2. +
El precursor: Andrés de
Santamaría
Álvaro Medina en el recorrido por la sala
“Renovación vanguardista” no duda en señalar a
Andrés de Santamaría, como el iniciador de las
nuevas tendencias en la pintura del siglo XX en
Colombia.
Es el impresionista más importante de Colombia.
Pintor no formado en la academia pero que tuvo un
papel fundamental en el desarrollo de la plástica
colombiana
3. Impresionismo: liberación del poder expresivo del color; la luz se convierte
en el gran factor unificador de la figura y el paisaje
El lavadero sobre el Sena. 1887
4. Retrato de Jaime. 1929
Impresionismo: no fue
propiamente un “ismo” de
vanguardia, sino un antecedente
contra el que reaccionaron los
vanguardistas
5. +
Los principios del XX en Colombia
La revolución de Santamaría sufre un
parón. En las primeras décadas (los
20 y los 30) nada nuevo se genera
entre los artistas colombianos que se
mantienen al margen de la
efervescencia de las vanguardias
europeas.
6. +
Los muralistas colombianos
El muralismo
mexicano tiene una
gran influencia en
Sudamérica.
Entre todos los
muralistas
colombianos
destacan Pedro Nel
Gómez e Ignacio
Gómez Jaramillo
7. Pedro Nel Gómez. La sensualidad del trópico. Fragmento del mural Homenaje al
pueblo antioqueño. 1940
8. Pedro Nel Gómez: De izquierda a derecha mural “de la Bordadora a los Telares”, mural “el
Problema del Petróleo y la Energía” y el mural “el Trabajo y la Maternidad”
11. +
La década de los cuarenta:
la modernidad
Es en esta década cuando se deja atrás años de
estancamiento con la irrupción de artistas con una expresión
innovadora.
Destacan los expresionistas Carlos Correa y Débora Arango
12. +
El expresionismo nace en Alemania
a principios del s.XX
Junto al fauvismo francés son las primeras vanguardias del
siglo XX.
Más que un estilo con características propias comunes fue un
movimiento heterogéneo, una actitud y una forma de entender
el arte que aglutinó a diversos artistas de tendencias muy
diversas. Surgido como reacción al impresionismo, frente al
naturalismo y el carácter positivista de este movimiento de
finales del siglo XIX los expresionistas defendían un arte más
personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del
artista, la “expresión”, frente a la plasmación de la realidad, la
“impresión”.