curiosa y sumamente significativa referencia a los cayubaba:
El pueblo de la Exaltación es de la nación Cayubaba, de lengua distinta de las otras naciones. Ésta
fue la menos bárbara respecto de otras, porque tenían su gobierno, observando en su serie [?] de un
modo harto político para bárbaros. Cada pueblo en su gentilidad, como que vivían en behetrías,
apartadas unas parcialidades de otras, tenían uno como Gobernador que juntamente era su
sacerdote, quien tenía el cuidado de convocar a tiempos su pueblo a un adoratorio, donde hacía una
arenga a modo de plática al auditorio, según que lo estilaban; y concluido el razonamiento, daba a
cada uno del cómulo a mascar un poco de coca (de la cual esta nación, en su barbaridad, ella sola
usaba), siguiéndose a este convite, si no es que le llamamos especie de comunión, el regocijo de sus
festejos. Se dice de estos indios que tuvieron comunicación con el Inga y era gente vestida de ricos
tejidos de algodón, cuyas labores hasta ahora son de aplauso (Anónimo (Beingolea?) 2005 [1764]:
184-185).
8. El primer dato que llama atención en este conciso cuadro, es el de los supuestos contactos entre los
cayubabas y los incas. Aunque no esté sustentado por otros documentos históricos, tampoco por
evidencias arqueológicas, a la luz de nuestra problemática este dato resulta de suma importancia.
El segundo detalle, que de alguna manera concuerda con el primero, es el del uso ritual de la
hoja de coca. En los llanos de Mojos la coca no se cultiva. Actualmente se conoce y se usa por la
multiétnica población local gracias a las recientes migraciones de la sierra. Pero en la época de las
misiones en Mojos tal práctica no existía. El mismo autor del documento la señala como una
excepción. El lugar más cercano donde se registra esta costumbre en forma masiva es el piedemonte
andino de Apolobamba, a la orilla occidental del río Beni. El contacto prehispánico entre los
cayubabas y las etnias de Apolobabmba (principalmente con los diversos grupos de la familia
lingüística tacana) suena muy probable, tomando en cuenta la relativa cercanía geográfica de ambas
regiones. El empleo de la hoja de coca entre los cayubaba para fines rituales puede no sólo
significar un intercambio entre los cayubabas y los grupos tacanas, sino también hablar de una
influencia en las prácticas culturales.
Otro posible bien de intercambio entre los indios de piedemonte y los de los llanos podían
ser las hachas de piedra que se encuentran en abundancia en toda la extensión del actual
departamento del Beni a pesar de la escasez de material para su confección.
El comentario de Eguiluz acerca del parecido entre las mantas de los cayubabas y los textiles
peruanos encuentra un eco en el texto de la arriba citada crónica anónima que menciona los “ricos
tejidos de algodón”. Probablemente no se trata de un parecido realmente cercano entre los tejidos
andinos de lana y las vestimentas de los cayubabas. Lo que evoca ese parecido en las mentes de los
cronistas debe ser el mismo hecho del uso de ropa tejida, costumbre que en los tiempos
prehispánicos no fue muy difundida entre la población de las tierras bajas.
El arte textil de los cayubabas se menciona en las fuentes históricas de manera recurrente.
Incluso en los tiempos coloniales y republicanos, cuando la gran parte de la población indígena de
Mojos ya dominaba el arte textil, y casi en cada reducción había tejedurías, esta etnia parece
haberse destacado entre los vecinos por sus tejidos. Los “buenos texidos” de algodón se remarcan
en el expediente de la visita de 1792 en el pueblo de Exaltación como uno de los productos
comerciales más importantes (ANB GRM MyCh vol. 12 doc VII, 1792: 23). En 1832 d’Orbigny
hablaba de los finos tejidos de Exaltación (2002 [1835-47], tomo IV: 1470). Pero ya en el
transcurso del siglo XX esta tradición entre los cayubabas desapareció por completo bajo la presión
del mercado de los textiles industriales. Se olvidó la técnica del tejido y se extinguieron las
variedades locales de algodón. En los años recientes se hizo un intento de revivir este oficio en
Exaltación, pero la continuidad de la tradición ya se había interrumpido.
No se puede afirmar que la costumbre de producción de textiles y el uso de ropa tejida entre
los cayubabas era de algún modo fruto de una influencia andina. Sin embargo, tampoco se puede
descartar tal posibilidad.
Las noticias brindadas por Zapata y Eguiluz no cayeron en el olvido, y a lo largo de los
siglos posteriores en los escritos históricos (especialmente entre los autores eclesiásticos) se
difundió la tesis de las tierras de los cayubabas como la fuente inicial de la noticia rica del Paititi
(Rodríguez Tena 2004 [1780], Bovo de Revello 2007 [1848], Armentia 1905).
Exploraciones de José Agustín Palacios
A mediados del siglo XIX los lugares en cuestión fueron visitados por el destacado explorador
boliviano José Agustín Palacios. He aquí su testimonio:
9. Deseoso el Supremo Gobierno de saber si el gran Lago Rogo-aguado tenía comunicación con el
Beni, o si procedía de él, para facilitar su navegación por el Mamoré, me ordenó que lo
reconociera, con cuyo motivo mandé construir un bote y emprendí la marcha.
La principié del pueblo de Exaltación que es el más inmediato, con rumbo O. E. N. O. E., cinco
leguas hasta la estancia de La Cruz, habiendo pasado media legua antes el río Iruyané, que corre a
N. E., abundante de agua y capaz de ser navegado, ignorándose su procedencia que se supone del
Beni, o de algunos curiches o pantanos de los campos de Reyes. En la estancia hay un cerro chato,
cuya altura es de 300 varas, y su base cuádrupla. Está formado de sorochi blanco criadero de oro, y
constantemente está cubierto de pajonal y montaña, entre la que se encuentra el árbol que produce
la goma elástica.
De allí continué la marcha al OE. un cuarto NOE. hasta la estancia denominada San Carlos, que
dista ocho leguas de la anterior y que está situada entre varios curiches con alturas, cuyos buenos
pastos mantienen abundante ganado. Continuando la marcha al NOE. y después de haber caminado
tres leguas, encontré la laguna Ibachuna o del Viento, que tendrá la extensión de cuatro leguas de
latitud y ocho de longitud de N. a S. y cuyo desagüe camina por entre curiches, hasta el lago Rogo-
aguado. Seguí dirigiéndome al NO. un cuarto N. dos leguas, cambiando al OE. tres leguas, al NO.
dos leguas, y al O otras dos, por terrenos más bajos hasta el gran lago Rogo-aguado conocido
también con el nombre de Domú a cuya orilla existen aún vestigios de la antigua población de los
Cayubabas, que forman hoy el pueblo de Exaltación, con una zanja o foso en su circunferencia para
precaverse sin duda de las incursiones de los Chacobos, Caripunas o Pacaguaras.
No encontrando concluido allí el bote con que contaba, me embarqué en una canoa pequeña,
dirigiéndome a las dos islas del centro, que distan una legua, y que están cubiertas de bosques
impenetrables, cuyo piso es algo superior al lago, no pasando de una vara el fondo de éste en esa
parte (Palacios 1944 [1844-47]: 22-23)
Los hitos geográficos descritos por Palacios son hoy, después de un siglo y medio, perfectamente
reconocibles. Ya se ha mencionado el pueblo de Exaltación, principal centro poblado de los
cayubabas. La estancia La Cruz o, por otro nombre, el Cerro de la Cruz, existe todavía. La estancia
San Carlos, que desde los tiempos de los jesuitas proveía Exaltación de ganado, actualmente es una
comunidad con el mismo nombre situada al borde de una gran isla de bosque hacia el sudeste del
lago Rogoaguado. En ambos lugares se hallan múltiples evidencias de la presencia de asentamientos
prehispánicos (véase Walker 2004, Tyuleneva 2007 y 2010).
La laguna Ibachuna, que hoy se conoce bajo el nombre Guachuna o Huachuna, es una del
grupo de las lagunas menores, ubicadas al sur y al este del Rogoaguado: la Guachuna es la más
oriental de ellas y la más cercana a San Carlos. Le siguen hacia el oeste la Porfía, la Encerrada y la
Fortuna. Lo que tomó Palacios por el desagüe de la laguna Ibachuna, es, probablemente, la boca del
río Tapado: “reconocí la boca del arroyo de Ibachuna con grandes curiches” (Palacios 1944 [1844-
47]: 24).
Obviamente, el dato que más salta a la vista en esta descripción, es la mención de la zanja
que Palacios correctamente atribuye a la población prehispánica. Lo más probable es que se trate de
las mismas construcciones de tierra que se pueden observar actualmente al sur de la comunidad de
Coquinal (Tyuleneva 2007: 141). El testimonio de Palacios es la primera referencia arqueológica
sobre el lago Rogoaguado. El otro nombre del lago (“Domú”) que menciona el autor es un detalle
nuevo. Actualmente este nombre no se usa.
Las dos islas que visitó Palacios deben de ser Tesoro y Yomomal que se encuentran al frente
de Coquinal. En la isla con el sugestivo nombre de “Tesoro” se encontró material arqueológico en
2005 y 2006 (véase Tyuleneva 2010; Echevarría 2008). La isla Yomomal, que está más alejada de
la orilla del lago, es pequeña, pantanosa e inhabitable.
10. Algunos datos demográficos
Siguiendo la historia de los cayubabas a través de varios siglos, es fácil notar el drástico contraste
entre las primeras descripciones de populosas aldeas y las posteriores modestas cifras demográficas.
El padre Zapata daba los siguientes alentadores números: “la gente es muchísima, y solo en uno de
los pueblos hay más de 2.000 almas, y los demas tendrán 1.800, poco más ó menos” (Eguiluz 1884
[1696]: 34). En su segundo viaje Zapata visitó tierra adentro “muchos y muy numerosos pueblos de
más de 500 almas cada uno” (Eguiluz [1696] 1884: 35). Basándose sobre estos datos, el cálculo
aproximado de la población total de los cayubabas daría cerca de 4.000 personas como mínimo.
Aun suponiendo que el padre Zapata, llevado por la euforia, exageró el número de los potenciales
feligreses, la diferencia sigue siendo demasiado notoria. Las excavaciones de John Walker en el
sitio El Cerro mostraron una considerable concentración de población en un solo asentamiento
(cerca de 2.000 personas), lo cual confirma la información proporcionada por Zapata (Walker 2004:
111).
Cuando el padre Antonio Garriga establece la misión de Exaltación en 1709, la funda tan
sólo con 400 indios, de los cuales en poco tiempo quedan 120 a causa de una peste (Baptista
Morales 1995: 82). Aun tomando en cuenta que no todos los cayubabas desde el comienzo
formaron parte del proceso de la reducción, y que una parte del grupo seguía por cierto tiempo
viviendo en sus comunidades de origen, esta cifra da un contraste considerable con los cálculos
demográficos de Zapata. Una estadística del año 1713 de la población de Exaltación da el número
de 1.400 almas (Vargas Ugarte 1964: 83). A los mediados del siglo XVIII la cifra estimada de sus
habitantes era de 2.000 personas aproximadamente (Anónimo (Beingolea?) 2005 [1764]: 185). En
los tiempos post-jesuíticos, los expedientes de dos Visitas en el pueblo de Exaltación de los
cayubabas hablan de 1.061 almas en 1792 y de 1.156 en 1797, respectivamente (ANB GRM MyCh
vol. 12 doc. VII, 1792 y vol. 16 doc. VII, 1797). Alcide d’Orbigny cuenta 1.984 habitantes en
Exaltación en 1832 (2002 [1835-47], tomo IV: 1470). En estos tiempos, aparentemente, en el
pueblo de Exaltación se concentraba toda la población cayubaba, con la pequeña excepción de la
arriba mencionada estancia San Carlos.
Evidentemente, el número de los cayubabas decayó drásticamente en el momento de la
primera reducción, a causa de las epidemias, luego creció y se mantuvo relativamente estable, sin
llegar jamás a las cuantiosas cifras iniciales. El fatal impacto biológico del primer contacto directo,
que parece ser un cuadro típico para las reducciones amazónicas, indudablemente aportó a la
ruptura cultural entre las sociedades mojeñas prejesuíticas y el nuevo orden reduccional.
Además, es lógico suponer que el contacto directo entre los jesuitas y los nativos de los
llanos de Mojos trajo una segunda, o tercera ola de enfermedades europeas, mientras la primera se
había expandido en Sudamérica todavía en el siglo XVI, tras la llegada de los primeros españoles a
las Indias.
De este modo, se hace más claro por qué las coloridas descripciones de Zapata y Eguiluz no
hallan continuación en las fuentes posteriores. Es muy probable que los misioneros que vinieron a
reducir a los cayubabas a los comienzos del siglo XVIII ni siquiera hayan llegado a conocer su
sociedad en toda su plenitud de antaño, topándose, en vez de una próspera y organizada etnia, con
unos pocos sobrevivientes del desastre.
La arqueología de la zona
Los avances de la arqueología en Mojos son lentos, y se enfrentan con una larga fila de obstáculos,
causados por la agreste naturaleza y la falta de infraestructura. Pero en las últimas dos décadas se
han hecho grandes pasos adelante. El mayor aporte para el estudio arqueológico de la región en
11. cuestión fue hecho por el investigador estadounidense John Hamilton Walker, quien en los años
1990 trabajó a las orillas de los ríos Omi e Iruyañez, dentro del antiguo territorio de los cayubabas
(Walker 2000, 2001, 2004, 2008).
En su especialización y sus objetivos, Walker siguió la línea de estudios trazada por William
Denevan (1970, 1982, 2001) y Clark Erickson (Balée y Erickson 2006), orientada hacia los patrones
agrícolas, los sistemas de subsistencia y la ecología prehispánica. El punto de interés de Walker
eran los campos de camellones en las cercanías del Omi y el Iruyañez y los sitios de ocupación
vinculados a ellos. Su objetivo fue determinar en qué épocas se cultivaban los camellones, qué
población podían sostener, cuándo y por qué razones fueron abandonados (fig. 2).
Fig. 2. Campos de camellones en el norte de los Llanos de Mojos
(Foto: Vera Tyuleneva)
Sus conclusiones se basaron mayormente en los resultados obtenidos en dos sitios de ocupación:
San Juan y El Cerro (este último lugar mencionado en el informe de José Agustín Palacios). Las
fechas radiocarbónicas de San Juan indican que el sitio fue poblado en los siglos V-VI D.C. En el
sitio fueron encontrados en abundancia fragmentos de cerámica con una característica decoración
pintada de color rojo/marrón sobre fondo crema (Walker 2004 y 2011).
La ocupación de El Cerro es mucho más tardía y corresponde al siglo XV D.C. Para este
último sitio, en base a la cantidad de depósitos culturales, Walker calcula un número de población
bastante elevado, de entre 1.800 y 2.000 personas. Esta cifra, señala el autor, concuerda con los
datos acerca del número de habitantes en los pueblos cayubabas que proporcionan Eguiluz y
Zapata, aunque no hay evidencias directas de que El Cerro siguiera poblado en la época del
contacto de los cayubabas con los jesuitas, es decir en el siglo XVII. Tal concentración de
población, según Walker, se hizo posible gracias a la agricultura intensiva de los camellones.
Los trabajos de Walker dan puntos de apoyo en la cronología arqueológica de la zona,
aunque se trate tan sólo de un primer paso en la investigación de este amplio territorio.
En toda la circunferencia del lago los lugareños, cultivando sus campos, encuentran
cerámica fragmentada en grandes cantidades, tanto utilitaria como fina decorada, con diversos tipos
de decoración, entre la que se puede constatar la prevalencia de los fragmentos pintados de color
rojo/negro/marrón sobre fondo crema. Algunos ejemplos muestran una clara similitud con la
cerámica encontrada por John Walker en el sitio San Juan, en otros casos el parecido es más lejano.
La misma cerámica se halla en cantidades más reducidas en la isla llamada “Tesoro” mencionada en
relación con el viaje de Agustín Palacios, situada a 1 km. de la orilla.
Las perlas de la laguna del Paititi
Una de las noticias más peculiares sobre la tierra del Paititi se encuentra en los escritos de Juan
Recio de León, quien estuvo a comienzos del siglo XVII en los ríos Tuichi y Beni y logró establecer
contactos bastante cercanos con los nativos de la zona. Recio narra sobre los indios anamas, quienes
vivían cerca de la confluencia del Tuychi con el Beni. De los anamas escuchó el autor lo siguiente:
Y preguntándoles qué noticia tenían de la gente que adelante avía, y del rumbo que llevavan estos
rríos, me traxeron tres ó quattro yindios principales, muy vaqueanos de aquellas navegaciones; y
haziéndoles preguntas, respondieron, que por tierra ó por agua llegavan en quatro dias á vna grande
cocha, que quiere decir grande laguna, que todos estos rríos causan en tierras muy llanas, y que hay
en ella muchas yslas muy pobladas de infinita gente; y que al Señor de todas ellas le llaman el gran
Paytiti, y que los yndios de aquellas yslas son tan ricos, que traen al cuello muchos pedaços de
12. ámbar, por ser amigos de olores, y conchas y barruecos de perlas, lo qual vide yo en algunos
Anamas. Y enseñándoles algunos granos de perlas que yo tenía, les dixe, que si se criavan en
aquellas conchas estos granos; y respondieron que los Paytites les davan todos aquellos géneros, y
que como aquellos granos no los sabían horadar para hazer sartas dellos, que los echavan por ay. Y
preguntándoles que de donde lo sacavan, dixeron que también lo avían preguntado á los Paytites, y
que les respondieron que de aquella concha (Recio de León 1906 [1623-1627]: 250-251).
La descripción se refiere a una laguna grande, a la cual se podía llegar por agua o por tierra en
cuatro días aproximadamente desde la confluencia del Tuichi con el Beni. Esta referencia podría ser
aplicable al lago Rogoaguado, aunque la distancia real hasta ese punto es algo mayor. Rogoaguado
efectivamente, tiene una isla con evidencias de ocupación humana, y es la mencionada isla Tesoro.
El detalle que más llama atención en este fragmento escrito, es la referencia reiterada a las
conchas de nácar y las perlas que se extraían de la laguna del Paititi. Durante las excavaciones a la
orilla norte del lago Rogoaguado en el año 2006 fueron encontradas grandes cantidades de conchas
de moluscos bivalvos que, aparentemente, servían como alimento a los pobladores nativos.
Montículos constituidos por conchas de moluscos también fueron encontrados a la orilla opuesta del
lago (lado sudeste) durante una de las prospecciones en la boca del río Tapado. Hace varios años en
otro lugar cercano a la boca del Tapado las mismas conchas fueron halladas en contextos
arqueológicos por Jaime Bocchietti, director del museo de Santa Ana de Yacuma (fig. 3). Las
muestras recogidas por él se encuentran hoy en el museo (Tyuleneva 2007 y 2010). Los
amontonamientos de conchas mezcladas con otros residuos recuerdan el tipo de sitios arqueológicos
conocidos en Brasil como “sambaquís” (Prous 1991: 204-265). Hallazgos de conchas enteras en la
zona de Trinidad y alto Mamoré, aunque sin datos acerca de su especie, están mencionados por
Nordenskiöld en 1913 (véase también Denevan 1980 [1966] : 42; Dougherty y Calandra 1981: 98).
Fig. 3. Conchas del molusco Leila Blainvilliana de contextos arqueológicos en la boca del río Tapado
(Museo Bocchietti, Santa Ana de Yacuma. Foto: Vera Tyuleneva)
Los moluscos del lago Rogoaguado fueron identificados como Leila blainvilliana (Lic. Roberto
Apaza, Unidad de Limnología, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz). Esta especie todavía
habita en el lago Rogoaguado, aunque a juzgar por las grandes cantidades de conchas en los
contextos arqueológicos, su población en las épocas antiguas era mayor que hoy.
A pesar de insistentes preguntas hechas a los nativos en diferentes partes del departamento
del Beni, nadie ha dado evidencias de su consumo actual. Aunque Rogoaguado es el único lugar
donde hasta ahora ha sido registrada esta especie en contextos arqueológicos, al parecer es bastante
común en las aguas dulces de las llanuras de Mojos, especialmente en las lagunas y los “curiches”
(pantanos). Las conchas contienen una gruesa capa de nácar y pueden producir perlas que tienen las
mismas características que otras perlas de agua dulce: pequeño tamaño y forma irregular.
El nácar de las conchas en las culturas locales, aparentemente también tenía cierto valor. En
el museo arqueológico de Trinidad existe en la exposición permanente un collar de este material.
Pero para la población prehispánica de Rogoaguado las perlas y el nácar de este molusco debían ser
productos secundarios. Su uso principal indudablemente era alimenticio.
El valor comercial de las perlas de agua dulce según los criterios de estética y economía
occidental, es bastante bajo, lo cual explica el hecho de que la noticia sobre ellas no tuviera mayores
consecuencias en los tiempos coloniales. Tampoco hoy este recurso se explota con fines
comerciales.
13. De este modo, la información sobre las perlas en la laguna del Paititi que da Juan Recio de
León y que repiten algunos otros autores, encuentra una explicación real y corrobora con la
suposición de que la legendaria “laguna del Paititi” es Rogoaguado.
El Paititi y los incas
No nos olvidemos de que el nombre “Paititi” hace su primera aparición en la historia escrita en el
Perú, en el año 1542, en la “Relación” de los Quipucamayos, como el “río Patite”, donde el Inca
Pachacuti fundó dos fortalezas. El Paititi vuelve a surgir en varias otras fuentes peruanas del siglo
XVI y comienzos del XVII: entre otros autores, lo mencionan Juan Álvarez Maldonado, Pedro
Sarmiento de Gamboa y Martín de Murúa, siempre en el contexto de las conquistas de los incas en
el oriente. Para Maldonado y Sarmiento, Paititi es un río; para Murúa, una provincia. En muchos
textos, sobre todo en los tardíos, es recurrente el motivo de los “incas refugiados” en el Paititi.
Cabe deducir que los incas tenían un determinado interés en la región en cuestión,
organizaron una o varias expediciones en aquella dirección, probablemente usando las preexistentes
rutas de intercambio (véase Saignes 1985). Pero aún no queda claro cuán lejos llegaron sus
incursiones hacia el oriente y qué carácter tenía su presencia ahí.
No hay evidencias de la presencia física de las huestes incas en el norte de Mojos, menos
que menos de colonias, enclaves u otros signos de control político, pero sí hay rastros de influencia
andina en la región colindante con Mojos, en las cercanías del río Beni. Es posible que el río Paititi
de las crónicas sea el Beni (o uno de sus tramos), porque este río sirve de frontera por un lado, y de
vía de comunicación por el otro lado, entre las tierras altas y las tierras bajas. Esta suposición ya ha
sido expresada antes por Pärssinen y Siiriäinen (2003).
Los sitios arqueológicos con posible filiación tawantinsuyana en los alrededores del Beni
son:
- La red vial de la cuenca del río Tuichi, cuya creación en las fuentes históricas se atribuye a
los incas (Estevez 2005);
- San Buenaventura, donde fue encontrada una tumba con elementos de ajuar posiblemente
andinos (fig. 4; Sagárnaga 1989; Tyuleneva 2007 y 2010);
- Baba-Trau (actualmente conocido como Uaua-Uno), asentamiento y cementerio en la
corriente media del río Beni, donde en el transcurso del siglo XX fueron encontrados un
aríbalo inca, tupus (prendedores) y hachas prehispánicas de metal (del Castillo 1929: 315;
fig. 5; Portugal 1978: 99);
- La “fortaleza Ixiamas”, estructura fortificada sobre uno de los afluentes del río Beni, con
rasgos de ingeniería inca y conocida bajo el nombre popular “cuartel del inca” (Giraut 1975
y Pia 1997);
- y la “fortaleza las Piedras” en la confluencia del Beni con el Madre de Dios (Pärssinen y
Siiriäinen 2003), donde hace menos de una década fueron encontrados fragmentos de
cerámica inca imperial y un adorno de aleación de cobre (fig. 6; Saiquita 2008: 70).
Fig. 4. Diadema de oro proveniente de un contexto funerario de San Buenaventura (río Beni),
recuperada por el arqueólogo Jédu Sagárnaga
(Museo de Metales Preciosos, La Paz. Foto: Vera Tyuleneva)
Fig. 5. “Aríbalo” inca y adorno metálico del sitio Baba-Trau (Wawa-Uno).
(Según Portugal 1978: 99)
14. Fig. 6. Adorno de aleación de cobre, encontrado en los años 2000 en el sitio “Fortaleza Las Piedras”.
(Según Saikita 2008: 70)
En varios de estos casos puede tratarse de frutos de intercambio comercial, sobre todo orientado
hacia objetos símbolos de prestigio, más que de huellas de contacto directo, pero en todo caso esos
ejemplos hablan de unos vínculos fuertes y sistemáticos.
Entre los actuales tacana, etnia que vive en la margen izquierda del río Beni, existía un
amplio corpus de narraciones y creencias alrededor de la figura del Inca (Hissink y Hahn 1961,
tomo 1), del cual aún se conservan algunas versiones. El Inca es un personaje mítico con rasgos
sobrenaturales: camina por los picos de las montañas, pone oro y plata en la tierra y planta
almendrales y gomales. El principal lugar sagrado de los tacana es el cerro Caquiahuaca, cuyo
nombre indudablemente es de origen quechua y significa “lugar del trueno”. Caquiahuaca al mismo
tiempo es el personaje protagonista de la mitología tacana, y su figura a menudo se fusiona con la
figura del Inca. En el vocabulario tacana desde la época colonial se han registrado múltiples
préstamos del quechua y del aymará, lo cual habla de fuertes y prolongados contactos con el mundo
andino.
Apolobamba colinda hacia el sur con la región conocida en la época colonial como Larecaja,
donde las influencias andinas han sido (y son) aún más evidentes y numerosas.
Conclusiones
Intentaremos reunir los retazos arriba enumerados en un solo cuadro coherente.
La célebre noticia rica del Paititi pudo haberse originado en el norte de los llanos de Mojos,
tierra poblada en la víspera de la conquista europea por el grupo cayubaba. La agricultura intensiva
practicada la región había llevado a un notable crecimiento demográfico, gran concentración de
población y había creado una imagen de prosperidad y abundancia que se transmitía en leyendas
geográficas entre las etnias vecinas. “Paititi” vendría a ser un nombre hereditario o recurrente (o
título genérico) de los jefes locales, luego aceptado como gentilicio y el nombre de la vía fluvial que
marcaba la frontera de la tierra del Paititi, el actual río Beni en su corriente media y baja.
La fama de la tierra del Paititi llegó hasta los Andes antes de la conquista española y quedó
registrada en algunas fuentes peruanas tempranas. Los incas tenían un marcado interés hacia las
regiones amazónicas y su presencia militar y política aparentemente llegó hasta la corriente media
(y quizás también en su corriente baja) del río Beni, desde donde ellos podían haber establecido
vínculos de intercambio con “la tierra del Paititi”, usando como intermediarios a los tacana.
La reducción de los cayubabas fue acompañada de una drástica caída demográfica a fines
del siglo XVII y comienzos del XVIII, causada por las epidemias, razón por la cual los misioneros
jesuitas, primeros europeos que entraron en contacto directo con esa etnia, no llegaron a observar
muchas características de su cultura de antaño.
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