Las tecnologías de la información y la comunicación han permitido que la información se comparta rápidamente sin importar la distancia, eliminando la necesidad de interacción cara a cara. Esto ha cambiado la educación, permitiendo que los estudiantes aprendan a distancia con la ayuda de tutores y herramientas virtuales. La información se distribuye de manera asimétrica, con pocos receptores frente a una gran cantidad de generadores que disfrutan compartiendo su conocimiento.