15. Se enfoca a la atención de problemas con los
ecosistemas y su biodiversidad, las condiciones en
que se desarrollan las especies en sus respectivos
ecosistemas y el cuidado que se le debe de dar a
éstos dos para su sustentabilidad.
La conservación es la que da el carácter
sustentable al desarrollo y por ello sin
conservación la sustentabilidad es imposible. La
conservación se logra tanto con acciones directas
sobre los ecosistemas y su biodiversidad como con
indirectas que influyen en comportamientos y
decisiones de las personas. A su vez, la
conservación directa se compone de protección,
manejo y restauración, conceptos que se
constituyen en los tres ejes o pilares de la misma.
16. La protección es la forma tradicional de
hacer conservación y busca evitar que
se alteren las condiciones naturales que
inciden en el buen funcionamiento de un
ecosistema y su biodiversidad. Es
importante mencionar que no pretende
evitar el cambio, si no que ocurra de una
manera natural incluyendo algunos
regímenes de disturbio que les son
intrínsecos. Buscamos mantener el
sistema dentro de sus "límites de
cambio aceptables" simplemente
evitando intervenir en él o haciéndolo
sólo en casos muy concretos y de
manera muy sutil.
17. Finalmente, nuestra acción directa más
intensiva, la que requiere de los mayores
plazos para lograrse (y que
desafortunadamente es cada vez más
necesaria) es la restauración, que nos
permite recuperar parcial o totalmente
valores perdidos en los ecosistemas y su
biodiversidad. Cuando decimos
parcialmente nos referimos a una
afectación grave porque puede significar
la pérdida de especies o fenómenos
completos. Si bien la restauración es
costosa, debe de realizarse puesto que a
largo plazo sigue siendo una buena
inversión y, por el contrario, el no
efectuarla incrementa costos y puede
llevar mas allá del punto de no retorno.
Similarmente, los pilares de la
conservación indirecta son:
conocimiento, cultura y gestión.