Este documento presenta recomendaciones sobre cómo los odontólogos deben manejar casos de fracaso en el tratamiento de pacientes. Sugiere que los odontólogos evalúen las causas del fracaso sin emitir juicios, considerando las condiciones en que se realizó el tratamiento original y informando al paciente sobre nuevas opciones de tratamiento. También recomienda que los odontólogos aprendan de los errores ajenos para mejorar su propia práctica y evitar iatrogenias, actuando siempre con ética profesional.