1. Tema 5
La castidad y el anhelo de volver
a la inocencia original
Recordando
Dinámica para compartir
Respondamos individualmente las siguientes preguntas:
Æ ¿Cuál fue la primera impresión que tuve al ver a mi novia(o)?
Meditemos en la siguiente canción…
Es hermosa la vida si hay amor, es hermoso el
paisaje si hay color, es hermoso entregarse por
entero a alguien por amor, por amor.
Es más corto el camino si somos dos, es más fácil
fundirse si hay calor, es mejor perdonarse que decir
lo siento, es mejor, es mejor.
Por amor es fácil renunciar y darlo todo
sonriéndote, por amor es fácil abrazar a tu enemigo
sonriéndole, por amor es más fácil sufrir la soledad,
por amor es más fácil vivir en libertad.
Son hermosos los besos si hay amor, son
hermosas las manos si hay amor, son hermosos
los ojos cuando miran todo con amor, con amor.
Por amor es fácil renunciar y darlo todo
sonriéndote, por amor es fácil abrazar a tu enemigo
sonriéndole, por amor es más fácil sufrir la soledad,
por amor es más fácil vivir en libertad.
«Por amor», José Luis Perales
Æ ¿Qué fue lo que más me atrajo de él/ ella?
Æ De los siguientes ítems, ¿qué te haría sentir más amado?
Que te acaricie suavemente.
Sentarse y hablar durante una hora sobre un tema
preferido.
Recibir un regalo especial.
Escuchar cuánto te aprecia.
Porque:
Æ ¿Cómo les gustaría que fueran sus vidas dentro de cinco años?
Ahora nos reunimos con nuestra pareja y compartimos nuestras
respuestas…
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La castidad y el anhelo de volver a la inocencia original
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2. De la virtud (areté) a las virtudes
Æ La Segunda Carta de San Pedro nos señala un camino concreto para vivir la fe, con
todas sus exigencias radicales conducentes a un encuentro pleno con el Señor. Al
analizar el texto nos encontramos con un encadenamiento de virtudes que, realizado
desde la enseñanza de la Iglesia, nos lleva a consolidar nuestra fe; caminando en la
esperanza, hasta llegar a la virtud máxima, es decir, la caridad:
Virtudes cardinales y virtudes teologales
Æ Las virtudes funcionan como una cadena de recursos positivos y como un sistema
que busca la unidad de los dinamismos que llevan al ser humano a su perfección. El
que crece en una de ellas lo hace, también, en función de las otras.
«
«Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida
y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha
llamado por su propia gloria y virtud, por medio de las cuales nos
han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que
por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina, huyendo de
la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.
Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a
vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento, al conocimiento la
templanza, a la templanza la paciencia activa, a la paciencia activa
la piedad, a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad
(…)
Por tanto, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra
vocación y vuestra elección. Obrando así nunca caeréis. Pues así
se os dará amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo».
VIRTUDES
CARACTERÍSTICA
PRUDENCIA
«Domina» a toda virtud moral. Es la capacidad
de ver objetivamente las realidades que
conciernen a nuestras acciones y obrar
según su índole e importancia.
»
JUSTICIA
Es la capacidad de vivir en la verdad «con el
prójimo». Dar a cada quien lo que es debido.
2Pe 1, 3-11
FORTALEZA
Es la disposición para realizar el bien aún a
costa de cualquier sacrificio.
¿Por qué es tan difícil hablar hoy en día de la virtud y de las virtudes?
TEMPLANZA
¿Qué son las virtudes con respecto a la naturaleza humana?
Es la virtud más «personal» con respecto
a las anteriores. Es aquella que busca el
orden en el interior del hombre mediante
la moderación en la satisfacción de
los impulsos o tendencias primitivas
(permanecer vivo y procrear). Implica la
contención de las fuerzas propulsoras del
hombre, desordenadas por el pecado,
y su reorientación de acuerdo a los
dinamismos fundamentales de permanencia
y despliegue.
3. FE
Æ Entendemos por el término areté, la armonía de las potencias del alma, fortaleza de
caracter, es decir una hazaña de superación heroica de la vida.
«Garantía de lo que se espera; la prueba
de las realidades que no se ven» ( Hb ,
11, 1).
Es la espera tensa y confiada en la eterna
bienaventuranza de la participación
completa e intuitiva en la vida trinitaria de
Dios.
¿Qué es la areté?, ¿por qué debemos crecer en ella?, ¿cuál es su relación con
el amor?
ESPERANZA
CARIDAD
Es el amor oblativo y benevolente por
excelencia.
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4. ¿Cuáles son las virtudes que debemos cultivar? ¿Por qué es apropiado hablar
de un «sistema» en relación a este tema?
Æ Tiene como fruto la reconciliación y la paz interior.
Æ Es una pedagogía de la voluntad y contribuye, por ende, a un crecimiento en la
libertad y en la capacidad de elección de lo bueno y lo mejor.
Æ Son disposiciones positivas la elegancia moral, el amor por aquello que es
espiritualmente bello y puro, y la nobleza del alma.
Æ Existe también un ordenamiento más actual, sencillo y didáctico, que concibe todas
las virtudes humanas en directa dependencia de lo que se denominan virtudes
nucleares. Estas son:
• Autodominio - orden
• Trabajo - esfuerzo
• Generosidad - solidaridad
• Madurez - responsabilidad
Æ A la virtud de la castidad la encontramos unida a la TEMPLANZA, según el ordenamiento
tradicional; y al AUTODOMINIO-ORDEN, según el esquema más actual.
«
Recordemos que la castidad es una virtud que consiste en el
dominio amable y firme de nuestros dinamismos pasionales
relativos al amor sexual.
»
Æ La castidad se integra en el dinamismo de las potencias del deseo, mesuradas
por la templanza; es decir, ante aquello que representa el dinamismo particular, y
moralmente sano, de los deseos inherentes a las funciones sexuales.
¿Qué es la castidad y cuáles son sus exigencias?
¿Qué implica para la vida concreta de cada uno el sistema de virtudes?
¿Cuáles son los caminos para progresar en esta virtud?
La virtud de la castidad
Æ La castidad, como toda virtud, es una realidad viva dentro del alma. Es susceptible
de progreso o regresión. Allí donde no crece está en peligro de debilitarse y perderse.
Æ No se identifica con la «represión» de las fuerzas instintivas. Es un reordenamiento, un
retorno a la armonía original de la creación.
Las etapas de la castidad
a. La castidad desde la infancia hasta la edad adulta
Æ Los amores infantiles están hechos de simpatía, de gusto innato por el intercambio de
juegos y gratificaciones. En este primer estadio los elementos del amor adulto están
ya en germen, pero todavía carecen de profundidad, de estabilidad, de fundamentos,
y, sobre todo de conciencia de sí mismo.
Æ En la adolescencia el amor toma para cada sexo un matiz particular. Podemos
mencionar un estilo «romántico» e idealizado frente al otro. Es la época de los sueños,
de los temblores orgánicos (el famoso “cosquilleo en el estómago”), de la imaginación
y del «misterio». Casi todo es novedad y por ello tiene un fuerte componente de
ilusión y de expectativa hacia el futuro; pero también de inseguridad y temor.
Æ Llegado el momento, el joven experimentará el amor con un vigor desconocido hasta
ese entonces, con un amplio contenido pasional, disperso en la mayoría de casos. Le
será difícil volver a hallar aquella «pureza» que hasta entonces se representaba bajo el
aspecto de sueños o delirios románticos. La poderosa atracción, siempre sexuada, y
eventualmente sexual, no es todavía amor.
¿Cómo es que se entiende hoy en día el vivir en castidad?
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5. b. La castidad en el noviazgo y el matrimonio
Æ Muchos novios que se preparan para el matrimonio católico se sorprenden cuando
escuchan mencionar la palabra «castidad» dentro del ciclo de conferencias a las
que deben asistir. Ambos se habían hecho la idea que esta virtud es exclusivamente
aplicable a la adolescencia, más que todo en el sentido negativo, prohibitivo y externo;
y que al llegar al matrimonio se pasa automáticamente a una etapa distinta de la
sexualidad (no del amor) en la que “al fin ya no hay que luchar”, sino gozar del placer
carnal sin freno alguno, al libre albedrío de la pareja.
Æ La teoría nos dice que todas las inclinaciones, espirituales y carnales, todos los deseos,
todas las búsquedas naturales de placeres legítimos (orientados hacia el doble fin
de la pareja: la unidad y la procreación) que pueden conocer las personas casadas
quedan, una vez u otra, normalmente satisfechas. El papel de la virtud de la castidad,
estrechamente asociada y sometida a la fe, a la esperanza y a la caridad, íntimamente
mezclada a la prudencia y a la justicia, consiste, para esas personas, en unir todo el
dinamismo de las inclinaciones de la carne al del espíritu, y en integrar profundamente
cualquier amor (el eros, cómo no) en el dinamismo central de la caridad.
Æ El tiempo del noviazgo es ocasión privilegiada para el mutuo conocimiento, para el
crecimiento en el mutuo respeto de la integridad, y para la purificación de aquellas
condiciones espirituales o psicológicas que podrían dificultar la vida en común,
con todas las exigencias que ello implica. Es el tiempo para la ilusión proyectiva, el
pregusto, la anticipación imaginativa; pero todavía no es tiempo de la consumación
natural, espontánea y libre.
LA CASTIDAD EN EL NOVIAZGO Y EL MATRIMONIO
Características
Objetivos
Desafíos
Uniendo conocimientos con mi novio/a
LA CASTIDAD DESDE LA INFANCIA HASTA LA EDAD ADULTA
Características
¿De qué manera la castidad nos lleva a vivir más plenamente el amor hacia el
enamorado, el novio, o el esposo?
Nostalgia de la pureza original
Æ Nos referimos a la pureza que animaba las relaciones corpóreas y espirituales de Adán
y Eva. Ambos contemplaban maravillados su ser personal, unido, intacto, integral:
«Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne» (Gn 2, 23).
Objetivos
Æ El cuerpo «descubría» el espíritu y no existía ningún tipo de disociación. Se amaba al
ser humano total, se amaba a la mujer en todas sus dimensiones, se amaba a la mujer
como don y ayuda adecuada para el hombre. El «te quiero» o «te deseo» se traducía
en un deseo del bien integral de la persona
¿Qué es la nostalgia de pureza?
Desafíos
¿Cómo la podemos cultivar?
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La castidad y el anhelo de volver a la inocencia original
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6. ¿Qué medios podemos establecer para crecer en esta virtud?
Dialoguemos
en pareja
¿Amamos suficientemente la pureza?, ¿qué podemos hacer para que este amor crezca en
nosotros?
¿Cómo estamos viviendo la areté en nuestras vidas?, ¿qué nos está faltando?
¿Estamos considerando a las virtudes como un camino de perfeccionamiento mutuo?, ¿de qué
manera?
¿Entendemos la trascendencia que tiene la castidad en nuestra futura vida de casados?
¿Nos estamos ayudando a ser personas cada vez más virtuosas?, ¿qué podemos proponernos
para mejorar?
¿Cómo vamos a vincular la castidad con lo que se suele llamar “paternidad responsable”?
Individual
¿Cómo ha venido siendo nuestra educación en la castidad?
Pareja
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La castidad y el anhelo de volver a la inocencia original
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7. ¿Qué medios podemos establecer para crecer en esta virtud?
Dialoguemos
en pareja
¿Amamos suficientemente la pureza?, ¿qué podemos hacer para que este amor crezca en
nosotros?
¿Cómo estamos viviendo la areté en nuestras vidas?, ¿qué nos está faltando?
¿Estamos considerando a las virtudes como un camino de perfeccionamiento mutuo?, ¿de qué
manera?
¿Entendemos la trascendencia que tiene la castidad en nuestra futura vida de casados?
¿Nos estamos ayudando a ser personas cada vez más virtuosas?, ¿qué podemos proponernos
para mejorar?
¿Cómo vamos a vincular la castidad con lo que se suele llamar “paternidad responsable”?
Individual
¿Cómo ha venido siendo nuestra educación en la castidad?
Pareja
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