El documento describe los tres principales roles de un analista de sistemas: 1) como consultor externo que evalúa procesos de negocio con una perspectiva fresca aunque desconozca la cultura organizacional; 2) como experto en soporte técnico que utiliza su experiencia con hardware y software; y 3) como agente de cambio que cataliza el cambio mediante el desarrollo e implementación de planes para mejorar procesos.