Estado y paramilitarismo

1 ¿Estado paramilitar?
La relación histórica del Estado en Colombia contiene una complejidad creciente y no cabe dentro de un marco
simplificador, con denominadores que se han vuelto lugares comunes: Estado-región, Estado-paramilitar,
Estado-local. Menos aún con una velada teoría que lo niega radicalmente. El Estado colombiano no representa
una esfera política uniforme, cierto. Pero no es del todo cierto que en Colombia vivimos bajo condiciones de un
Estado anómico. Aunque tenemos condiciones sociales anómicas.
Los grados de confusión provienen recientemente de confundir la influencia institucional del paramilitarismo en regiones como la Costa Atlántica, con una
identidad sustantiva entre Estado y paramilitarismo. Esta hipótesis tiene muchos elementos de apoyo empírico, pero exagera sus alcances. Cuando un
gobierno local paga tributo a estas agencias de protección, es probable que esté parcialmente bajo su dominación política y compelido por lo tanto a
asistirlas la próxima vez. Los efectos de la sumisión en el tiempo resultan pagaderos. Pero una identidad parcial de gobernantes con el fenómeno paramilitar
no debe proyectarnos hacia una falacia de composición: el Estado-paramilitar.
Típicamente, el gobernante local se encontró comprometido a ayudar a sus protectores, ya sea por elección o necesidad. Lo primero es obvio en caso de
ostentar un mayor poder. Lo segundo, si repartió contratos con los recursos destinados a la salud o la educación. Un alcalde que le consultaba al
comandante paramilitar la aprobación de proyectos estaba bajo la esfera de un poder anómico. Y condenando la gobernabilidad al delito. Pero merece por lo
menos discusión que todas y cada una de las regiones y localidades cumplirán los mismos patrones.
También es un lugar común la protección de políticos que proporcionaron beneficios, como manera de proteger futuras fuentes de ganancia. La ilustración
es el caso de políticos que pelearon juntos en el pasado (Rocío Arias, Eleonora Pineda, Luis Alberto Gil, Mario Uribe), han vivido parcialmente
comprometidos en el futuro. Los planes trazados incluyeron implícitamente una lealtad recíproca. Hasta que una variable libre quebró el espejismo. El
poder en la política no destina condiciones estacionarias.
Siendo un poder dinámico, se pasa de amigo a enemigo y viceversa. Y a este panorama se denomina ahora ‘ parapolítica’ .
Esto puede ayudar a dimensionar las campañas de alcaldes y gobernadores para el año 2007. Los aumentos y disminuciones del compromiso entre las
nuevas fuerzas a nivel de los gobiernos locales serán de un monto constante, es decir, incrementos del 10 por ciento. Además, el compromiso de un político
con otro nunca podrá ser más del 100 por ciento ni menos del 0 ciento.
Aunque podrán ser menos discretos los aportes a las campañas. Los apostadores de la Costa le entregaron millones a la campaña de Uribe en el 2002. Estos
compromisos económicos reclaman dentro de la legislatura del Congreso su simetría. Si ambos sectores trabajan juntos en contra de un mismo enemigo.
Este argumento ayuda a comprender también que los compromisos y el dinero en la política supera las lealtades recíprocas. Por lo tanto, cuando un político
activo está evaluando la vulnerabilidad de su contendor, puede tomar en cuenta los compromisos y los dineros de todos aquellos que quieran unirse a su
campaña.

De nuevo. Una valoración con estudios comparados puede permitirnos identificar de qué modo el fenómeno paramilitar fragmentó las condiciones sociales
en diferentes regiones del país. Como el paramilitarimo ha contribuido negativamente a crear imaginarios de vida social colectiva. Pero también tendríamos
que diferenciar las dimensiones de su influencia sobre la estructura global del Estado. Algo que todavía contiene demasiados lugares comunes
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2353951
2 EL DESAFÍO PARAMILITAR
Después de la célebre entrevista en marzo de Darío Arizmendi con Carlos Castaño por el Canal Caracol
la primera vez que dio la cara por televisión el otro canal nacional privado dedicó esta semana más de
hora y media (sacrificando incluso su noticiero) a un reportaje en directo de su periodista estrella con el
jefe paramilitar. Despliegue de los medios televisivos de los grupos económicos más importantes del país
que resulta tan significativo como revelador del innegable protagonismo periodístico que ha adquirido
Castaño.
Sería tonto desconocer las dimensiones sociales y políticas que hoy reviste el fenómeno paramilitar. Condenar sus brutales métodos no equivale a ignorar el
auge de las autodefensas, ni la creciente simpatía que despiertan en diversos sectores de la sociedad. Auge y simpatía que están directamente ligados a la
violencia guerrillera. La entrevista con Castaño en RCN coincidió con la nueva ola de voladura de torres eléctricas, puentes y quema de vehículos por parte
del Eln, en su demencial y torpe campaña por hacerse sentir . Y no es difícil imaginar el agrado con que las víctimas de estos desafueros el camionero
arruinado, el ama de casa sin luz habrán escuchado la andanada antisubversiva de Castaño.
Sus recientes apariciones televisadas confirman la astucia con la que el jefe paramilitar busca encontrar adeptos entre los millones de víctimas de la
guerrilla. Utiliza una extraña combinación de franqueza para reconocer su responsabilidad en acciones violentas, y de frases dirigidas a legitimarlas como
defensa de los ciudadanos de bien. Acepta que se beneficia con dineros de la droga, pero se declara enemigo del narcotráfico y hasta simpatizante de los
Estados Unidos.
Conviene recibir tales planteamientos con un riguroso beneficio de inventario. Masacres y asesinatos no se borran con un discurso habilidoso ni con
entrevistas del señor Castaño en suéter blanco. La otra cara del auge paramilitar es la inoperancia de la fuerza pública, que debe preocupar a todo
colombiano consciente. Además, la credibilidad de Castaño está afectada por los actos atroces de las Auc.
Con razón decía el Fiscal Gómez Méndez, en relación con el asesinato de Jaime Garzón, que no se pueden colocar en el mismo nivel la palabra del máximo
representante de la justicia y las versiones interesadas del jefe de un grupo criminal. Y es que el país no puede tolerar el paramilitarismo, lo que equivaldría
a renunciar a fortalecer sus instrumentos estatales para hacer justicia y proveer la defensa legítima de la ciudadanía.
Que es lo que busca, por ejemplo, el Plan Colombia. Las críticas frecuentes que se hacen a sus componentes militares desconocen el peligro que significa
un progresivo debilitamiento de la capacidad defensiva del Estado, al mismo tiempo que se aceptan actitudes laxas frente a poderosas organizaciones
ilegales. El hecho es que mientras las encuestas concluyen que los ciudadanos son cada vez más escépticos frente a las instituciones y al Gobierno que las

representa , los voceros de la guerrilla y del paramilitarismo gozan de más protagonismo, y hasta de simpatías poco disimuladas. Una tendencia que, de
mantenerse, haría virtualmente imposible el éxito del proceso de diálogo con la insurgencia.
Es indiscutible que las autodefensas se han convertido en una pieza decisiva del confuso rompecabezas nacional y que apuestan a alcanzar un
reconocimiento político. Castaño se declara muy amigo de la paz, pero las Auc han impedido que avance la negociación con el Eln. Y el mismo crecimiento
del paramilitarismo se ha tornado en un grave problema para la credibilidad de las instituciones colombianas.
Pero, como lo expresó en estos días el ex ministro de Defensa Rafael Pardo, es necesario definir el papel que han de jugar las autodefensas en el proceso de
paz. Incluirlas en la actual fase de negociación con la guerrilla no parece viable. Pero excluirlas del proceso es dejar vivo un factor cada vez más grande de
violencia. He ahí el dilema.
3 LA ALTERNATIVA PARAMILITAR
La ofensiva que en este momento llevan a cabo los grupos paramilitares no debe causar sorpresas.
Producto del replanteamiento realizado por la Autodefensas de Córdoba y Urabá, secundado por las
organizaciones de la zona esmeraldera y la del Magdalena Medio, a partir de 1995 las principales
organizaciones paramilitares han pasado a la ofensiva sin que se vislumbre hacia el futuro que algo o
alguien las vaya a detener.
El proceso que incluye su unificación en las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia, implica un replanteamiento estratégico que busca superar la crisis
de la primera meta de la presente década, cuando de la mano de Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha del enfrentamiento con la guerrilla se pasó al
enfrentamiento contra el estado y la gran mayoría de la sociedad.
Hoy, centrados al parecer nuevamente en la lucha antiguerrillera y tras dos años de avance paulatino pero significativo, los paramilitares parecen estar
dispuestos ya no a frenar el avance guerrillero sino a replegar a la guerrilla a sus lugares más históricos. Tras la decisión de la guerrilla de afectar las
elecciones, solo 88 municipios sufrieron una afectación real en los niveles de votación del 85 por ciento de abstención hasta la carencia total de candidatos,
cifra sacada del boletín electoral número 12. Esto significa que sumados Farc y Eln no se alcanzó a colapsar un municipio por frente. En general es factible
afirmar la existencia de un repliegue hacia el interior de la costa Atlántica y hacia el sur del país.
Por lo demás, la ofensiva paramilitar parece ser especialmente significativa contra la dirigencia de las Farc. Si se tiene en cuenta lo que ha ocurrido en el
departamento del Guaviare, en el suroccidente de Cundinamarca y en el sur del Huila, lo que se percibe es una presión sobre el Secretariado, en especial
sobre su más significativo defensor militar, el famoso Mono Jojoy .
Los paramilitares avanzan por varias razones. La principal, porque tienen éxito en lo que se proponen ya que la aplicación de la pena de muerte y el
destierro, que les enseñó la guerrilla, es lamentablemente eficiente. Otra razón, es que el Estado está cada vez más ausente de un conflicto que, a su vez, se
parece cada día más a una guerra civil.

No obstante, esta última aseveración no puede llevar de una manera facilista a acusar y responsabilizar de lo que ocurre a las Fuerzas Armadas, en
particular al Ejército. Si los paramilitares han crecido es porque la sociedad y la dirigencia del Estado han llevado a que los militares salgan del conflicto,
razón por la cual, civiles han asumido equivocadamente el aplicar justicia por sus propias manos. Si bien hay críticas que plantear al interior de los
organismos de seguridad, no hay duda de que la falta de iniciativa del Estado es responsabilidad de la falta de claridad del estamento civil sobre cómo hay
que enfrentar el fenómeno guerrillero.
El que los paramilitares sean en este momento la alternativa para enfrentar a la guerrilla es algo muy grave que trae y traerá nacional e internacionalmente
profundas consecuencias negativas. Lo lógico, además de acabar con la impunidad, es volver a introducir en el conflicto a la Fuerza Pública de la mano de
la Constitución y la Ley.
* Profesor de Ciencia Política Universidad de los Andes.
4 LA ESTRATEGIA PARAMILITAR
El degollamiento del comerciante Henry Hernández el pasado 22 de agosto en la Pista (Norte de
Santander), que obligó a unas 150 familias a cruzar despavoridas, a nado y en lancha, el río Oro, para
refugiarse en Venezuela, es un ejemplo más de la estrategia del terror usada por las Autodefensas Unidas
de Colombia (Auc).
El objetivo de esta estrategia es uno solo: aterrorizar a la población con decapitaciones, masacres, desmembramientos, y otras torturas, a menudo en la
presencia obligada de otros, para que a nadie se le ocurra apoyar a la guerrilla. Una estrategia que, no solo es aberrante en violaciones a los derechos
humanos (solo el año pasado, los paramilitares asesinaron a 1.030 personas, según la Defensoría del Pueblo), sino que, como afirmó el pasado miércoles el
Ministro de Defensa al denunciar la financiación civil de las Auc, el remedio puede ser peor que la enfermedad .
Así quedó demostrado durante las guerras civiles de Guatemala y El Salvador. Y también en Colombia.
Según fuentes en la Fiscalía, los paramilitares han usado la estrategia del terror en aproximadamente un 30 por ciento de las 194 masacres que cometieron el
año pasado, en las que les era estratégicamente necesario, como en la de El Salado (Bolívar), que es un corredor importante para los armados. Allí, el 17 de
febrero de este año, más de 300 paramilitares, bajo orden directa de Carlos Castaño, entraron gritando muerte a los guerrilleros .
En tres días, mataron a más de 40 personas, violaron a una niña de 14 años, decapitaron, degollaron y jugaron fútbol con las cabezas de sus víctimas. Les
dieron 10 días para desaparecer y El Salado se volvió otro pueblo fantasma.
Si bien la guerrilla aterroriza a los pueblos que ataca y ha utilizado la estrategia del terror en algunos casos, ellos buscan el apoyo de la población civil para
ganar poder político y territorial en las zonas en donde hacen presencia. Las Auc no, porque su objetivo es limpiar , a cualquier costo, territorios de
presencia guerrillera.

Así lo expuso claramente Castaño, en una entrevista a Germán Castro Caycedo hace unos años. Dijo que si podían neutralizar a las personas que, según
ellos, apoyan a la guerrilla, podrían aislar a su enemigo, lo cual se convirtió en una estrategia que daba muy buenos resultados .
Pero lo cierto, es que a largo plazo alimenta la guerra. Según la Ong Codhes, que trabaja con desplazados de la violencia, si un conflicto no se resuelve, y se
utiliza la fuerza como respuesta, el conflicto se traslada o se posterga.
Tanto es así, que las autodefensas de Castaño crecieron a raíz de las atrocidades guerrilleras en el Urabá. Asimismo, los desplazados por la estrategia
paramilitar se ven obligados a vivir en condiciones infrahumanas en las periferias urbanas, lo que coincide con el aumento del conflicto en ciudades como
Montería.
La historia demuestra que el terror incrementa la guerra. A corto plazo acaba con guerrilla, pero a largo plazo el problema resurge porque el efecto es
cíclico y la violencia se devuelve con mayor intensidad , afirmó un investigador de Codhes.
Otros países El uso de la estrategia del terror en otros países, como Somalia, Angola, Sudáfrica, Centroamérica y Timor Oriental, también ha demostrado
que la estrategia recrudece la guerra. En Guatemala, militares y paramilitares, en menor grado, le pegaban a la gente con un mazo en la cabeza y los tiraban
a una fosa común vivos o muertos, para restarle apoyo a la guerrilla.
En las conclusiones y recomendaciones del informe Guatemala en Silencio, elaborado por la Comisión para Esclarecimiento Histórico de Guatemala
(CEH), dice que estas atrocidades constituyeron no solo un acto de extrema crueldad, sino, además, un desquiciamiento que degradó moralmente a los
victimarios y a quienes inspiraron, ordenaron o toleraron estas acciones .
Según Jorge Mario García, ex Procurador de Derechos Humanos de Guatemala, el uso del terror era un escarmiento para paralizar a la población civil. Los
paramilitares guatemaltecos, controlados por el Ejército, solo agudizaron el enfrentamiento que ha hecho de Guatemala una población enferma .
Apreciación que es confirmada por Luis Guillermo Solís, gerente técnico del proyecto Cooperación Transfronteriza en Centro América de la Fundación
para la Paz y Democracia, en Costa Rica. Las heridas en el alma de la nación no se sanan y la sociedad guatemalteca no ha logrado recuperarse de sus 200
mil muertos , afirmó en referencia a la guerra civil de Guatemala.
TRABAJO FINAL

ESPACIO ACADÉMICO: HISTORIA Y CULTURA COLOMBIANA
TEMA: Movimientos estudiantiles en Colombia
INTEGRANTES: Luis Francisco Becerra Rico (20141025063) – Michael Martinez (20141025107)
Articulo no.1 Articulo no.2 Articulo no.3 Articulo no.4
Niveles de categorías NOMBRE DEL PERIÓDICO EL TIEMPO EL TIEMPO EL TIEMPO EL TIEMPO
LA INFORMACIÓN
TÉCNICA DEL ANUNCIO
O NOTICIA
EL NÚMERO DE
IDENTIFICACIÓN
TITULAR ¿Estado paramilitar? EL DESAFÍO PARAMILITAR La alternativa paramilitar La Estrategia paramilitar
TÍTULO DE LA NOTICIA
La relación histórica del Estado
en Colombia contiene una
complejidad creciente y no cabe
dentro de un marco
simplificador, con
denominadores que se han
vuelto lugares comunes: Estado-
región, Estado-paramilitar,
Estado-local. Menos aún con una
velada teoría que lo niega
radicalmente. El Estado
colombiano no representa una
esfera política uniforme, cierto.
Pero no es del todo cierto que en
Colombia vivimos bajo
condiciones de un Estado
anómico. Aunque tenemos
condiciones sociales anómicas.
Después de la célebre entrevista
en marzo de Darío Arizmendi con
Carlos Castaño por el Canal
Caracol la primera vez que dio la
cara por televisión el otro canal
nacional privado dedicó esta
semana más de hora y media
(sacrificando incluso su noticiero)
a un reportaje en directo de su
periodista estrella con el jefe
paramilitar. Despliegue de los
medios televisivos de los grupos
económicos más importantes del
país que resulta tan significativo
como revelador del innegable
protagonismo periodístico que
ha adquirido Castaño.
La ofensiva que en este
momento llevan a cabo los
grupos paramilitares no debe
causar sorpresas. Producto del
replanteamiento realizado por la
Autodefensas de Córdoba y
Urabá, secundado por las
organizaciones de la zona
esmeraldera y la del Magdalena
Medio, a partir de 1995 las
principales organizaciones
paramilitares han pasado a la
ofensiva sin que se vislumbre
hacia el futuro que algo o alguien
las vaya a detener.
El degollamiento del comerciante
Henry Hernández el pasado 22
de agosto en la Pista (Norte de
Santander), que obligó a unas
150 familias a cruzar
despavoridas, a nado y en
lancha, el río Oro, para refugiarse
en Venezuela, es un ejemplo más
de la estrategia del terror usada
por las Autodefensas Unidas de
Colombia (Auc).
LA FECHA DE
PUBLICACIÓN
10 de enero de 2007 13 de agosto del 2000 2 de diciembre de 1997 10 de septiembre del 2000
LA PÁGINA – LA SECCIÓN Sección editorial-opinión Sección editorial-opinión Sección-otros Sección-política
EL TAMAÑO (GRANDE,
MEDIANO, PEQUEÑO;
SEÑALAR SI LLEVA
IMAGEN)
Mediano, sin imagen mediano, sin imagen Mediano, sin imagen Grande , sin imagen
POSICIÓN EN LA PÁGINA
(PRIMER PLANO, PLANO
MEDIO O PLANO
GENERAL)
Plano general(artículo
virtual)
virtual)
virtual)
virtual)

2. EL CONTENIDO
TEXTUAL Y VISUAL DE
LA NOTICIA
DESCRIPICIÓN EN TEXTO
SI HAY IMAGEN
No tiene imagen No tiene imagen No tiene imagen No tiene imagen
IDEA GENERAL DEL
MENSAJE ESCRITURAL
El articulo plantea como
como el estado colombiano
se ha visto afectado por la
implantación de la violencia,
paramilitar
El articulo plantea la relación
e importancia del apoyo de
los paramilitares para que
exista un verdadero proceso
de paz
El articulo expresa como los
grupos paramilitares se han
propagado en Colombia
desde el periodo de 1995
El articulo notifica los
métodos con los cuales los
grupos paramilitares
propagan su autoridad en
nuestro territorio
PALABRAS CLAVE,
ESCENARIO DONDE
SUCEDE LA ACCION
Estado, paramilitarismo, Líder, reportaje,
sociedad
Propagación, control
paramilitar, expancion
Métodos, política,
paramilitares,
estrategias, terror,
violencia
3. LA INTERPRETACIÓN CONTEXTOS DE
SIGNIFICACIÓN
El articulo contiene
contextos relacionados
con la violencia,
paramilitarismo, estado
con medios de
comunicación,
paramilitares
con expansión de
grupos paramilitares,
violencia
con las estrategias,
viloencia, propagación
OBSERVACIONES

5 El testamento de Carlos Castaño
PORTADASEMANA tuvo acceso a los archivos secretos del asesinado jefe paramilitar. Revelan, entre otras
cosas, quién mató a Álvaro Gómez y quién secuestró al hermano del ex presidente Gaviria.
Carlos Castaño predijo cómo el narcotráfico acabaría con las auc
Foto: Verdadabierta
En septiembre de 2002, Carlos Castaño era la cabeza visible de las Autodefensas Unidas de Colombia. Un grupo armado que, según las cuentas
del propio Castaño, gastaba 5,7 millones de dólares mensuales en su sostenimiento y tenía 12.000 hombres en armas. Una agrupación que se
financiaba con el narcotráfico (el 70 por ciento de sus ingresos), con robo de combustible a Ecopetrol, las extorsiones y los secuestros (262
solamente en 2001). En síntesis, era una de las organizaciones criminales más poderosas en la historia del país. Pero Carlos Castaño, el hombre
que se convirtió en el símbolo de la lucha anti-guerrillera, no estaba tranquilo, sino atormentado. Esto se deduce de los miles de cartas y correos
electrónicos hallados en la USB de Castaño que fue entregada a los fiscales de justicia y paz por Éver Velosa, alias 'H. H.', otrora mano derecha
de Carlos y de su hermano Vicente.
Un documento en particular llama la atención. Está fechado en agosto de 2002 y dirigido a Richard Boulton, un empresario venezolano que fue
secuestrado y que fue liberado en julio de ese año solamente después de unas intensas gestiones de Castaño. En el correo, el jefe paramilitar le
informa a Boulton quién fue el autor intelectual de su plagio y cuál era el objetivo del mismo. Pero no se queda allí: dice sin titubeos que ese mismo
hombre es el responsable del asesinato del ex candidato presidencial y dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado, y del secuestro de Juan
Carlos Gaviria, hermano del ex presidente liberal y ex secretario general de la Organización de Estados Americanos. Según Carlos Castaño,
reconocido fundador de las autodefensas y de los Pepes -la alianza de narcotraficantes y paramilitares que persiguió a Pablo Escobar- y un
hombre que conocía como pocos el bajo mundo de Colombia, esos crímenes se realizaron bajo las órdenes del coronel de la Policía Danilo
González (ver artículo siguiente).
La denuncia de Castaño incluso iba más allá: dijo que González encabezaba un grupo de narcotraficantes, paramilitares, guerrilleros y policías
corruptos que buscaban convertir a Colombia en Birmania: un país dominado por el crimen. El coronel González trabajó durante años con Wílber

Varela, el recientemente muerto capo del cartel de Norte de Valle. Muchos colombianos lo conocen hoy más con su nombre coronel Ramiro
Gutiérrez, de la telenovela El cartel de los sapos. González fue asesinado en marzo de 2004.
En los documentos, que datan de 2001 a finales de 2003 -cinco meses antes de su muerte-, también quedan al descubierto los infructuosos
esfuerzos de Castaño de desnarcotizar a las autodefensas. En escrito tras escrito, Castaño plasmó los riesgos que significaba para las AUC
dejarse controlar por los narcotraficantes. Dijo que si no renunciaban a las drogas ilícitas, no sólo perdería 'legitimidad' su lucha, sino que todos
podrían terminar extraditados.
Sus advertencias no sólo fueron ignoradas, sino que generaron un gran malestar entre la dirigencia paramilitar. Sus relaciones se empezaron a
resquebrajar y poco a poco se fue quedando solo. En realidad, según se desprende de los correos y las cartas, Carlos Castaño nunca fue tan
fuerte como parecía. Su poder emanaba del de su hermano Vicente, el verdadero jefe de los paramilitares. Como él mismo lo dijo en una de sus
comunicaciones a los otros comandantes, "sin Vicente no hay AUC" (ver artículo 'Con esos amigos…').
Castaño sabía que las cosas iban a terminar mal. Por eso preparó su testamento en febrero de 2003, cuando se multiplicaban las divergencias
entre los paramilitares, y se preocupó tanto por el bienestar de sus hijos -tanto los que vivían en Estados Unidos como su hija que nació con una
grave enfermedad-. Porque Carlos Castaño, quien ordenó la muerte de miles de personas y creó una máquina de muerte, era también un hombre
de familia. Al igual que Pablo Escobar.
http://www.semana.com/nacion/articulo/el-testamento-carlos-castano/94444-3
6 ¿Paz duradera o un nuevo ciclo de violencias?
Las bandas criminales, herederas de los paramilitares, están creciendo y se están expandiendo de manera
asombrosa.
¿Cuál será la trascendencia de la firma de un acuerdo integral de paz? ¿Qué está en juego en la actual coyuntura del país? Nos
hicimos estas preguntas al analizar todas las cifras, todos los hechos, que recogió Arco Iris en el 2012 para su informe sobre conflicto
armado y violencia. Hicimos un poco
de historia y retrocedimos 20 años para mirar situaciones similares. Encontramos un gran parecido entre el periodo que se inició en
2010 y la situación que vivió el país entre 1990 y 1994. Voy a tratar de resumir las preocupantes conclusiones que sacamos. Me
perdonan amigos lectores este ladrillo.
La década del ochenta se cerró con un dramático y doloroso baño de sangre que incluyó una racha asombrosa de magnicidios. El
presidente César Gaviria se propuso entonces mantener la presión sobre los carteles de la droga y las guerrillas y, a la vez, desarrollar
un proceso de paz, impulsar una reforma política y desatar una apertura económica. Los resultados fueron de verdad impactantes.

Se firmó la paz con el M-19 y otros cuatro grupos guerrilleros. Se dio de baja a Pablo Escobar y se desmanteló el temible Cartel de
Medellín. Se aprobó la Constitución de 1991. Se dio un salto en la modernización de la economía colombiana. Todos los índices de
violencia se redujeron, especialmente el homicidio que había tenido su punto más alto en 1989. El país respiraba un aire nuevo.
Pero en 1995 la situación de seguridad se deterioró y entre ese año y 2005 se desató el más grave ciclo de violencias de la historia
contemporánea del país. El setenta por ciento de las víctimas que Colombia ha acumulado entre 1958 y el día de hoy se produjo en
esos diez años. ¿Qué pasó?
La paz fue parcial. Las Farc y el ELN no accedieron al acuerdo y se lanzaron a golpear con una dureza inusitada a las Fuerzas
Armadas al final del siglo. Los restos del Cartel de Medellín mutaron en paramilitares mediante una alianza con políticos y empresarios
y fueron artífices de un verdadero holocausto. El Cartel de Cali logró una pavorosa infiltración en la contienda presidencial. Los
cambios políticos y la apertura económica no se complementaron con unas reformas sociales y con una transformación de las Fuerzas
Militares, con lo cual se ahondó la miseria en el campo y se disparó la violación de los derechos humanos. En esas estuvimos hasta
2005.
La situación mejoró a partir de entoncces. La duplicación de la fuerza pública y de la inversión en defensa alcanzadas en las
administraciones de Uribe y Santos hicieron el cambio. Los homicidios, las masacres, los secuestros y el desplazamiento forzado han
disminuido en proporción a lo ocurrido a principios de los años noventa. Santos, con igual perspicacia que Gaviria, comprendió que no
bastaba una persecución endemoniada sobre las fuerzas irregulares. Supo que era obligatorio, además, un gran proyecto de paz, de
integración internacional, de reformas y de reconciliación. Lo ha puesto en marcha. Pero todo está apenas arrancando.
Y aquí viene la gran preocupación. Las cifras recogidas por Arco Iris muestran algo muy peligroso. Las Farc, que iniciaron su
reestructuración en los tiempos de Uribe, realizaron el año pasado un poco más de 2.100 acciones y le produjeron cerca de 2.500
bajas a la fuerza pública entre muertos y heridos, al tiempo que el ELN aumentó su operatividad. Las guerrillas siguen la tendencia de
los últimos años. Tienen presencia en 241 municipios. Las bandas criminales, herederas de los paramilitares, están creciendo y se
están expandiendo de manera asombrosa. En 2012 pasaron de tener presencia en 209 municipios a tenerla en 337, impactando a Cali
y a Medellín. Producen el doble de eventos de violencia que las guerrillas.
Otra vez estamos en la encrucijada de principios de los noventa. Podemos ir hacia una paz duradera o hacia un nuevo ciclo de
violencias. Santos y la dirigencia política tienen en sus manos la vida de millones de colombianos. También los jefes guerrilleros. No le
pueden fallar al país. Un pacto de paz y reconciliación con reformas sociales, cambios en la fuerza pública y un ambicioso plan para
reducir el narcotráfico y el crimen organizado cambiarán la historia nacional.

http://www.semana.com/opinion/articulo/paz-duradera-nuevo-ciclo-violencias/336872-3
7 Los grandes crímenes de los jefes paramilitares
JUSTICIALa Fiscalía imputa 15.000 víctimas a 12 comandantes paramilitares en los procesos de priorización con
los que se busca condenarlos antes de que salgan de la cárcel.
Después de más de siete años de investigar uno a uno sus crímenes en el marco del proceso de Justicia y Paz, desde el robo de una
gallina hasta masacres con docenas de asesinados, y ante la casi completa ausencia de condenas, la Fiscalía decidió dar prioridad a
los procesos más importante
s que adelantaba contra los grandes jefes paramilitares.
El resultado son una docena de grandes casos contra los comandantes y sus lugartenientes que han llevado a imputarles finalmente
una escalofriante colección de crímenes de guerra, además de los llamados “casos de connotación”, es decir, delitos particularmente
notables o de relevancia pública, como masacres y homicidios selectivos.
Esto no quiere decir que en los casos priorizados estén todos los crímenes de los cuales son responsables los jefes paramilitares. Solo
se incluyeron aquellos que coinciden con los ejes que se priorizaron –desplazamiento forzado, violencia sexual, reclutamiento ilícito y
desaparición forzada– y en los que hay suficientes pruebas para hacer imputación.
En total, a una docena de comandantes se les imputan cerca de 15.000 víctimas por estos crímenes.
Varios de ellos fueron extraditados a Estados Unidos, pero sus procesos prosiguen en Colombia. Algunos, como Carlos Mario Jiménez
('Macaco'), jefe del Bloque Central Bolívar, y Rodrigo Tovar ('Jorge 40'), del Bloque Norte, han sido o están a punto de ser expulsados
de Justicia y Paz y sus casos seguirán en la Justicia ordinaria.
A partir de junio próximo los jefes paramilitares que están presos en Colombia empezarán a salir libres, al cumplirse la pena alternativa
de 8 años que contempla el proceso de Justicia y Paz, si han cumplido con los requisitos de contribuir a la verdad, entregar bienes y
reparar a sus víctimas. Con la priorización, se busca que reciban una condena antes de que eso ocurra. Esta no impediría que salgan
de prisión, pero enviaría una muy necesaria señal de que el proceso de Justicia y Paz, tan criticado por no haber producido sino un
puñado de condenas en todos estos años, empieza a funcionar. Está por verse si de aquí a junio se logra lo que no se pudo hacer en
los pasados siete años.

Semana.com presenta las cifras de los crímenes que cometieron 12 de los grandes jefes paramilitares y algunos de sus subalternos,
por los que serán imputados en el marco de esta estrategia de priorización que impulsa la Fiscalía.
http://www.semana.com/nacion/articulo/los-grandes-crimenes-de-los-jefes-paramilitares/376091-3
8 EMPRESARIOS Y PARAMILITARES
ASI SE HIZO LA VIOLENCIA PARAMILITAR
No se ven pero ahí están!, no se ven porque el poder los tapa, porque ellos son el verdadero poder; el gobierno es su
mandadero y lo que quieren o necesitan lo hacen de manera legal, para eso mandan a fabricar las leyes a su medida y
nombran a sus ejecutores ; o de manera ilegal, para eso gozaban casi de completa impunidad; ahora por lo menos a
pesar de las penas irrisorias para la atrocidad de sus crímenes a algunos de ellos les toca afrontar la picota publica, lo
cual a no dudarlo es un gran avance.
Hay que seguir insistiendo en que el llamado paramilitarismo fue en realidad un proyecto político de la extrema
derecha, donde los paramilitares, a los que se quiere cargar toda la culpa, solo fueron los sicarios, la mano negra; pero
los artífices, los ideólogos y sus verdaderos jefes eran otros, que aun permanecen en la sombra cobijados con el manto
de la impunidad, entre ellos el grupo de los 12 notables, “la flor y nata de la sociedad”, a quien Carlos Castaño pedía
autorización y ordenes y que ni don Berna se atreve a dar sus nombres por razones de seguridad, excepto de los 2 ya
muertos: Rodrigo García, un líder del Partido Conservador y directivo del Fondo Ganadero de Córdoba y
Pedro Juan Moreno conservador también vinculado a Álvaro Uribe Vélez desde 1994 y su Secretario de gobierno
cuando fue gobernador de Antioquia(1995-1997),
La dirección de la violencia paramilitar estaba pues en los gremios económicos, en los directorios políticos, en las
instancias del estado, en las transnacionales y por eso lo primero que se propuso por el gobierno Uribe alrededor de la
violencia paramilitar, cuando se le estaba saliendo de control para desmovilizarlas, fue su legalización e impunidad, con
el cuento que judicial izarla era involucrar a todo el país; y en efecto la podredumbre llego a tal nivel que toca todas las
instancias del establecimiento, y lo que se ha destapado es solo una pequeña parte de el, y por eso los últimos
movimientos que se advierten en el gobierno Santos son también intentos por echarle tierrita al asunto, entre ellos el
nombramiento del nuevos fiscal al parecer, para tapar la caca del gato.

La violencia paramilitar se inicio a partir de la confluencia de distintos sectores del estado y bajo su iniciativa, que en su
lucha antisubversiva promovieron y armaron grupos de autodefensa como el de los ganaderos del Magdalena Medio,
los bananeros de Araba y ganaderos de Antioquia y Córdoba; en su lucha contra el Cartel de Medellín, se aliaron al
Cartel de Cali y crearon el grupo de los Pepes, los cuales fueron los componentes básicos del paramilitarismo en sus
inicios.
Todo este proceso se trato de unificar y ampliar de manera legal con el proyecto de las cooperativas de seguridad
Convivir, promovido desde la gobernación de Uribe Vélez en Antioquia. Porque fue en Antioquia donde se monto y se
experimento la violencia paramilitar para después hacerla extensiva a toda Colombia,”desde Antioquia para Colombia
parecía ser la consigna”; el paramilitarismo se generalizo en todo el país, involucrando a la mayoría de la elite del
poder, hasta llegar a la misma presidencia de la republica
Bajo el pretexto de la confrontación con las FARC, en las cuales las fuerzas paramilitares apenas llegaron a ser
colaboradores de la fuerza publica, la acción paramilitar se oriento a golpear a la población civil y al movimiento
popular; a la ejecución de masacres para crear el desplazamiento de la población en zonas consideradas estratégicas
para la elite y a la creación de terror en todo el país; al asesinato de lideres sociales, sindicales y políticos para golpear
y acabar las organizaciones sociales y sindicales y para destruir los movimientos Cívicos que como expresiones
políticas del movimiento social, llegaron a tener alcaldes en una tercera parte de los municipios colombianos,
amenazando de manera graves el gamonalismo y el clientelismo político en el país. Y para crear un ambiente de terror
propicio para la imposición de las políticas neoliberales que lograron imponer sin que casi el país se diera cuenta.
En la violencia y la financiación del paramilitarismo participaron casi todos los gremios y los conglomerados
económicos del país(bananeros, ganaderos ingenios azucareros, palmicultores, del transporte); instancias del
estado(brigadas del ejercito, gobernaciones, alcaldías, corporaciones regionales, DAS; el narcotráfico, multinacionales
petroleras, bananeras y mineras( Perenco, Chiquita Brand, la Drumond, Cartón Colombia, Coca cola) ; y otros que las
autoridades judiciales conocen pero que prudentemente mantienen en secreto. “Todos participaron. No solo bananeros
y ganaderos: comerciantes, palmeros, incluso empresarios. Luís Carlos Villegas, presidente de la ANDI en una
entrevista, reconoce también la responsabilidad de todos los sectores”. José Félix Lafaurie, presidente de FEDEGAN

Según Raúl Hasbún jefe paramilitar de Urabá y encargado de las finanzas en la zona, a la fiscalía le fueron entregadas
listas de 270 bananeros, 400 ganaderos y comerciantes que aportaban unos7200 MILLONES anuales a los
paramilitares y que también les entregaban las listas de las personas de la zona contra las cuales había que
proceder.
En otras partes del país, según informaciones de prensa también llegaron a manos de las autoridades judiciales listas
de financiadotes de los paramilitares, así que el problema no es que no se sepa, sino que no se procede, por que el
tapen tapen y la impunidad por inoperancia de los organismos judiciales, sobre todo cuando de la elite se trata, es del
diario vivir en Colombia.
http://www.semana.com/opinion/expertos/articulo/empresari0os-paramilitares/324393
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LA INFORMACIÓN
O NOTICIA
EL NÚMERO DE
IDENTIFICACIÓN
TITULAR
El testamento de Carlos
Castaño
¿Paz duradera o un nuevo
ciclo de violencias?
Los grandes crímenes de
los jefes paramilitares
EMPRESARIOS Y
PARAMILITARES
SEMANA tuvo acceso a los
archivos secretos del
asesinado jefe paramilitar.
Revelan, entre otras cosas,
quién mató a Álvaro
Gómez y quién secuestró
al hermano del ex
presidente Gaviria.
Las bandas criminales,
herederas de los
paramilitares, están
creciendo y se están
expandiendo de manera
asombrosa.
La Fiscalía imputa 15.000
víctimas a 12
comandantes
paramilitares en los
procesos de priorización
con los que se busca
condenarlos antes de que
salgan de la cárcel.
asi se hizo la violencia
paramilitar
LA FECHA DE
PUBLICACIÓN
9 de agosto de 2008 16 de marzo de 2013 4 de febrero de 2014 23 de abril de 2012
LA PÁGINA – LA SECCIÓN portada opinión justicia Sección completa
EL TAMAÑO (GRANDE,
MEDIANO, PEQUEÑO;
SEÑALAR SI LLEVA
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mediano, con imagen grande, sin imagen Mediano, con imagen y
estadísticas graficas
Grande , sin imagen
MEDIO O PLANO
GENERAL)
Primer plano Plano general Plano general Plano general(artículo
virtual)

2. EL CONTENIDO
TEXTUAL Y VISUAL DE
LA NOTICIA
SI HAY IMAGEN
Aparece Carlos
Castañeda y el campo
la representación de un
campo
No tiene imagen Cada imagen representa
las estadísticas que
relacionan con las
victimas a los jefes
paramilitares
No tiene imagen
IDEA GENERAL DEL
MENSAJE ESCRITURAL
El articulo plantea como la
postura que predijo Carlos
Castañeda, en canto a el
narcotráfico con relación a
los paramilitares se ha
cumplido
El articulo expresa como los
herederos de los antiguos
grupos paramilitares están
afectando a Colombia
El articulo presenta unas
determinadas cifras, de las
repercusiones que han tenido
cada uno de los jefes
paramilitares, en ciertas
consecuencias del conflicto
El articulo expresa la relación
del paramilitarismo con los
altos mandos del gobierno y
como se relaciona con los
mismos, a raíz de una
financiacion
PALABRAS CLAVE,
ESCENARIO DONDE
SUCEDE LA ACCION
narcotráfico,
financiación
paramilitarismo,
Herederos, sucesión,
violencia, expansión
Cifras, estadísticas, jefes
paramilitares, estudio
Estado, politica,
paramilitares,
financiacion
SIGNIFICACIÓN
con el narcotrafico,
paramilitarismo,
movilizacion
con grupos armados,
aumento de la violencia
con la estadísticas,
consecuencias de la
violencia
con politica,
administracion
OBSERVACIONES
Artículo 9:http://confines.mty.itesm.mx/articulos7/RivasP.pdf
10 EN EL CORAZÓN DE LA GUERRA PARAMILITAR DE
LOS LLANOS
En medio de los más fuertes combates de este año contra su archienemigo, el Bloque Centauros, y
mientras Monterrey, el pueblo de Casanare que ha sido su base histórica, pedía en las calles la
intervención del Ejército, los jefes del único grupo paramilitar que sigue en abierta confrontación con las
Auc dieron su versión de la guerra que asola desde hace 15 meses los llanos del Meta y Casanare. (VER
INFOGRAFIA: LAS AUTODEFENSAS DE LOS LLANOS)
En medio de los más fuertes combates de este año contra su archienemigo, el Bloque Centauros, y mientras Monterrey, el pueblo de Casanare que ha sido
su base histórica, pedía en las calles la intervención del Ejército, los jefes del único grupo paramilitar que sigue en abierta confrontación con las Auc dieron
su versión de la guerra que asola desde hace 15 meses los llanos del Meta y Casanare.

(VER INFOGRAFIA: LAS AUTODEFENSAS DE LOS LLANOS).
Bajo de estatura, de tez cetrina y pequeños ojos negros redondos que se clavan en el interlocutor como dos tizones, Martín Llanos es un criollo típico, como
se dicen a sí mismos los indios vaqueros de la literatura etnográfica llanera. Pidió no tomarle fotos, y afirmó que es la primera vez que habla con un
periodista colombiano. Se llama Héctor Germán Buitrago Parada, y, a sus 39 años, comanda hace un lustro las Autodefensas Campesinas del Casanare
(Acc), la última disidencia abierta de los paras .
A su lado, barrigón, de machete y radio al cinto y un sombrero negro de fieltro con las letras doradas ACC , salpicaba la conversación con carcajadas, su
padre, el viejo ganadero y colono de Páez (Boyacá), Héctor Buitrago, que fundó el grupo, hace 25 años, cuando tenía 40.
Solo faltó Rommel o Caballo , Nelson Orlando Buitrago, el otro hijo, para completar el Estado Mayor de los buitragueños , como llaman en los Llanos a
este grupo familiar, que no da número de hombres (el Gobierno le atribuye unos 700), mantiene una mesa de diálogo separada, y, del sur del Casanare,
donde nació, dice haberse extendido a medio departamento, zonas de Boyacá y Cundinamarca, al oriente del Meta y a varios barrios de Soacha, en Bogotá.
Contra los Pepes.
Ambos figuran en la lista estadounidense de grandes narcotraficantes y están condenados -el viejo a 40 años y Llanos a 38- por la masacre de una comisión
judicial en San Carlos de Guaroa (Meta), el 3 de octubre de 1997, que ellos atribuyen a John 40 , comandante del frente 43 de las Farc. El viejo cayó preso
por conformación de grupos paramilitares en 1996 y se fugó en 1999. El hijo, que tomó el mando entonces, vive envuelto en una aureola tremebunda de
homicidios, secuestros, extorsiones y desvíos de regalías.
Eso, si se habla con las autoridades. O con los urabeños , como llaman a los integrantes del Bloque Centauros (Bc), de las Auc, por su procedencia de
Urabá, enviados por Carlos Castaño a partir de 1997, durante la expansión nacional de las Auc.
Su comandante, Miguel Arroyave, durante un recorrido en junio por el territorio que les arrebató a las Acc, aseguró que su intención era exterminar a
Llanos, por haberlo obligado a salir del anonimato con sus denuncias. Este y sus partidarios en Monterrey acusan al Centauros y a las Auc de intentar
sacarlos de su propio territorio. Y proclaman enfrentar a los narcos de las autodefensas.
"Mire -dijo Llanos , sacando dos grandes mapas, hacia la mitad de las casi cuatro de horas de conversación, y señalando en ellos unas líneas trazadas con
bolígrafo-, esto lo delimitamos con el Profe Vicente Castaño en una reunión hace dos años: el centro del Meta y la mitad inferior de Casanare a partir del río
Cravo Sur quedaron como nuestro territorio; el norte de Casanare y el resto del Meta, del Bloque Centauros. El Meta nos lo han quitado ellos, en la guerra
que desataron contra nosotros" (ver mapa).
"(Carlos) Castaño nos vendió a nosotros un proyecto político, pero iba detrás de los narcos", dice, explicando el origen de sus diferencias con las Auc y de
su guerra con el Bloque Centauros.
Los Buitrago dicen que hicieron parte, con otras autodefensas que llaman "clásicas", del primer Estado Mayor de las Auc, en 1997, pero empezaron a
desconfiar viendo caer, uno tras otro, los disidentes.
"Mataron a Camilo Morantes (de las Autodefensas de Santander, quien lideró la toma de Barrancabermeja), a Gustavo Tafur , del Tolima (ahora
reemplazado por Daniel Roa , del Centauros); le abrieron la guerra a Hernán Giraldo (de los paras de la Sierra Nevada). Mataron a Rodrigo Doble Cero
(jefe del extinto Bloque Metro, de Antioquia). Y al propio Castaño".

"En la primera renuncia de Castaño (en mayo del 2001) nos abrimos. Yo seguí mandando un vocero; Si no, no estaría hablando con usted" -dice Llanos -.
Renunció porque necesitaba desbaratar la estructura de viejas autodefensas que había montado para dejar entrar a esos amiguitos . Ahí conformaron las
nuevas Auc. Montaron a Don Berna como Inspector General. Nadie lo aceptó".
" Cuánto lleva el comandante Arroyave comandando el Bloque Centauros? Un año y medio. Y nosotros? Somos los únicos que hemos peleado contra el
Bloque Oriental de las Farc. Qué territorio ha consolidado el Centauros?", pregunta Llanos , asegurando que zonas del Meta, de donde los expulsó, han
vuelto a las Farc.
En un recorrido que hizo este corresponsal en junio por parte de esa región, donde el sinuoso caudal del río Guaviare traza el límite entre este departamento
y el Meta, el control del Bloque Centauros lucía total. Este también proclama ser el único que enfrenta al Bloque Oriental. Lucas, comandante de su frente
Guaviare, mostró el caño Melón (o Mielón), donde tuvo lugar el primer combate contra las Acc, aduciendo que Llanos tenía un acuerdo con el negro
Acacio , de las Farc, para compartir una pista en Caño Jabón. Los Buitrago desmienten todo vínculo con la guerrilla y el narcotráfico, insistiendo en su
carácter antisubversivo.
"Aquí estamos en guerra con los Pepes, peleando con el cartel más poderoso del mundo", dice el viejo. "Hicimos lo que Castaño no hizo: limpiar de narcos
esta autodefensa", afirma uno de sus partidarios.
Cuando se les pregunta por sus finanzas, dicen, como todos, que reciben "contribuciones". Al insistir, el viejo suelta una carcajada. "Aquí no preguntamos
si la plata es fría o caliente". "Hay cosas de las que no hablamos", corta Llanos .
El hecho es que la zona de Mapiripán y Caño Jabón, antes bajo control de los Buitrago y hoy del Centauros, es uno de los principales complejos de siembra
y procesamiento de coca del país. Ahora, en medio de la guerra, estas acusaciones mutuas se pierden en el tiempo y las versiones encontradas.
Dos historias.
Al amparo del decreto 3398, que legalizó las autodefensas, en Casanare, a comienzos de los años ochenta, surgieron dos grupos separados. Uno, en los
latifundios ganaderos del norte; el otro, en el sur, en Monterrey, alrededor de ganaderos. En la zona funcionaban las cocinas de cocaína que, se dice,
Gonzalo Rodríguez Gacha, el Mexicano , mantenía en los pueblitos de El Secreto y Santa María. Unos y otros afirman haber servido de guías al Ejército.
En adelante, la historia depende de quién la cuente.
El viejo Buitrago dice que, después de matar a dos guerrilleros que llegaron a extorsionarlo, abandonó su finca La Sombra, en el sur, "con siete hombres
armados con revólveres y escopetas calibre 12", rumbo al río Manacacías, en el Meta, donde se consolidó, hasta controlar parte del Meta y "reconquistar" el
sur de Casanare. Treinta hombres del Magdalena Medio que vinieron a entrenarlos, les dejaron unas "autodefensas estructuradas".
Ganaderos cercanos al Centauros afirman que, cuando se ilegalizaron las Convivir, en 1989, Héctor Buitrago quedó con las autodefensas del sur, y
Riquelme Plata, un teniente expulsado del Ejército, con las del Norte. Grandes familias locales, habrían apoyado al viejo, hasta que Llanos mató a varios de
ellas, en tanto que un núcleo liderado por Jorge Pirata , entonces proveniente del Magdalena Medio y hoy jefe militar del Centauros, se consolidaba
alrededor de San Martín (Meta), aliado al grupo del norte.

Los Buitrago afirman que limpiaron de narcotráfico las autodefensas del sur; que Gacha nunca tuvo real influencia en Casanare, y que quien tenía relación
con él -y casi desaparece con su muerte- era el grupo de Pirata . Justifican el asesinato de varios miembros de la familia Feliciano y sus escoltas diciendo
que se entendían con las Farc.
Se dice que HK , de las Acc, mató a Chubasco , comandante del norte. Los choques se multiplicaron. En abril del 2003, el Ejército expulsó a Llanos de su
campamento central en El Tropezón, en el medio Melúa (Meta). En un cruento combate que marcó el comienzo de la guerra, en mayo, el Centauros derrotó
a las Acc en caño Melón. Estas dicen que tropas del Ejército, limpiaban el camino a "los negros", como llaman a los del Centauros. Estos y los militares lo
niegan.
Para diciembre del 2003, las Acc habían sido expulsadas del Meta y, en el 2004, los combates (ver mapa) se han librado en su territorio.
En la mesa y en guerra.
"Les tenemos esa zona prestada por unos días", dice Llanos , desafiante. Afirma haber causado cientos de bajas al Centauros y ha entregado unos 50
"prisioneros de guerra" a la Defensoría del Pueblo en dos ocasiones.
Este año, han tenido lugar cinco grandes combates. Los últimos, entre el 8 y 10 de julio, en la vereda Los Trompillos, ocurrieron durante la entrevista. Por
radio, podían oírse todo el día los terribles insultos que se cruzaban los combatientes.
Un mes antes, Arroyave declaró al borde del triunfo su "ofensiva final" contra Llanos , justo en la zona donde este habló con EL TIEMPO. "Obligamos a
los negros a cruzar el río, de vuelta al Meta", dijo Llanos , luego de los combates. Hoy, las Acc dicen que estos avanzan de nuevo, por el río Túa.
Esta guerra pone de presente uno de los grandes interrogantes del proceso de negociación entre el Gobierno y los paramilitares. Aunque su jefe, Miguel
Arroyave, no está en la zona de ubicación de Córdoba, el Centauros hace parte del proceso y firmó el cese de hostilidades. Los Buitrago -también en cese-
fueron los primeros en hablar con el Comisionado, mantienen una mesa con él y se han reunido una decena de veces, sin resultado.
Acusan al Gobierno de no hacer nada para detener esta guerra y no tratarlos seriamente. Padre e hijo, sobre los cuales pesa una condena máxima, ponen
como condición básica no ir a la cárcel. "A mí que me lleven con el cajón", dice el viejo.
Piden la libertad de 400 hombres que dicen tener en prisión. Dicen que si cesa la guerra propondrán una zona de ubicación en Monterrey. Y el viejo habla
de convertir el grupo en una suerte de Das rural como el que existió hace décadas en la región, o en una guardia de fronteras .
Propuestas que el Gobierno difícilmente aceptará. Entretanto, siguen la guerra y mantienen un profundo control en Monterrey y varios municipios aledaños.
Al refugio de sus jefes, sube, "citada" por ellos o voluntariamente, toda clase de gente. Corren toda clase de historias sobre el desvío de regalías a su favor,
en este departamento petrolero con el presupuesto per capita más alto del país. Sus métodos son draconianos. Ellos mismos contaron cómo sus hombres
colgaron de los pies, en el cementerio, a un grupo que habría pretendido crear una secta satánica en Monterrey, y cómo "limpiaron" el pueblo de
marihuaneros rapándoles la cabeza y poniéndoles una camiseta con un letrero acusador.
El 9 y 10 de julio, durante los últimos combates, grandes manifestaciones callejeras, con evidente respaldo de las Acc, exigían la presencia del Ejército.
Simpatizantes del grupo hablaban de complicidad entre la Policía local y el Centauros, quejándose del aumento de asesinatos selectivos en Villanueva, un
pueblo de su influencia.

Hoy, sin la mitad de su territorio y rodeadas de grupos enemigos (ver mapa), las Acc están en una difícil situación. Fracasaron en su intento de aliar a las
que llaman "autodefensas clásicas" de Ramón Isaza y Botalón , en el Magdalena Medio, de Aguila en Cundinamarca y de Guillermo Torres , en Meta y
Vichada. El Gobierno las considera un actor menor, les insiste en que se concentren y desmovilicen.
Aunque tienen a favor que son de la región y combaten como peces en el agua en un territorio poco familiar para los urabeños , la analogía de los Buitrago
con Rodrigo Doble Cero y su Bloque Metro, de Antioquia, es evidente. Como él hizo con Don Berna , Llanos denució públicamente a Arroyave. El Bloque
Metro fue acabado y su jefe asesinado.
Ahora atrincherado en su zona historica en medio del ultimo ajuste de cuentas entre paramilitares por el control de zonas cocaleras y el departamento con
mas regalias del pais, Martin Llanos , esta dispuesto a todo para no correr el mismo destino.
Articulo no. 9 articulo no. 10
Niveles de categorías NOMBRE DEL PERIÓDICO CONfines EL TIEMPO
LA INFORMACIÓN
O NOTICIA
EL NÚMERO DE
IDENTIFICACIÓN
TITULAR
------------------------------- EN EL CORAZÓN DE LA
GUERRA PARAMILITAR DE
LOS LLANOS
Las autodefensas y el
paramilitarismo en
Colombia(1964-2006)
En medio de los más fuertes
combates de este año contra su
archienemigo, el Bloque
Centauros, y mientras
Monterrey, el pueblo de
Casanare que ha sido su base
histórica, pedía en las calles la
intervención del Ejército, los
jefes del único grupo paramilitar
que sigue en abierta

confrontación con las Auc dieron
su versión de la guerra que asola
desde hace 15 meses los llanos
del Meta y Casanare. (VER
INFOGRAFIA: LAS
AUTODEFENSAS DE LOS LLANOS)
LA FECHA DE
PUBLICACIÓN
28 de enero de 2008 25 de julio de 2004
LA PÁGINA – LA SECCIÓN articulo otros
EL TAMAÑO (GRANDE,
MEDIANO, PEQUEÑO;
SEÑALAR SI LLEVA
IMAGEN)
grande grande, sin imagen
MEDIO O PLANO
GENERAL)
Plano general Plano general
2. EL CONTENIDO
TEXTUAL Y VISUAL DE
LA NOTICIA
SI HAY IMAGEN
No tiene imagen No tiene imagen
IDEA GENERAL DEL
MENSAJE ESCRITURAL
se estudia el proceso de inicio y
de desarrollo del paramilitarismo
colombiano desde su
surgimiento formal, en los años
sesenta, hasta su desaparición
formal, en 2006. Se analiza su
evolución, sus resortes y las
relaciones con diversos grupos
sociales que le dieron forma,
especialmente los campesinos y
ganaderos, el narcotráfico y las
Fuerzas Armadas
El articulo expresa como
actúan lo grupos
paramilitares en la zona de
los llanos
PALABRAS CLAVE,
ESCENARIO DONDE
SUCEDE LA ACCION
Violencia política,
paramilitarismo,
conflictos, fuerzas
armadas, guerra
region, sucesión,
violencia, expansión
SIGNIFICACIÓN
con el guerra,
paramilitarismo,
violencia
con grupos armados,
aumento de la violencia
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