2 Esplendor y decadencia en América, Asia, África y Oceania
1.
2. Dependiendo de la Congregación
española y a partir de su establecimiento
permanente, en el primer tercio del siglo
XVII, la labor de los Hospitalarios
se extendió rápidamente
por el Continente americano.
Con el fin de regular la nueva situación
llegarán unas disposiciones
del Real Consejo de Indias, dictadas
para los Hermanos y sus Hospitales.
Hacia 1780 las estadísticas de las tres
Provincias americanas, sin contar
Filipinas, reflejaban los siguientes datos:
Provincia de San Bernardo, 11 hospitales
y 70 Hermanos; Provincia del Arcángel
San Rafael, 20 hospitales y 245 Hermanos
y Provincia del Espíritu Santo
26 hospitales y 255 Hermanos.
La Orden en América
3. Los inicios de la presencia de la Orden
en Asia, África y Oceanía hay que unirlos
a la expansión de las Coronas española
y portuguesa, en los siglos XVI y siguientes.
La colonización de nuevas tierras
y/o la defensa de otras, precisaban
el envío constante de flotas de la Armada,
en cuyos barcos se enrolaron Hospitalarios
para prestar servicio a los heridos
de guerra y a las gentes de los lugares
donde arribaban; ello hizo que muy pronto
llegasen Hermanos a los otros continentes.
El asentamiento permanente llegó
en los siglo XVII y XVIII, haciéndose cargo
de hospitales fundados por los reinos,
unas veces a petición de la Orden
y otras llamados por las autoridades.
Presencia de los
Hermanos en América,
Asia, África y Oceanía.
4. Al lado de religiosos de otros Institutos, encontramos a la Orden
Hospitalaria ejerciendo la caridad y practicando la hospitalidad
según el carisma de San Juan de Dios.
Hasta el siglo XIX, fecha en la que desaparecieron los Hermanos
en muchos lugares por las mismas razones que en Europa,
las características y las aportaciones a la evangelización
son muy parecidas en todos los lugares.
Presencia de los Hermanos en América, Asia, África y Oceanía.
5. Las causas que favorecieron la presencia
y expansión de la Orden en América
se debieron a la caridad y ciencia
de los Hermanos, y la forma de actuar
en muchos casos como hospitales
de misión, atendiendo
a las poblaciones cercanas.
La simpatía del pueblo
y de las autoridades se demostraba
en la generosidad que tenían
para colaborar económicamente
en la obra de los Hermanos,
pues la mayoría de hospitales tenían
rentas bajas asignadas. Existían también
muchas Hermandades y Cofradías
en los hospitales, que eran verdadero
apoyo espiritual, asistencial
y económico.
6. • - La llegada de los españoles
a América supuso también
la entrada de la fe cristiana:
sacerdotes y religiosos
acompañaban a los colonizadores,
con el fin de asistir espiritualmente
a las tropas , en nuestro caso
también como enfermeros ,
y extender el Evangelio.
• - La evangelización, mediante
el servicio a los enfermos
y necesitados, fue la gran aportación
de la Orden también en América.
Asistencia corporal y espiritual,
hoy diríamos integral, que,
como se ha indicado, fue de calidad
y muy reconocida. Hubo buenos
e ilustres médicos, cirujanos,
enfermeros y sacerdotes.
Aportaciones a la evangelización
de La Orden en América
7. • - Si bien la evangelización
a través de la predicación
no es el medio de la misión
de la Orden Hospitalaria,
en América los Hermanos
hicieron una gran labor pastoral
en las iglesias de los Hospitales,
en algunas parroquias y también
mediante la dedicación
de Hermanos a la catequesis
y formación.
• - La labor caritativa y abnegada
de los Hospitalarios
con los enfermos y la dedicación
de muchos de ellos a la limosna,
eran ocasiones para la evangelización
mediante sencillas palabras,
apoyadas en la coherencia de su vida.
Destacamos , en esta encomiable
labor, al Venerable Hermano
Francisco Camacho, en Lima.
Aportaciones a la evangelización
de La Orden en América
8. Los Hermanos vivieron cercanos a la
realidad de las personas del Nuevo
Continente y trabajaron
incansablemente en favor
de los más desfavorecidos.
En la época en que se iniciaron los
procesos de independencia,
hubo un compromiso de algunos,
reconocidos por el pueblo,
en la lucha, apoyo y servicio
al lado de los que buscaban
la independencia. Su testimonio
fue casi siempre desde la hospitalidad.
A varios Hermanos les costó el destierro
y la cárcel. Podríamos decir que fueron,
junto con otros religiosos, sacerdotes
y laicos, verdaderos pioneros
y antecesores de los testigos actuales
de la teología de la liberación.
Algunos ejemplos los tenemos
en las vidas de Fr. Agustín de la Torre,
Fr. José Rosauro Acuña y Fr. Pedro
Domínguez en Perú, Fr. Santiago
Monteagudo en Chile y el Beato
Fr. José Olallo Valdés en Cuba.
9. Aunque no hubo
fundaciones permanentes
en el continente asiático
hasta varios años más tarde,
en su continuo ir y venir con
las Armadas Española y
portuguesa, los Hermanos
establecieron puestos de
asistencia en las costas de
China, bien por epidemia y
contagios, bien por el gran
número de heridos en los
barcos tras algunas batallas.
La Orden en Asia
10. Los Hermanos llegaron a Filipinas
en 1611 y se hicieron cargo
de un hospital para convalecientes,
abierto por Fr. Juan de Gamboa
en Bagumbayan, extramuros
de Manila, que fue abandonado
posteriormente.
En realidad, sólo después de 1641
se consolidó la presencia
de los Hermanos en Filipinas, llegando
a constituirse en Viceprovincia
dependiente del Comisariado General
de México, con dos Hospitales
generales en Cavite y Manila
y otras fundaciones Cebu, Zamboanga
y San Rafael de Bulacan.
Las vicisitudes políticas y sociales
de España en el siglo XIX marcaron
la vida de la Orden en Filipinas
y a finales de dicho siglo
desapareció, permaneciendo
ese archipiélago sin presencia
de Hospitalarios hasta la llegada
de los Hermanos italianos en 1988.
Los Hermanos portugueses
fundaron varios hospitales
en las costas de la India:
Goa en 1685, Baçaim en 1686,
Diu en 1687 y Damão en 1693.
Estos hospitales siguieron
la misma suerte que la Provincia
portuguesa en cuanto
a su desarrollo y desaparición.
La Orden en Asia
11. Desde 1573 hasta 1834,
más de un centenar de Hermanos
acompañaron las campañas
de los soldados españoles,
en la defensa de plazas africanas
pertenecientes a la Corona Española,
en calidad de médicos, cirujanos
y enfermeros. Entre otros podemos
destacar la presencia del Hno. Pedro
Soriano en la conquista de Túnez
y Biserta, bajo la guía de D. Juan
de Austria en 1573, así como los
veinte Hospitalarios que, en 1843,
pasaron a Ceuta para combatir
el “contagio maligno”;
de ellos murieron trece.
La primera fundación estable
África fue llevada por los Hermanos
de Portugal en Mozambique (1681).
El decreto de mayo de 1834,
suprimió la presencia de la Orden
en aquellos países.
La Orden en África
12. En mayo de 1606 llegó a las costas
de Australia la primera expedición
que había partido del puerto
del Callao (Perú) medio año antes.
En la expedición iban cuatro
Hospitalarios con el fin de atender
a los enfermos, heridos
expedicionarios y con licencia
para fundar y administrar hospitales.
No obstante, no tenemos noticias de
que allí permaneciesen ni fundasen
hospitales, probablemente porque
los españoles tampoco llegaron
a establecerse. Las fundaciones
en Australia y Nueva Zelanda
se comenzaron a mediados del siglo
XX, por los Hermanos irlandeses.
La Orden en Oceanía
13. En la dilatada expansión
de Orden Hospitalaria
por todos los continentes
del mundo, existe una historia
heroica de muchos Hermanos,
testigos del Evangelio
de la Misericordia, que fueron
mártires por su entrega
a los enfermos y necesitados.
Sufrieron la persecución,
la violencia y la muerte.
También el contagio
de las epidemias
y los desastres de las guerras.
Fieles a la Hospitalidad hasta el martirio
14. - Brasil 1636: En el puerto de San
Salvador, a manos de piratas holandeses,
sufrieron el martirio los Hnos. Jesús Arana
y Acosta, portugués, y los españoles Francisco
Esforcia y Sebastián.
- Colombia 1637: Los Hnos. Diego
de San Juan, español, y Antonio de Almazán,
colombiano, murieron a manos de los indios
chocoes. En 1646, el Hno. Miguel Romero
y un religioso franciscano fueron martirizados
por los indios chocoes.
- Chile 1656: Los indios aucas
martirizaron al Hno. Gregorio Mejía,
en Valdivia. En 1795 el Hno. Bernardo Lugones
encontró la muerte, a manos de los indios
araucanos.
- Filipinas 1725: En Buenavista,
hoy San Rafael de Bulacan, fueron martirizados
por tribus negroides, Fr. Antonio de Santiago,
en la segunda mitad del siglo XVII, y Fr. Antonio
Guemez en 1731. Fr. Lorenzo Gómez fue
asesinado mientras se dedicaba a la limosna
en el norte de Luzón.