El documento propone estrategias para una transición educativa efectiva entre la educación parvularia y el primer año de educación básica, incluyendo: 1) establecer interacciones pedagógicas positivas entre niños, docentes y niveles educativos; 2) favorecer la continuidad metodológica valorando el juego como aprendizaje; y 3) contar con recursos, materiales y equipo de trabajo de manera continua entre los niveles.