Este documento discute la importancia de considerar la trayectoria educativa completa de una persona con discapacidad, más allá de su tránsito por la escuela. Señala que las expectativas de los docentes y la forma en que etiquetan a los estudiantes pueden marcar su identidad de por vida. También resalta la necesidad de que la educación especial promueva trayectorias educativas integrales que conduzcan a la inclusión social y laboral.