Frederick Taylor, conocido como el padre de la administración científica, desarrolló teorías para mejorar la eficiencia industrial mediante el estudio de tiempos, la especialización del trabajo, y la planeación. Nació en Filadelfia en 1865 y trabajó como ingeniero privado aplicando principios como la preparación, control y ejecución para reducir el despilfarro en la industria. Aunque sus métodos aumentaron la productividad y salarios, también podían explotar a trabajadores al enfatizar excesivamente la productividad.