El documento presenta las posibles perspectivas de diferentes actores sociales sobre la entrega de pastillas del día después en instituciones educativas. El Ministerio de Educación lo vería como una solución al alto número de embarazos adolescentes. Las autoridades escolares considerarían que acabaría con los embarazos indeseados. Los padres de familia se opondrían porque creen que promueve el sexo sin protección. Y los estudiantes lo verían como una forma fácil de acceder a anticonceptivos sin ir a otros servicios de salud.