La cardioversión y la desfibrilación son procedimientos para tratar arritmias cardíacas. La cardioversión convierte arritmias mediante una descarga eléctrica sincronizada, mientras que la desfibrilación termina la fibrilación ventricular con una descarga no sincronizada. Ambos procedimientos requieren equipo especializado y siguen pasos específicos para evaluar al paciente, administrar la descarga eléctrica en la energía adecuada y monitorear los resultados.