El documento describe el resurgimiento de las monarquías en la Baja Edad Media en Europa. Las monarquías centralizaron el poder político y judicial sobre los territorios, sometiendo a los señores feudales y convirtiéndolos en miembros de sus cortes a cambio de beneficios. También obtuvieron el apoyo de las ciudades florecientes mediante la concesión de cartas y fueros que les daban libertades a cambio de impuestos y apoyo a la monarquía.