El documento presenta un poema del autor Eladio de los Santos García. El poema describe una revelación que el autor recibió en un sueño del Dios de la Savia, quien le entregó la letra savia y le indicó que la hiciera florecer para que la humanidad conociera su significado. Tras despertar, el autor escribió el poema siguiendo las instrucciones recibidas en el sueño. El poema celebra la palabra del Dios de la Savia.

1. SUEÑO POLEN
E
LA
DIO
DE
LOS
SAN
TOS
GAR
CÍA
ELADIO DELOS SANTOS GARCÍA
Hijo primero de Felicia del Carmen García y Pablo
de los Santos (su mejor título). Poeta de saviduría
cuyos versos son pajaraguas, solunas, saviaves, tiem-
peces... Flora del sueño que más aflora en el verbo.
Ha publicado varios textos, pero como autor sólo
posee una sola testa, entidad que aquéllos se dis-
putan sin que hasta ahora se vislumbre reconci-
liación ni acuerdo al respecto. Los propios textos,
pueden a-testi-guarlo. Por suerte, no hay entre ellos
ninguno de tipo psiquiátrico, lo que equivaldría a
una muerte autoral homicida, a diferencia de la sui-
cida que planteaba Roland Barthes.
“Una noche, mitad de este mundo y mitad del otro,
a través de un sueño, el Dios de la Savia me hizo
esta revelación, para que yo la divulgara a los seres
humanos: “A ti te he escogido, porque has hallado
gracia ante mis ojos”. Así me dijo el Savio Creador.
Y enseñándome la forma vegetal perfecta, prosi-
guió: “Este es el signo del primer árbol del universo
cuya savia permanece aún en proceso de fotosínte-
sis. A ti te lo entrego, para que escribas con su tinta
de verditud sobre el papiro del tiempo, y conozcan
su significado todas las generaciones del mundo en-
tero”. Y me puso en mis propias manos la letra
savia, que es a la vez todas las letras del alfabeto de
la naturaleza. Luego añadió: “Pero en tu tarea esta-
rás orientado por la Norma de Oriente (cuna donde
resucita el Sol para orientar el curso de la Savia) cuya
forma es la misma del canon de esta letra y, sobre
todo, deberás hacerla florecer a la altura, profundi-
dura y horizontura del símbolo”. Eso me enco-
mendó el Dios de la Savia. Y yo obedecí su
mandato: tras despertar de aquel sueño, me dirigí al
escritorio, y tal como el Savio Creador me lo indicó
–con el canon de la letra savia y la norma de
Oriente-, escribí este poema sobre la página del
tiempo. Esta es la palabra del Dios de la Savia, y de
él sea la gloria de todos los tiempos…”
Sin lugar a dudas, este sistema del lucro
por el lucro, que hasta al amor le ha
puesto precio de moneda, no se deten-
drá a menos que no lo hagamos los seres
de conciencia. Es drácula sin escrúpulos
que históricamente ha chupado a huma-
nos de todas las edades, camaleón de la
historia: primero de color esclavista,
luego de color feudal y más tarde de
color mucho más cruel. Pero ahora es
mayor su atrocidad, porque ya no se con-
forma con la savia roja, ahora se chupa la
sangre verde. Antes fue carnívoro, pero
ahora también es herbívoro. Caníbal Flo-
rófago. Ahora su apetencia de destruc-
ción está resuelta a acabar con el timo de
la vida planetaria. Antes iba a la carne y
sólo engordaba los cementerios puesto
que la savia hacía retoñar el aliento muy
por encima de toda pérdida, incesante-
mente. Pero ahora ha enfilado sus col-
millos contra la flor y su primavera,
contra la más útil sonrisa de la flor… y si
no lo detenemos, no habrá historia para
contarla…
2009, R.D
OTROS LIBROS DEL AUTOR
1
Su obra/His work
Juan Bravo
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Bilingual edition
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