La rodilla está formada por la articulación de la tibia, el fémur y la rótula. Contiene dos articulaciones principales - la femororotuliana y la femorotibial - así como dos meniscos interarticulares en forma de medial y lateral. La articulación está unida por una cápsula articular, cuatro ligamentos periféricos y dos ligamentos cruzados. Los meniscos actúan como amortiguadores entre los huesos.