La crisis educativa comienza antes de la violencia y se debe a que el sistema educativo actual enseña de forma alejada del desarrollo natural del cerebro infantil, memorizando conocimientos y evaluando mediante exámenes en lugar de fomentar la práctica y las preguntas; además, con la automatización futura, la acumulación de conocimientos perderá valor, por lo que la educación debe enfocarse en desarrollar la capacidad de resolver problemas de forma independiente.