La Ley de Educación Nacional extiende la obligatoriedad a la educación secundaria sobre la base de principios de equidad y democratización educativa. Esto representa nuevos desafíos como incluir a los jóvenes que no asisten a la escuela y garantizar que completen sus estudios. La inclusión de estos estudiantes, especialmente aquellos que supuestamente "no desean estudiar" o no están capacitados, tensa el objetivo central de la escuela de enseñar.