El tutor tiene tres roles principales en los trabajos colaborativos: 1) contextualizar la actividad para que esté relacionada con los objetivos de aprendizaje y se refiera a situaciones del mundo real, 2) definir objetivos evaluables y claros, y 3) actuar como mediador, facilitador y guía brindando asistencia a los participantes. El tutor divide sus funciones en tres etapas: diseñar y planificar la actividad inicialmente, orientar y dar seguimiento durante el desarrollo, y evaluar el resultado final comparándolo con los criterios establecidos.