La RCP consta de tres fases sucesivas: apertura de la vía aérea, ventilación pulmonar y mantenimiento de la circulación sanguínea. Se utiliza como procedimiento de emergencia cuando una persona deja de respirar o su corazón deja de latir correctamente, y puede ser necesaria debido a sobredosis, accidentes, ataques cardíacos u otras causas. Involucra realizar compresiones torácicas a una velocidad de 100-120 por minuto combinadas con ventilaciones cada 10 compresiones. Debe continuarse hasta que