El documento resume el avance del liberalismo y la democracia en España durante el reinado de Isabel II entre 1833 y 1868. Los liberales se dividieron en moderados y progresistas, generando tensiones sobre el poder de la reina versus el parlamento. Se aprobó una nueva constitución en 1837 e Isabel II favoreció a los moderados, dando lugar a otra constitución en 1845. Hubo también avances socioeconómicos como la desamortización de bienes del clero en 1836 a pesar de las divisiones políticas.