Los reinos germánicos incluyeron los visigodos, ostrogodos, lombardos, anglosajones y francos. Cada uno tenía una estructura política monárquica gobernada por un rey, aunque el poder variaba según el reino. Sus organizaciones sociales estaban definidas principalmente por la tierra y la agricultura, y progresivamente adoptaron el cristianismo, aunque originalmente algunos practicaban religiones paganas o el arrianismo.