El alumno sale corriendo de la sala de clases, juega con amigos en el patio o recinto escolar a la pinta, escondidas o fútbol, y conversa sobre videojuegos, anécdotas o lo que están haciendo. Cuando suena el timbre, se forma en fila de mala gana para volver a clases mientras aún habla de lo que hizo en el recreo.