Los receptores farmacológicos son macromoléculas proteicas localizadas en la membrana celular, citoplasma o núcleo celular con las que los fármacos interactúan selectivamente para modificar la función celular. Para que un fármaco genere un efecto debe unirse a un receptor con el que forma enlaces químicos reversibles, y activar segundos mensajeros que desencadenan una respuesta celular. Los fármacos agonistas imitan la acción de sustancias endógenas al unirse al receptor, mientras que