Las empresas se clasifican en dos tipos: 1) Aquellas que ofrecen servicios y dependen de clientes para subsistir, como bancos, líneas aéreas y hospitales. 2) Aquellas que brindan servicios de apoyo a usuarios y otras empresas, como servicios de aseo, reparación de artefactos eléctricos y contabilidad. Para funcionar bien, una empresa necesita instalaciones, maquinaria, empleados calificados y operarios que ejecuten las tareas.