El arte colonial se desarrolló en América durante los siglos XVI, XVII y XVIII cuando el continente estaba dividido en colonias dependientes del imperio español. El arte floreció bajo la influencia del barroco y las ideas católicas, y se usó para difundir el catolicismo y combatir las creencias indígenas. El arte colonial abarcó todas las expresiones artísticas y varió en su desarrollo dependiendo del progreso cultural, las condiciones geográficas y la organización social de cada colonia.