El documento explica que los ordenadores necesitan instrucciones detalladas y paso a paso debido a que no tienen conocimiento intuitivo del mundo como los humanos. Propone un ejercicio en el que los participantes crean un laberinto y dan instrucciones a un compañero con los ojos vendados para atravesarlo usando solo giros y movimientos hacia adelante de forma similar a como se debe hablarle a una computadora.