El documento describe cómo las prácticas sociales del lenguaje pueden ser un vehículo para aprender el lenguaje. Específicamente, señala que las prácticas sociales del lenguaje enriquecen el aprendizaje en la escuela, incrementan el conocimiento y uso del lenguaje, y permiten descubrir las convenciones de la lengua escrita a través de situaciones comunicativas.