Las relaciones entre el oficialismo y la oposición en Bolivia son post-traumáticas debido a la revolución política de 2003-2008, competitivas por diferencias sobre el alcance del proceso de cambio, e ideológicamente tripartitas entre los Verdes, UN y MSM. La oposición necesitará presentar un candidato único para tener posibilidades de vencer a Evo Morales en 2014, pero mantendrá respuestas bipartitas a nivel ideológico debido a las diferencias entre UN/Verdes y MSM.