6. 2. EL JUEGO DE ENSAMBLAJE : Consiste en encajar, ensamblar, superponer, apilar, juntar piezas, etc. Este juego se desarrolla cuando un niño/a se fija una meta - la de construir - y con un conjunto de movimientos, de manipulaciones o acciones suficientemente coordinadas, lo consigue. En los primero años de vida, las construcciones realizadas suelen ser de carácter muy simple, con elementos simbólicos y con frecuencia requieren la ayuda del adulto. Conforme se va aumentando en edad, las construcciones empiezan a ser más elaboradas y por ello se hace cada vez más imprescindible la secuencialización de las acciones y la necesidad de seguir con rigor las instrucciones de montaje proporcionadas por el fabricante Algunos ejemplos de este tipo de juegos son los puzzles y rompecabezas, los mecanos, las maquetas para construir y todos aquellos juegos en los que la actividad lúdica se centre de una forma u otra en apilar, encajar o unir piezas con vistas a conseguir resultados. Los juegos de ensamblaje contribuyen fundamentalmente a aumentar y afianzar la coordinación ojo-mano, la diferenciación de formas y colores, el razonamiento, la organización espacial, la atención, la reflexión, la memoria lógica, la concentración, la paciencia y la capacidad de interpretar unas instrucciones. Suelen favorecer también la autoestima y la autosuperación.
7. 3 . EL JUEGO SIMBÓLICO : Es aquel que implica la representación de un objeto por otro. Simula acontecimientos imaginarios e interpreta escenas verosímiles por medio de roles y de personajes ficticios o reales. Es el tipo de juego en el que el niño/a atribuye toda clase de significados, más o menos evidentes a los objetos. Es el juego de imitación a los adultos, de hacer como si fueran papás, mamás, médicos, maestros, peluqueros, camioneros, etc. Algunos ejemplos de este tipo de juguetes serían los vehículos, las muñecas, los talleres mecánicos, los juegos de médicos, los superhéroes, las naves espaciales, los tocadores, los disfraces y todos aquellos juegos que de una forma u otra reproduzcan el mundo de los adultos, ya se de situaciones cotidianas o de personajes de ficción. Los juegos simbólicos son fundamentales para comprender y asimilar el entorno que nos rodea. Con ellos, se aprenden y se ponen en práctica conocimientos sobre lo que está bien y lo que está mal y sobre los roles establecidos en la sociedad adulta. El desarrollo del lenguaje a muy asociado a este tipo de juegos pues los niños/as verbalizan continuamente mientras los realizan, tanto si están solos como si están acompañados. Favorecen también la imaginación y la creatividad.