2. INTEGRANTES : CODIGO:
• DIEGO CAMILO CARTAGENA JEMIO 73680
• CRISTEL DANITZA CAMPOS AQUINO 72725
• SHIRLEY DAYANNA BELLIDO DE LA CRUZ 74677
• DIEGO JOSIAS MAMANI CALCINA 72783
• FLOR CAMPOS AQUINO 72726
3. INTRODUCCION:
Un quiste del conducto tirogloso es una cavidad en la parte delantera del cuello que está llena de líquido. El niño
nació con este quiste , se forma a partir de tejido sobrante del desarrollo de la glándula tiroidea cuando se estaba
formando el embrión. La glándula tiroidea se ubica en la parte delantera del cuello, forma parte de las glándulas que
producen hormonas y que forman el sistema endocrino Un quiste tirogloso puede identificarse en cualquier punto a
lo largo del trayecto de migración de la glándula tiroides, pero casi siempre se ubica cerca o sobre la línea media del
cuello.
Como su nombre mismo lo indica se trata de un remanente quístico del conducto tirogloso, el 50% de estos quistes es
debajo del cuerpo del hueso hioides, esto también puede identificarse la base de la lengua o cerca del cartílago
tiroides, en ocasiones un quiste tirogloso se conecta hacia el exterior por medio de un conducto fistuloso.
La forma de presentación clínica clásica es la de una lesión redondeada, lisa, blanda, indolora, ubicada en la línea
media y en relación al hueso hioides. Existe un pequeño porcentaje de presentaciones sublinguales o
supraesternales, como el quiste tiene fijaciones al hueso hioides y al foramen ciego de la lengua, puede ser
traccionado hacia arriba, cuando el niño traga o saca la lengua.
El diagnóstico es confirmado por ultrasonido, que corrobora la lesión quística. Este estudio habitualmente permite
también evaluar la presencia de la glándula tiroides. Al no encontrarse ésta en el examen, es preciso realizar una
cintigrafía, ya que en esos casos el único tejido tiroideo existente pudiera estar en relación al conducto o quiste
tirogloso.
4. CASO CLINICO
PRIMER CASO:
Se presentan el casos clínicos que ilustran la presentación
clínica y el comportamiento en las pruebas complementarias
de esta entidad.
El primer paciente, un varón de 2 años, presenta un nódulo laterocervical derecho, no
doloroso, bien definido y adherido a planos profundos. En la ecografía se observa un
nódulo quístico de 8×11×17 mm en el espesor del tiroides.
En la gammagrafía I se objetiva un nódulo frío y captación homogénea del resto de la
glándula. Las pruebas de función tiroidea fueron normales.
Para lograr un diagnóstico definitivo se interviene encontrándose un quiste de contenido
mucinoso en el lóbulo superior derecho de la glándula compatible con quiste tiro-gloso. Se
realiza la exéresis de la lesión, confirmándose el diagnóstico en el estudio
anatomopatológico
5. EMBRIOLOGICAMENTE
Embriológicamente estas lesiones son consecuencia de la falla de obliteración del conducto tirogloso
posterior al descenso de la glándula tiroides alrededor de la sexta semana de vida fetal. Anatomo-
patológicamente los quistes se encuentran revestidos de epitelio pseudeoestratificado columnar o
estratificado escamoso y glándulas secretoras de mucus .
La complicación habitual de estas malformaciones es la infección con la flora bacteriana de la boca,
consecuencia de su comunicación persistente con la base de la lengua a través del foramen ciego. Los
quistes infectados presentan signos inflamatorios y pueden drenar al exterior.
El tratamiento recomendable es la extirpación quirúrgica y así prevenir su infección. La técnica fue descrita
en 1920 por Sistrunk e incluye la extracción del centro del hueso hioides, por cuyo interior va el conducto
tirogloso, y así, evitar la recidiva. La extirpación debe llegar hasta el foramen ciego lingual.
En presencia de infección quística, es necesario tratar ésta con antibióticos y posteriormente operar
6. Técnica quirúrgica:
1) Se realiza incisión cutánea horizontal, disimulada en
un pliegue cutáneo entre el hueso hioides y el cartílago
tiroides, con una longitud de 5 cm aproximadamente, lo
que permite la adecuada del esqueleto laríngeo y del
espacio preepiglótico y la base de la lengua:
2) El quiste puede estar localizado infra, supra o
prehioideo, pero siempre se debe vaciar el
espacio prelaríngeo medial y paramedial
7. 3) Se comienza desde abajo buscando la línea alba paramedial que separa los músculos
infrahioideos a nivel del cartílago cricoides, al separar los músculos se identifica el istmo
del tiroides, se secciona la pirámide de Lalouett si está presente y se liga con sutura
absorbible, se tracciona hacia abajo y el otro extremo del hilo sirve para realizar la tracción
del espécimen hacia arriba
8. 4) La membrana tirohioidea se secciona varios
milímetros por encima del cartílago tiroides para
acceder al compartimiento tirohioepiglótico, se
retira su contenido graso y se respeta la mucosa
de las valéculas
5)No se debe raspar el hueso hioides debía a
que se puede interrumpir el conducto tirogloso,
se debe seccionar el cuerpo del hioides a nivel
de las astas menores con cizalla de Moure o
tijeras Mayo. Luego el hueso hioides se
tracciona hacia abajo y se comienza la disección
suprahioidea evitando separar las partes y
mantener un solo espécimen.
9. 6)Se realiza la hemostasia necesaria y el cierre
por planos primero el muscular, luego el
subcutáneo y por último la piel, dejando un
drenaje de Penrrousse. Se han descrito
modificaciones a esta técnica como la de
conservar el cuerpo del hueso hioides.