San Juan de Dios fundó la Orden Hospitalaria en el siglo XVI en Granada para atender a los enfermos y marginados. Comenzó recogiendo personas enfermas de la calle y abriendo pequeños hospitales. Pronto la orden se expandió por otras ciudades españolas. En 1568 recibió la primera aprobación del Papa como fraternidad hospitalaria dedicada a servir a los más necesitados siguiendo el ejemplo de misericordia de su fundador.