La inflamación es la respuesta protectora del cuerpo ante una lesión celular. Existen diferentes tipos de inflamación como aguda o crónica. La inflamación ayuda a eliminar el agente agresor y limitar la magnitud de la afección, pero también puede causar destrucción tisular. Los signos cardinales de la inflamación son rubor, calor, tumefacción y dolor, resultado de los cambios vasculares como vasodilatación y aumento de la permeabilidad capilar.